Realizar un análisis crítico de la evaluación económica de intervenciones y tecnologías en salud, con el objetivo de informar decisiones sobre cobertura sanitaria y de implementación de mecanismos innovadores de acceso son un elemento clave en los sistemas de salud nacionales y mundiales.
Fecha: 16 de junio 2020
Se ha detectado una creciente demanda de formación en el área de la evaluación económica en salud, tanto en el sector público como en el privado y académico, pues es necesario tener expertos que comprendan e interpreten adecuadamente la información en salud y vuelquen este conocimiento hacia espacios de decisión de cobertura en salud.
“Los sistemas de salud enfrentan el desafío de tener a su disposición más actividades beneficiosas que las que pueden financiar. La decisión de qué intervenciones financiar primero y cuáles deberán esperar por más recursos, no sólo requiere saber cuánta salud adicional producen (eficacia o efectividad) sino que también de las consecuencias de no destinar los recursos a otras actividades que se realizan corrientemente”, explica el especialista Dr. Manuel Espinoza.
“En otras palabras, una priorización adecuada requiere considerar la eficiencia en la asignación de los recursos limitados, lo cual se informa con la evaluación económica, la que a su vez representa un área de creciente interés y desarrollo a nivel internacional y que ha venido de la mano del interés de los gobiernos por implementar procesos de Evaluación de Tecnologías en Salud (ETESA) para informar decisiones de cobertura”, agrega el salubrista UC.
En Chile, el rol de la evaluación económica para informar decisiones de cobertura ha sido relevante especialmente en el Régimen de Garantías Explícitas en Salud (GES), y más recientemente, para la definición de los servicios cubiertos por el fondo de la Ley Ricarte Soto. Además, ha facilitado la irrupción de nuevos e innovadores mecanismos de acceso a tecnologías, tales como los modelos de riesgo compartido (managed entry agreements).
En este contexto, la Escuela de Medicina a través del Departamento de Salud Pública UC y la Unidad de Evaluación de Tecnologías en Salud, crearon el Diplomado en Evaluación Económica de Tecnologías en Salud a cargo del Dr. Manuel Espinoza.
“El propósito fundamental del programa es dar a conocer a los alumnos nuevos paradigmas e instrumentos que les permitan abordar adecuadamente el problema de priorización en salud. En términos sanitarios, una de las mayores consecuencias futuras de la pandemia derivada de la infección por SARS-COV2, será la postergación de servicios de salud”, explica el especialista en relación a la importancia que se añadirá a estos conocimientos debido a la actual pandemia.
“En otras palabras, si el sistema de salud tenía el desafío de priorizar adecuadamente antes de la epidemia, en el futuro este desafío resulta aún mayor. Es probable que la disponibilidad de recursos para financiar nuevas tecnologías sea bastante menor que el proyectado, lo cual se suma a una demanda social por mayor transparencia del quehacer de la autoridad en salud. En este contexto, la implementación de métodos y procesos que minimicen el cuestionamiento de las decisiones de priorización resultan esenciales para la estabilidad institucional”, finaliza el Dr. Espinoza.