En medio de la crisis sanitaria que afecta a Chile y el mundo, Gladys Gajardo, enfermera de la Red de Salud UC CHRISTUS, se unió al equipo de la Unidad de Paciente Crítico del Hospital Clínico UC, para facilitar la comunicación entre pacientes y familias a través de videollamadas.
Fecha: 28 de junio 2020
Gladys Gajardo es enfermera de la Red de Salud UC CHRISTUS, hace 15 años trabajó en la Unidad de Paciente Crítico (UPC) del Hospital Clínico UC y actualmente es parte del equipo de Normativa y resolución sanitaria de la Red. Por la cuarentena su trabajo disminuyó considerablemente, por lo que solicitó a su jefatura, el Dr. Rodrigo Poblete, la posibilidad de brindar apoyo en la UPC.
En un principio la idea era que trabajara principalmente en labores administrativas, pero finalmente le plantearon la posibilidad de apoyar en la comunicación entre los pacientes y sus familias. Así fue como la jefatura de la UPC, el Dr. Sebastián Bravo y la Enfermera Jefe Leslie Cortés, en conjunto con la Unidad de Atención de Paciente y Familias realizaron un plan de trabajo con el objetivo de facilitar esta comunicación, donde el rol de las videollamadas juega un papel fundamental.
“En las mañanas realizamos un Censo de todos los pacientes que están en la UPC y luego buscamos los contactos de sus familias en las fichas médicas. Cuando el paciente viene desde otro centro, nos contactamos con éste para conseguir la información. Una vez contactado el familiar responsable de la hospitalización y la comunicación con el equipo médico, le explicamos que las visitas están restringidas, pero que el médico a cargo de su pariente los estará contactando. También entregamos los números de teléfono de la Unidad para que puedan comunicarse con el equipo y preguntar información general sobre cómo pasó la noche, cómo se mantiene su familiar, y también informamos sobre la posibilidad de hacer videollamadas”, explica Gladys.
“Las familias, por lo general, aceptan sin problemas las indicaciones que se entregan en relación a la suspensión de las visitas en la Unidad, ellos saben que la situación es complicada y que esta restricción es una medida para evitar o disminuir la diseminación del virus en la comunidad. El contacto telefónico del equipo médico con las familias y el sistema de videollamadas, ha sido fundamental para disminuir la ansiedad y el estrés postraumático que implica tener un familiar hospitalizado en una Unidad de Paciente Crítico en las condiciones actuales, ya que les permite mantenerse informados y presentes a pesar de la distancia” agrega la enfermera UC.
Gladys cuenta que el equipo de la UPC ha enfrentado otros nuevos desafíos como es el caso de la comunicación con las familias de pacientes graves que están con soporte ventilatorio invasivo y por consecuencia sedados, posición prono o en procedimientos más complejos como la terapia ECMO, en estas situaciones específicas se aplica un protocolo previo con la familia: “Antes de dar vuelta la cámara explicamos de manera sencilla el estado actual del paciente, solicitamos que no participen niños y una vez que están preparados les mostramos a su familiar”.
En ese momento vuelven a explicar todo lo que pueden observar y para qué sirve: los efectos de una sedación profunda y cómo benefician la terapia ventilatoria, los cuidados de la piel del paciente y los cambios de posición, en caso de ser necesario también explican la posición prona y su efectividad, entre otras cosas. Este trabajo es crucial, puesto que la información y transparencia en el manejo médico del paciente, disminuye el nivel de estrés y crea un vínculo de confianza en lo que se está haciendo con la familia.
“Las personas me preguntan cómo lo hago, cómo no me desgasto. La verdad es que hay momentos en los que uno tiene mucha pena y frustración, pero basta con observar la fuerza y voluntad de todo el equipo, la unión que permite sacar adelante turnos durísimos, la dedicación y vocación de médicos, enfermeras, TENS, kinesiólogos, auxiliares de apoyo y administrativos, entre otros. Además, no te explico la inyección de alegría y esperanza al ver que un paciente sale adelante y ni hablar de todas las maravillosas sonrisas e historias que nacen con un reencuentro. Todo eso ayuda a que todos tengamos energía y fuerza para seguir luchando”, cuenta Gladys.
En relación al trabajo de hacer videollamadas Gladys asegura que es una tarea maravillosa: “Tenemos casos de pacientes que vienen de otros centros donde permanecieron sedados e intubados por semanas, y que en esta condición fueron trasladados a nuestra institución donde se mantienen en este estado por varios días más. Cuando por fin se logra la extubación y podemos ofrecerles realizar una videollamada, la emoción tanto para el paciente como para su familia es muy grande. Es algo muy gratificante y enriquecedor que anima, no tan sólo al paciente y su familia, sino que también a nuestro equipo que ha luchado día a día por sacar al paciente adelante”.
“Muchas veces los pacientes se ponen a llorar de emoción, así que nuestro rol en esos momentos es de contención y compañía. Además, al finalizar la videollamada, volvemos a contactarnos con la familia para hacer seguimiento del estado emocional del grupo después de esta experiencia, ya que estamos trabajando en conjunto con el equipo de Psiquiatría de Enlace, quienes gestionan el apoyo emocional tanto para el paciente como para su familia”, finaliza Gladys.