El test permite detectar signos neurológicos blandos y también graduar este trastorno en los pacientes seropositivos.
Fecha: 15 de octubre 2018
Los doctores Pablo Toro y María Elena Ceballos unieron fuerzas para evaluar la presencia del trastorno neurocognitivo en un grupo de pacientes con VIH. Los académicos de los departamentos de Psiquiatría y Enfermedades Infecciosas UC realizaron una evaluación especial que no se había aplicado antes en personas seropositivas (signos neurológicos blandos), la cual permitió confirmar problemas neurocognitivos y también graduar su gravedad dentro de la clasificación existente.
“Esto es importante porque a nivel mundial, para hacer este diagnóstico, se necesita una batería de exámenes que es muy especializada, cara y poco asequible. Además, los test más sencillos no han sido correctamente validados ni son realmente representativos para darnos el diagnóstico”, explica la Dra. Ceballos, del Departamento de Enfermedades Infecciosas.
Hace más de una década, al sondear un grupo de pacientes con VIH era fácil encontrar personas con trastorno neurocognitivo grave o también llamada demencia por VIH; sin embargo, gracias al uso de las terapias antirretrovirales ya no son tan comunes los casos de demencia. Sin embargo, no sucede lo mismo con las formas menos graves de este trastorno, pues la cantidad de casos pareciera no haber variado significativamente.
Todavía quedan muchas dudas sobre por qué las personas seropositivas son más propensas a tener problemas neurocognitivos a lo largo de su vida, pero lo que sí recalcan ambos doctores es la importancia de tener un diagnóstico oportuno para iniciar la terapia antirretroviral lo más pronto posible. El uso de fármacos controlaría el posible avance del virus en el cerebro evitando llegar a formas más graves, como la demencia.
“Pareciera que el cerebro envejeciera antes de lo normal. Estamos hablando de pacientes de 40 o 50 años que tienen problemas cognitivos: se le olvidan cosas, no tienen tanta rapidez para trabajar como antes, etc. Por eso es tan importante hacerse la prueba: mucha gente que padece la infección no sabe que la tienen, viven sin tratamiento y pueden estar desarrollando compromiso neurocognitivo con el VIH sin darse cuenta”, apunta el Dr. Toro, del Departamento de Psiquiatría.
La investigación fue publicada en la revista internacional Psychiatry Research.