Las nuevas fronteras de la ciencia cardiovascular: cómo convergen distintas disciplinas para estudiar al corazón y sus enfermedades

En su tercer aniversario el Núcleo Milenio Cardio MR presenta cómo están redirigiendo sus estudios para comprender el cuerpo humano desde una lógica integrada, y promover la medicina preventiva.

Fecha: 29 de septiembre 2021

Un dolor fuerte al pecho, una taquicardia o alguna molestia preocupante en el pecho. Los signos de tener algún mal funcionamiento en el corazón son, en muchas ocasiones, la consecuencia de otras afecciones anteriores en el organismo que no fueron prevenidas o atendidas. Así lo ven los directores del Núcleo Milenio Cardio MR y académicos de la Escuela de Medicina UC, quienes buscan la forma de hacer más precisa la medicina preventiva, con ayuda de distintas disciplinas científicas que ayuden a entender las complejidades del cuerpo humano, y las acerquen a la ciudadanía.

“En Chile, al igual que en el mundo, las enfermedades cardiovasculares siguen siendo las enfermedades que matan a más personas, y por eso es importante investigar en este ámbito”, señala el director del Núcleo Milenio Cardio y académico del Departamento de Radiología UC, Dr. Sergio Uribe. En ese sentido, reconoce que la resonancia magnética cardiovascular juega un rol fundamental al presentar una técnica de imágenes que permiten mirar el corazón con una gran nitidez y resolución, lo que no es posible con otros tipos de imágenes.

Pero para observar al corazón y su funcionamiento en detalle existe una gran dificultad: se está moviendo. “Es un doble desafío, y para hacerlo necesitamos que los matemáticos e ingenieros entiendan el problema; que los médicos, enfermeras y kinesiólogos transmitan las necesidades, y que todos ellos trabajen juntos”, explica el director alterno del Núcleo Milenio Cardio y también académico del Departamento de Radiología, Dr. Marcelo Andía.

Acá es donde el trabajo interdisciplinario juega un papel fundamental en el estudio de enfermedades cardiovasculares. Uribe, ingeniero civil eléctrico de formación; y Andía, quien es médico cirujano e Ingeniero Civil de Industrias, convergieron sus disciplinas para responder interrogantes complejas que no pueden ser abordadas desde solo una perspectiva científica. Esto, además, lo inculcan a sus alumnos de pregrado y postgrado en la Escuela de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

“Nos juntamos, hicimos presentaciones en materias relacionadas a la Medicina, Física o Matemática, y empezamos a hablar en distintos lenguajes que nos permite aunar visiones y motivaciones para trabajar en esta línea. Ese fue un gran logro para nosotros”, destaca Andía en estos tres últimos años de trabajo con el Núcleo Milenio Cardio.

Además, la formación de profesionales especializados en estudiar las nuevas tecnologías para el corazón ha despertado el interés de científicos que han buscado mejorar sus aptitudes en el Núcleo. En estos tres años se han especializado más de cien personas en estudios de postgrado sobre fundamentos de imágenes en resonancia magnética. Asimismo, el Núcleo ha impulsado el desarrollo de al menos cinco científicos que realizaron sus estudios de doctorado con ellos. “Hemos visto que nuestros estudiantes, que empiezan con un magíster, luego un doctorado y después obtienen una posición académica en otras universidades, están generando frutos que nos enorgullecen», destaca Uribe.

Apertura a la Salud Pública

Gran parte de esto lo realizado por el Núcleo Milenio Cardio ha sido gracias al apoyo de la Pontificia Universidad Católica de Chile, que permite acceder a tecnologías y a un tremendo hospital clínico. Sin embargo, el objetivo de este Núcleo también es acercar todo el conocimiento de frontera para acercarlo hacia la Salud Pública, y mejorar su atención. “Hemos podido trabajar en el Hospital Sótero del Río, por ejemplo; también hemos realizado colaboraciones con el Hospital Carlos Van Buren, en Valparaíso. Eso nos permite que la ciencia que se desarrolla en Chile llegue a los hospitales públicos y no quede encapsulada en un grupo de la población, sino que impacte en el país”, agrega Marcelo Andía.

La idea de buscar nuevas formas de optimizar el estudio del corazón con resonancia magnética apunta a masificar la atención médica preventiva, a través de exámenes de este tipo. “El paso que queremos hacer es transformar este Núcleo de Resonancia cardiovascular, en resonancia magnética cardio-metabólica. Porque, de alguna manera, nuestro corazón es el receptor del daño de muchos sistemas y creemos que el siguiente paso es poder ser capaces de unir todos los sistemas a una sola modalidad. Nuestro corazón es el repositorio de todo lo mal que nos portamos”, concluyen los investigadores.

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