El galardón considera fondos de investigación que le permitirá a la académica del Departamento de Neurología UC continuar en la búsqueda de respuestas sobre por qué ocurren las enfermedades neurodegenerativas.
Fecha: 19 de diciembre 2018
En el laboratorio de Neurociencia del Centro de Investigaciones Médicas donde trabaja la Dra. Rommy von Bernhardi junto a su equipo se incuban grandes esperanzas: entender el comportamiento de ciertas células, las glías, que podrían ser claves sobre por qué y de qué forma se producen enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
La Dra. von Bernhardi comenzó su línea de investigación hace 20 años, cuando las células gliales y su relación con el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer casi no se discutía. Sin embargo, perseveró en esta búsqueda y, aunque ha alcanzado distintos hitos, reconocimientos y publicaciones, hoy obtiene el Premio a la Investigación Científica Universitaria Santander – El Mercurio por sus estudios sobre el efecto del envejecimiento sobre el funcionamiento de la glía, y como estos cambios podrían ser responsables de procesos neurodegenerativos.
Las ignoradas glías
El envejecimiento es un suceso común para todos los seres humanos; pero no se vive de la misma manera, nos impacta en menor o mayor medida dependiendo de un cúmulo de cosas: desde nuestra genética hasta nuestra epigenética, que es nuestra historia de vida personal (exposición a factores ambientales, comidas, actividad física, trabajo, enfermedades, etc.).
El equipo de investigación de la Dra. von Bernhardi observó, utilizando modelos animales, que en la medida que se envejece, las células gliales (especialmente las microglías, que son la defensa inmune del sistema nervioso), modifican su respuesta ante estímulos o daño.
“Esto es súper interesante porque la visión predominante que se tiene de la enfermedad de Alzheimer es que ella depende de la alteración del péptido β-amiloide (Aβ); sin embargo, de acuerdo a nuestra visión, la acumulación de Aβ no es la causa de la enfermedad, sino que sería una consecuencia secundaria”, explica la Dra. von Bernhardi.
Existe otra pieza clave en este rompecabezas: el factor de crecimiento transformante β (TGFβ); una proteína que regula la inflamación, entre muchos otros efectos, y cuya función se modificaría en la medida que envejecemos, siendo capaz de potenciar la inflamación y favorecer el daño en el cerebro en vez de protegerlo. Esto afectaría el correcto trabajo de las microglías y la protección que éstas brindan.
“Me interesa entender suficientemente bien la forma en que las células gliales, especialmente las microglías, regulan sus funciones protectoras, cómo se activan, para poder desarrollar herramientas terapéuticas que potencien esta activación protectora; a diferencia de muchas investigaciones que plantean eliminarlas porque las consideran agentes de daño”, concluye la Dra. von Bernhardi.
Esta es una de las claves que quiere probar la Dra. von Bernhardi con el proyecto, pero además quiere contestar otra pregunta utilizando el neuroepitelio olfatorio, que se ubica en el interior de la nariz.
Unas banderas rojas
Detrás de esta investigación se encuentra otra meta importante de la Dra. Rommy von Bernhardi: desarrollar biomarcadores que permitan detectar la enfermedad mucho antes que muestre los primeros signos. En esta búsqueda son claves unas pequeñas neuronas ubicadas en la nariz, pues son accesibles (a diferencias de las ubicadas en el cerebro) y nos permitiría estudiar el impacto sobre las neuronas de diversas variables: qué sucede durante procesos inflamatorios crónicos, qué participación tiene TGFβ, cuáles son las diferencias propias en el envejecimiento, y otras tantas preguntas que motivan a la investigadora.
Hincha de la investigación
En este trabajo de pequeños pero numerosos pasos se encuentra finalmente la promesa de nuevos tratamientos, de soluciones efectivas y de comprensión sobre lo que sucede en el cuerpo humano durante el envejecimiento; por esto, la Dra. von Bernhardi es una fiel seguidora de la investigación, lo que la ha llevado a ser una de las fundadoras y Presidenta de la Sociedad Chilena de Neurociencias y de la Federación Iberoamericana de Asociaciones de la Neurociencia (FALAN), como también servir como Directora de la Dirección de Investigación y Doctorados de la Escuela de Medicina UC por cuatro años.
“Promover una mente inquisitiva y un espíritu crítico en los estudiantes de la universidad es un elemento muy importante. Nos acompañará a lo largo de toda la vida profesional y personal. Soy un hincha de la formación en investigación durante toda la carrera universitaria. El conocimiento nos hace libres”, agregó.
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