Doctor Nicolás Crossley publica investigación sobre el impacto de pobreza y violencia en el cerebro de pacientes latinoamericanos con esquizofrenia en British Journal of Psychiatry

El académico UC trabajó junto a la Red ANDES en este trabajo que analizó factores como la violencia o las condiciones socioeconómicas en seis ciudades de la región -entre ellas Santiago-, revelando que la riqueza y pobreza era lo que más afectaba la estructura del cerebro.

Fecha: 7 de septiembre 2020

Un nuevo artículo en la revista científica British Journal of Psychiatry liderado por el doctor Nicolás Crossley, se trata de la publicación “Anormalidades en la estructura cerebral en esquizofrenia en ambientes adversos: Examinando los efectos de la pobreza y violencia en seis ciudades de América Latina”, que logra obtener importantes conclusiones respecto a esta materia.

Los hallazgos, en palabras del académico del Departamento de Psiquiatría de la Escuela de Medicina UC, son que “la riqueza y pobreza – más que la violencia – se asocia a la estructura del cerebro, pero de forma diferente en pacientes y controles, enseñándonos lo importante de la interacción con el ambiente en el desarrollo de la esquizofrenia”.

De acuerdo al trabajo,  “el cerebro de los sujetos sanos que viven en un ambiente más rico tiene más sustancia gris que aquellos que viven en sectores más pobres. En cambio, el cerebro de los pacientes con esquizofrenia no muestra este efecto ante el ambiente (son parecidos, independiente de si viven en sectores pobres o ricos). Por lo anterior, vimos que el cerebro de pacientes que viven en pobreza no es muy diferente al del sujeto sano que vive en mismas condiciones, a diferencia del sujeto con esquizofrenia que vive en un ambiente rico cuyo cerebro difiere mucho del sujeto control que vive en esas condiciones”.

La mayor cantidad de sustancia gris en sujetos sanos que viven en zonas con situación económica mejor corrobora resultados similares de estudios anteriores en adolescentes en Estados Unidos. Particularmente novedoso son los resultados en los pacientes, que podrían ser interpretados como la interacción de problemas del desarrollo con el ambiente necesaria para enfermarse de psicosis.

Así, el doctor advierte que “en un ambiente adverso como de pobreza, cualquier persona podría llegar a enfermarse de psicosis. En cambio, en un ambiente más acomodado, en el cual puede haber múltiples factores protectores para los sujetos, sólo aquellos que traen una mayor vulnerabilidad (generalmente con algunas dificultades en el desarrollo del cerebro) se enfermarían”.

El trabajo es una colaboración de grupos Latino Americanos de la Red Iberoamericana para el Estudio de la Psicosis Precoz (ANDES) que el Dr. Crossley lidera. “Esta red ha permitido conectarnos con nuestros vecinos, abriendo estas otras líneas de investigación importantes para la región, como el efecto de la pobreza en la enfermedad, que pueden complementar las colaboraciones internacionales que ya todos mantenemos con el llamado primer mundo”, explica el doctor Crossley.

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