Día Mundial para la Prevención del Suicidio: Especialistas de Medicina UC coinciden en que son actos que se pueden prevenir

En Chile mueren por suicidio unas 2 mil personas al año, siendo un problema complejo, multifactorial, en el que interactúan una serie de factores de tipo biológicos, sociales e individuales que van predisponiendo al suicidio.

Fuente: Equipo clínico y de investigación UC – MIDAP para la prevención del suicidio

Fecha: 10 de septiembre 2020

El suicidio es un problema complejo, multifactorial, en el que interactúan una serie de factores de tipo biológicos, sociales e individuales que van predisponiendo al suicidio. Un evento, que puede ser un estresor corriente de la vida (discusión, ruptura, recibir una mala noticia, no ser incluido en una actividad, entre muchos otros) puede actuar como desencadenante, que se agrega a una trayectoria de situaciones que han vulnerado y se produce un intento de suicidio.

En el mundo se estiman 800 mil muertes por suicidio año, lo que es equivalente a que cada 40 segundos muere una persona por suicidio. En Chile son cerca de 2 mil personas las que fallecen cada año, equivalente a la cantidad de muertes anuales en accidentes de tránsito, situando al país en el lugar 21 de los países miembros de la OCDE.

La Universidad, interesada en aportar en la prevención en salud mental, tiene un estudio desde el año 2005 que ha investigado sobre los factores protectores y de riesgo suicida, cuyos hallazgos han profundizado en la complejidad de este problema de salud pública.

El equipo clínico y de investigación UC – MIDAP para la prevención del suicidio, indica que la prevención de la depresión y el suicidio es una responsabilidad de la comunidad, siendo la familia y los amigos fundamentales para esto. Cada uno puede colaborar desde el punto de vista de su rol, escuchando atentamente, y promoviendo la consulta a especialistas.

En el caso de los adolescentes, se recomienda a los padres y familiares saber en qué andan, quiénes y cómo son sus amigos, cómo están, que esperan de la vida. Se sugiere que los adultos estemos atentos y disponibles a comprender y a ayudar si hay dificultades, no solo exigir que sean exitosos y dar sermones. Empatizar con sus sufrimientos y dificultades de esta etapa de la vida y ofrecer ayuda con esperanza si hay situaciones de vulnerabilidad.

Asimismo, en este mismo grupo etario, no hay que minimizar el consumo de alcohol y sustancias, ya que, si bien lo podemos mirar como una exploración habitual de la edad, propia del momento de desarrollo, el consumo en nuestro país ha sobrepasado algunos límites y muchos jóvenes toman en exceso.

Se debe consultar con un especialista si hay alerta de síntomas depresivos:

  1. Ánimo bajo o irritable que perdura por semanas
  2. Cambios en el sueño y en la alimentación
  3. Cansancio y falta de energía inhabituales
  4. Retirarse de las actividades cotidianas
  5. Dificultad para concentrarse y para cumplir con las obligaciones
  6. Pérdida de satisfacción con las actividades que suelen hacerlo feliz

Adicionalmente, se recomienda estar atentos a la alerta de riesgo suicida:

  1. Alejarse progresivamente de los amigos
  2. Cambios en el sueño y en la alimentación
  3. Visualizar la vida como algo triste y sin esperanza (hablar de ser un cacho, una carga, de no poder aguantar más, que lo demás estarían mejor sin mí)
  4. Aumentar el consumo de alcohol, de sustancias y de conductas de riesgo (promiscuidad, conducir en estado de ebriedad)
  5. Hablar de finales, de despedidas, abruptamente comenzar a regalar pertenencias

 

Fuente: Equipo clínico y de investigación UC – MIDAP para la prevención del suicidio.

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