Una de las claves detrás de problemas cardiovasculares en la adultez, estaría evidenciada en el crecimiento intrauterino y este equipo quiere recalcular la historia.
Fecha: 19 de diciembre 2018
Para el Dr. Bernardo Krause, académico de la sección de Neonatología de la División de Pediatría UC, las intervenciones terapéuticas por enfermedades cardiovasculares podrían tener un mayor impacto en la vida de la persona cuando se hacen desde el útero y en los primeros días de nacido. ¿Qué tiene que ver el periodo perinatal con lo que sucederá 40 o 70 años después? Lo suficiente para que, teóricamente, se pudiese cambiar el rumbo.
Esta primicia es una de las tantas que está detrás de los estudios del Dr. Krause y su equipo; y con esta concursó al Premio a la Investigación Científica Universitaria de Banco Santander y El Mercurio. Tras obtener el segundo lugar como investigador joven expresa su felicidad por el reconocimiento entre tantos equipos que están detrás de la epigenética en Chile.
La epigenética, mecanismos que registran las interacciones del individuo con el ambiente y hacen que sus genes se expresen distintos a otros, es una de las ramas de estudio más importante en la actualidad porque ha permitido entender mejor el origen de las enfermedades y la posibilidad de hacer algo a tiempo para evitarlas.
Buscando cambiar el destino
“Estudiamos las células de las arterias umbilicales en los modelos pre-clínicos y descubrimos que las marcas o cambios asociados a alteraciones en la funcionalidad arterial, que uno puede observar en el individuo que tiene alteraciones en el crecimiento intrauterino, pueden ser encontradas también en las arterias umbilicales”, explicó el Dr. Krause.
Los investigadores desarrollaron un concepto que apunta a que las enfermedades crónicas no transmisibles (hipertensión, diabetes, obesidad) son una consecuencia de la trayectoria de la persona; no es exclusiva de sus genes, sino también de su interacción con el ambiente. El envejecimiento, finalmente, es un proceso que inicia desde la misma gestación, lo que genera un camino con señalizaciones en la que se podrían intervenir.
Precisamente: una de las claves es que no todo está escrito sobre piedra, estas marcas epigenéticas encontradas no perduran a través de toda la vida, aunque sí señalen una dirección a futuro. “Si bien no las vuelvo a encontrar, me están diciendo cómo se va a comportar a mediano plazo el sistema vascular del individuo y abren una ventana de intervenciones”, concreta el Dr. Krause.
“Estamos enfocados a desarrollar alternativas terapéuticas (ahora en modelos pre-clínicos) para tratar inicialmente aquellos casos que hoy en día son más significativos en el área de la perinatología, como es el menor crecimiento intrauterino y el parto pre termino, porque son factores de riesgo cardiovascular a largo plazo”, explica el Dr. Krause.
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