Desde 2015, la estudiante de cuarto año de Medicina UC ayuda por medio del Programa de Inserción Académica (PAI), y en 2016 y 2017 participó en la Asociación Internacional de Estudiantes de Medicina (IFMSA), ONG mundial que realiza actividades de acción social.
Fecha: 24 de agosto 2018
Una vez en la UC, ¿cómo te enteraste del Programa de Inserción Académica?
Yo era novata, y uno de los primeros días de clases unos compañeros de años superiores vinieron a mostrar el Programa y ofrecieron la oportunidad de unirnos. La idea era (es) darnos una mejor acogida y adaptación al primer año universitario, así que me inscribí porque me sentía un tanto perdida y fue así como conocí el PAI. Al año siguiente (2016) me hice tutora y desde 2017 soy coordinadora.
¿Esa fue tu primera aproximación a acciones sociales dentro de la universidad?
La verdad es que no recuerdo si fue mi primera aproximación. Sé que me metí a algunas actividades en primer año, como voluntaria pero no en calidad de organizadora. Diría que lo primero fue IFMSA, dado que el primer año de medicina fui solo tutelada y no tutora.
¿Fue complicado equilibrar este rol social con los estudios?
A decir verdad sí, porque quise mantener la acción social, los estudios y otros intereses a la vez, en mi caso el piano. También, porque la estructura de la carrera es demandante, lo que va aumentando con el tiempo y dificulta la participación en actividades extracurriculares. Algunas veces falté a clases y sacrifiqué un poco el aspecto académico, pero hasta el momento no me arrepiento de ello. Conscientemente tomé la decisión de que mi vida no se reduciría solo a estudia, siento que he aprendido bastante a través de organizar proyectos y trabajar con la gente. Este kilometraje me será útil en la práctica futura.
¿Cómo fue la experiencia en IFMSA en 2016 y 2017?
Fue buena, aunque un tanto oscilante. Había momentos en los que lográbamos organizar muchas actividades y obteníamos una alta participación, pero en otras era un desafío motivar al resto de los estudiantes. Creo que es algo muy normal que sea así y sin lugar a dudas, la experiencia amplió mucho mis horizontes, me gustó ver cómo podía ir escalando en la organización y aportar desde distintos roles. También conocer a estudiantes de medicina extranjeros me hizo entender la medicina de una forma más global y que hay más de una forma de que las cosas funcionen. Y por último, trabajar con estudiantes de medicina de la Universidad de Chile también fue una experiencia enriquecedora; hicimos una Asamblea Nacional de IFMSA organizada en conjunto, y logramos realizarla exitosamente, a pesar de los múltiples desafíos que representó y la alta inversión de tiempo que requirió.