Los recién nacidos necesitan los alimentos adecuados en el momento oportuno para crecer y desarrollarse en plenitud, siendo el momento más importante para su nutrición sus primeros mil días, que van desde el inicio del embarazo hasta el segundo cumpleaños del niño.
Fecha: 2 de agosto 2019
La Unicef mostró un estudio que indica que mediante la lactancia materna temprana se puede evitar un 16% de las muertes neonatales. ¿Es así de esencial, especialmente la lactancia materna temprana (entendida por la Unicef como amamantar luego de una hora tras el nacimiento)?
Efectivamente es así de esencial, y en términos de Salud Pública, es una medida altamente costoefectiva para disminuir no sólo mortalidad neonatal (muertes en el 1º mes de vida) sino también morbimortalidad infantil.
Un estudio publicado en The Lancet en 2013 mostró que si se siguiesen las recomendaciones actuales para una lactancia óptima (empezar a amamantar a cada niño en la primera hora tras su nacimiento, dar Lactancia Materna Exclusiva durante los primeros 6 meses de vida y luego complementaria hasta los dos años), cada año se salvarían unas 800 mil vidas infantiles.
Para que esto ocurra es fundamental que existan políticas que favorezcan la lactancia materna a nivel poblacional como lo son los “10 pasos para una lactancia exitosa” impulsados por la OMS y UNICEF desde 1986 y además la existencia de prácticas hospitalarias que aporten a la fisiología de la lactancia y no interfieran con ésta, de modo de favorecer la instalación de la lactancia materna durante la 1º hora de vida. Por mencionar algunas, está el promover el parto vaginal espontáneo, permitir el contacto piel con piel de la madre con el recién nacido luego del parto, contar con personal capacitado en prácticas amigables con la lactancia materna, entre otras.
¿Qué componentes o características tiene la leche materna que la hace tan importante?
En muchas partes se habla de la leche materna como un “fluido vivo y cambiante”, en el sentido de que posee diversas cualidades que le dan beneficios al lactante en las distintas etapas de su vida, adaptándose a sus necesidades y requerimientos, y favoreciendo su desarrollo óptimo. Sus componentes varían entre mujeres e incluso en la misma madre a distintas horas del día, entre ambas mamas, entre lactadas, durante una misma mamada y en distintas etapas de la lactancia.
La leche materna va cambiando a través del tiempo, para cada edad y etapa va teniendo composiciones y atributos diferentes, además de tener una composición que varía según las necesidades del niño (por ejemplo si está enfermo, si hace frío o calor, si es niño o niña, etc). Prácticamente es “hecha a la medida”, entregando aportes nutricionales e inmunológicos que no se consiguen de otra forma, logrando por ejemplo, menor morbilidad gastrointestinal y hospitalizaciones por infecciones del tracto respiratorio inferior, menores tasas de obesidad y sindrome metabólico.
¿La lactancia materna tiene algún tipo de beneficio para las madres?
Sí, ¡muchos! Las madres que dan pecho en el corto plazo tienen menor riesgo de sangrado post parto y de depresión post parto, además si lo hacen en forma exclusiva tienen una amenorrea más prolongada post parto (lo que permite espaciar los embarazos) y una pérdida de peso postparto más rápida. También se ha visto una disminución leve de la chance de tener cáncer de mama y ovario, y podrían tener menos riesgo de presentar diabetes, enfermedad cardiovascular y artritis reumatoide.
¿Cómo es la calidad de los suplementos alimenticios para neonatos? ¿Es recomendable usarlos? ¿La leche materna es irreemplazable?
Antes se pensaba que las fórmulas infantiles podían reemplazar y ser similares a la leche materna, lo que en la actualidad se ha visto que no es así. De partida el hecho de que la leche materna sea “hecha a la medida” de cada hijo ya constituye un gran factor diferenciador, porque la fórmula es para todos los niños la misma y tiene siempre la misma composición.
El calostro, por ejemplo, es rico en inmunoglobulinas, linfocitos y macrófagos, constituyendo la primera barrera inmunológica del recién nacido. Contiene además factores de crecimiento que favorecen la maduración de los sistemas, además de una alta concentración de proteínas, vitaminas liposolubles y otros elementos que ayudan a prevenir diversas patologías del recién nacido.
La leche madura, por su parte, tiene una gran variedad de macro y micronutrientes, enzimas, hormonas, ácidos grasos, elementos bio-activos y un sin fin de otros componentes que se ha visto que otorgan beneficios al lactante. Muchos de estos componentes se pueden obtener de forma sintética, pero muchos otros no.
Cada vez se tiene más conocimiento de que la lactancia materna es irreemplazable y que las fórmulas deben usarse con mucha precaución, como un medicamento, ya que tienen efectos adversos o privan de beneficios la salud del niño y de la madre. Ahora bien, si por distintas razones no se logra la lactancia materna, es importante indicar adecuadamente la fórmula y acompañar mucho a esa mamá sin juzgarla.
¿Qué recomendaciones daría usted a las madres que están iniciando el proceso de lactancia?
Les recomendaría que fuera un proceso acompañado, ya sea por su pareja, madre, hermana, amiga, ¡todo apoyo sirve! Como todo en la vida, tiene momentos en que se va a hacer difícil, puede haber dolor, estar muy cansada, sentir que no le sale la suficiente leche, que la guagua queda con hambre, tener miles de dudas, etc. Contar con redes de apoyo que estén conteniendo en estos momentos es clave. Actualmente existen clínicas de lactancia, asesoras de lactancia, hay grupos de apoyo a la lactancia materna, muchas instancias disponibles para acompañar a las mamás y que no sea algo que se viva sola. Es muy importante que las mamás se sientan tranquilas, seguras, cómodas, durante la lactancia, porque si la mamá está bien, también lo estará la guagua.