UC entrega recomendaciones para protegerse de Fragata Portuguesa

UC entrega recomendaciones para protegerse de Fragata Portuguesa

Fecha: 29 de enero 2016

18 playas entre Atacama, Pichilemu, Paredones, Vichuquén, Licantén, Pelluhue, Chanco, Penco y Tomé ya han sido cerradas por la presencia de la llamada “medusa azul”. El Dr. Juan Carlos Ríos, Director del Centro de Información Toxicológica de la Pontificia Universidad Católica de Chile entrega datos claves para saber qué hacer y sobre todo qué no hacer en caso de picadura o contacto con esta especie. 

La fragata portuguesa llegó hace un buen rato para quedarse a las costas chilenas. Sin embargo, la gran novedad este año es la cantidad de especies que se espera, esto debido principalmente a los cambios que han ocurrido en las corrientes marítimas y que han posibilitado aún más la llegada de estas medusas a todo el país.

Ya desde inicios de diciembre en el norte de nuestro país se conocieron los primeros avistamientos de esta especie, que aunque tiene apariencia de medusa, es en realidad un organismo colonial cuyos individuos se especializan en mantener viva la colonia. Las noticias más recientes hablan de su presencia en más de 18 puntos de todo Chile e incluso en Viña del Mar. Pero, ¿cuál es la peligrosidad de la fragata portuguesa? “El problema es que en comparación a las medusas tradicionales, ésta ha sido catalogada como una especie muy peligrosa. Puede provocar desde una simple reacción alérgica hasta un paro cardiorrespiratorio y por consiguiente la muerte”, indica el doctor Juan Carlos Ríos, Director del CITUC de la UC.

Es tal la peligrosidad de la fragata, que hasta la Organización Mundial de la Salud (OMS) la incluyó en el listado de “especies peligrosas” para la salud humana e invertebrados venenosos en las Guías para Ambientes Seguros en Aguas Recreacionales.

Además de su tonalidad azulina, una de las características de esta especie es que sus tentáculos pueden llegar a medir hasta 10 metros. “Entonces cuando una persona se introduce en el agua y es picada por esta especie, lo que tiende a hacer es escapar, pero en ese momento en vez de solucionar el problema lo puede agravar, ya que se puede enredar los tentáculos y eso puede significar que las personas tengan un aumento de lesiones. En ese sentido la picadura puede variar de intensidad y sus síntomas también puede ser diferentes”, enfatiza el doctor Ríos.

En general, toda persona que sea picada por esta especie debería acudir a un centro de urgencias inmediatamente, debido a que el dolor puede ser similar al que se siente por una quemadura. “Si la persona tolera bastante bien el ardor y el dolor puede no requerir de asistencia. Aunque es bastante difícil que esto ocurra, pues el dolor es bastante intenso. Además, puede producir eritema, edema, petequias, reacciones urticariformes y sistémicas como nauseas, vómitos y sudoración”, agrega el especialista del Centro de Información Toxicológica de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Una vez entendido esto, ¿qué no se debe hacer para enfrentar una posible picadura o simple contacto con esta especie? “Primero que todo, no hay que intentar quitar los tentáculos con la mano, para eso uno debiese usar guantes o pinzas y también el agua de mar podría servir para arrastrar los restos de la fragata portuguesa. El simple contacto, producirá que los nematocistos, estas células que contienen una cápsula con un filamento enrollado y un veneno. Cuando una presa contacta con su superficie, se abren los nematocistos y los filamentos se eyectan y clavan en la presa donde inyectan el veneno que son los que llevan las sustancias tóxicas, el mismo proceso ocurre cuando una persona entra en contacto con los tentáculos. Sólo un par de milímetros puede tener millones de nematocistos”, indica el Dr. Ríos.

Otro aspecto importante, es que a diferencia de la mayoría de las medusas, donde sí se puede utilizar ácido acético o vinagre, en este caso no se recomienda, ya que los estudios muestran que en estas condiciones los nematocistos no detienen su proceso de liberación de toxinas con esta sustancia. Asimismo, tampoco es recomendable lavarse con agua fría, usar las toallas o incluso arena para intentar quitar los tentáculos, ya que ello también aumentará la liberación de toxinas.

En general, los niños, ancianos, alérgicos y embarazadas son los que tienen que tener más precaución frente a una picadura o el simple contacto con la fragata portuguesa. Las principales recomendaciones parten de la base de no manipular la especie, que los niños especialmente no jueguen con ellas, ya que hasta es posible que ellos encuentren los tentáculos de esta especie en la arena y éstas aun ahí pueden seguir resultando un peligro.

En Chile, afortunadamente, desde hace años se realizan campañas de Salud Pública que han resultado exitosas y afortunadamente han habido muy pocos casos con exposición a la fragata portuguesa hasta ahora. “Incluso, desde el año pasado, la autoridad implementó banderas amarillas con medusas en color negro que alertan sobre la presencia de éstas en las playas. Sin embargo siempre es importante entender sobre todo qué medidas no se deben realizar y qué sí. Lo más importante, además, creo que es que la gente entienda que no debe tomar por nada del mundo esta especie con las manos desprotegidas. Lo mejor es siempre andar trayendo una pinza en el bolso de playa”, sintetiza el Dr. Juan Carlos Ríos, Director del CITUC.

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