Médicos UC irán a África

Médicos UC irán a África

Fecha: 21 de abril 2016

Viajes anteriores del Dr. Rodrigo López a África.

Chad es un país ubicado en África Central, con un poco más de 11 millones de habitantes. N’Djamena es la capital y la ciudad más grande de este país donde conviven más de 200 etnias. Los idiomas oficiales son el árabe y el francés, y las religiones con más seguidores son el islam y el cristianismo.

Hace siete años el Dr. Rodrigo López, académico de la División de Anestesiología de la Facultad de Medicina UC, tuvo la oportunidad de conocer de cerca la labor que realiza el hospital “el Buen Samaritano” en la capital de Chad, lo que le permitió sumergirse en una realidad totalmente distinta a lo que estaba acostumbrado. 

africa-1En hospital de Chad.
africa-3Enseñando RCP.

“Aprendí a usar máquinas que en Chile están obsoletas hace más de 20 años y a trabajar con muy pocos recursos, en un lugar donde priman enfermedades tropicales y en donde el desafío es mayor por la precariedad de las condiciones en las que se trabaja”, comentó. Un médico sacerdote chileno que está viviendo allá hace más de 25 años fue quien hizo el nexo, lo que permitió que el Dr. López llegara a ese país tan lejano.

Para el anestesiólogo éste es un gran desafío profesional: trabajar en esas condiciones con pocos recursos, con este tipo de patologías “Es muy gratificante dejar algo allá, no tan sólo ir, hacer 3, 4 ó 20 cirugías y devolverse. Enseñarles reanimación, iniciar los protocolos de analgesia, todas cosas que quedan aunque uno no esté. La gente del hospital valora mucho lo que podemos entregarles. Algunos tienen acceso a internet un par de horas al día, por lo que saben que hay un mundo afuera y sienten que están un poco abandonados. Cuando alguien llega, para ellos significa que alguien se preocupó de lo que están viviendo, pero cuando alguien regresa la sensación es mucho más significativa porque sienten que volvieron por ellos. Y eso es una motivación súper grande y los reconforta un montón en sus esfuerzos”, explica el anestesiólogo.

Es así como surgió este año la idea de que un equipo de médicos de la Facultad participen en un viaje que sin duda será una gran experiencia. La fundación que visitó el Dr. López gestiona dos hospitales en el país, uno de ellos en la capital, donde ya teníamos una experiencia anterior llevando profesionales de la UC. “La idea es ayudar y trabajar en las cosas que podemos hacer, la gracia es que éste es un hospital universitario, que tiene una Facultad de Medicina con una Escuela de Medicina y una de Enfermería. Ellos tienen un importante déficit de médicos por habitantes y casi no tienen especialistas. En respuesta a esa necesidad es que crearon su propia Facultad de Medicina. Entonces nosotros, además de ir a trabajar y hacer cosas en el hospital, podemos enseñar mucho. Una vez me tocó actualizar los protocolos de reanimación. Otra vez, sacando materiales, encontramos un “fantoma” para realizar algunos pasos de Reanimación Cardio-Pulmonar (RCP). El objetivo es seguir colaborando con eso y ver qué otras posibilidades hay a futuro. Además, hacemos cirugías. Allá hay un cirujano y un egresado de medicina que se dedica a la ginecología, además llegan frecuentemente traumatólogos, principalmente desde España”, cuenta entusiasmado el Dr. López.

Durante el mes de junio podrán interactuar con el personal de salud del Hospital Universitario y todos los cooperantes internacionales que llegan a esta zona. Éste será el quinto viaje del Dr. López, quien irá acompañado de los doctores Eduardo Kattan y Win Tin Chang, residentes de Anestesiología, junto al Jefe de Post Título de Cirugía General, Dr. Jorge Martínez y los doctores Pedro Sfeir y Alejandro Brañes, residentes de Cirugía General; además la Dra. Constanza Ramírez, del Departamento de Traumatología, repetirá la experiencia que tuvo el año 2012, cuando fue a trabajar a estos hospitales. Para los doctores Win Tin Chang y Pedro Sfeir habrán terminado la especialidad poco tiempo antes y se tratará de sus primeras misiones. Todo este equipo será el encargado de aportar toda su experiencia en esta zona tan alejada de nuestro país. “Nos instalaremos en la capital, ahí está la Facultad de Medicina, ahí se puede hacer docencia con alumnos de segundo y de quinto año, hay dos pabellones, tiene 180 camas aproximadamente. Las necesidades son tremendas, no hay ningún anestesiólogo formado, la primera vez que fui había seis enfermeros anestesistas y ellos son los que dan la anestesia”, comentó el especialista.

Es interesante mostrar a nuestros pares chilenos esa realidad para que se entusiasmen y nos acompañen. “Parte de mi objetivo es enseñarle a más personas, por eso vamos con Eduardo y con Win, para que aprendan a ser autónomos como anestesistas en experiencias de cooperación internacional. La idea es seguir agregando más gente en este sueño”, explicó.

En general, los pacientes son programados con anterioridad, preparándose para lo que se atenderá en ese mes. Habitualmente se llevan a cabo entre cuatro o cinco cirugías diarias, como hernias inguinales, vesículas biliares, problemas a la vejiga, histerectomías y cesáreas, entre otras. Los pacientes suelen tener muchas patologías infecciosas que acá no se ven, como la malaria. “Eso cambia el plan anestésico, hemos tenido que aprender más de enfermedades tropicales, que tampoco aparece mucho en los libros de anestesia. Como son patologías del llamado “tercer mundo” los libros y revistas de los países desarrollados no se preocupan de esa realidad”, comentó.

Las condiciones del quehacer cotidiano son precarias. La electricidad de la red de la ciudad llegó hace no más de tres años y no funciona las 24 horas del día, el resto del tiempo se produce con generador, cuando hay combustible. En la noche se iluminan con lamparillas a gas. El agua es de pozo. Ellos trabajan normalmente con muchos cooperantes internacionales. “Una de las veces que yo fui habían infectólogos franceses e italianos, traumatólogos españoles; un grupo muy internacional de gente que va y que viajan para trabajar entre uno y seis meses allá”, contó.

Los doctores López y  Kattan parten a fines de Mayo, y el resto del equipo se irá sumando poco a poco para estar allá durante el mes Junio. “La Facultad nos ha apoyado mucho, sobre todo con algunos trámites y recursos. La Red de Salud también nos ha ayudado a conseguirnos algunas cosas, por ejemplo insumos y medicamentos para llevar”, señaló el especialista.

Muchas veces se dice que ir a este país es para médicos mayores, con más experiencia, pero el Dr. López cree que para él ha sido una tremenda oportunidad de trabajar en un medio sin recursos y con muchas necesidades. “Nosotros, que estamos al otro lado del mundo, somos quizás más flexibles, conocemos la realidad con mucha tecnología de acá, pero también hemos hecho nuestra formación en hospitales públicos con menos recursos. Eso nos ha dado más experiencia y nos podemos adaptar. La primera vez me costó mucho, pero salí adelante. Por eso voy con más gente de acá para que también vivan esa experiencia. Estoy súper tranquilo que allá todos van a hacer su trabajo y van a saber priorizar”, finalizó.

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