La ética de la parentalidad constituye una reflexión filosófica sobre los aspectos morales involucrados en la relación parental. En este tema Camila Martínez trabajó junto al profesor Fernando Arancibia, específicamente en ética biomédica.
Fecha: 27 de noviembre 2020
La ética de la parentalidad es un área reciente de la ética aplicada que explora todo lo relacionado al rol parental desde un punto de vista filosófico. Estos aspectos se encuentran en la naturaleza moral de la relación, en los bienes morales – de padres e hijos- que se dan en el contexto de esta relación, en los deberes y derechos de padres e hijos, como así también en una serie de problemas que se dan a propósito de la adopción, reproducción asistida, maternidad subrogada, entre otros.
“Siendo ética aplicada, esta es una reflexión filosófica que requiere involucrarse en temas que, tradicionalmente, han sido ajenos a la filosofía «pura». De ahí que la ética de la parentalidad tenga varios vínculos con como por ejemplo la ética biomédica”, explica Fernando Arancibia, académico del Instituto de Filosofía UC.
“Mi trabajo en concreto fue la lectura y análisis bibliográfico de los principales exponentes del área. En concreto me centré en cómo se relacionan los lazos biológicos con el rol parental, vale decir, si estos son importantes o no, y la relevancia moral que tienen dichos lazos”, comenta Camila Martínez, alumna de Pregrado de la Escuela de Medicina UC.
Este Workshop es parte del trabajo final de la adjudicación de un premio del profesor Arancibia de un Concurso VRI-Pastoral. En este contexto Fernando comenta que fue una grata sorpresa trabajar con Camila, quien tiene grandes capacidades de investigación y tuvo una buena participación en el Workshop y que tienen por delante el desafío de transformar esta parte del proyecto en un paper.
“Considero que debemos ser personas integrales, más allá de lo curricular. Me gusta la filosofía y las humanidades en general, participar en esta investigación me permitió desarrollarme en una disciplina que siempre me ha llamado la atención, con la emoción de cumplir un «sueño» y al mismo tiempo con la rigurosidad que la academia implica. Es un orgullo poder presentarme como una estudiante de otra Escuela, de otra área y otra disciplina, los frutos de un trabajo con una perspectiva completamente interdisciplinaria”, finalizó Camila.