Se estima que hasta un 20% de la población presentará una hernia inguinal o umbilical y, hasta un 30% de los pacientes que son operados por vía abierta, pueden desarrollar una hernia incisional.
Fecha: 25 de mayo 2018
Según cifras del Ministerio de Salud de 2014, la cirugía de hernia abdominal es la tercera intervención quirúrgica más realizada en nuestro país, con 32.094 operaciones anuales. Asimismo, el concepto “hernias abdominales” tiene mensualmente cerca de 45.000 búsquedas en Google.
En términos generales, las hernias se producen por el debilitamiento de algunas zonas de la pared abdominal, produciéndose finalmente un orificio en la pared a través del cual los órganos internos de la cavidad abdominal tienden a protruir, formando así un abultamiento bajo la piel. Las hernias más frecuentes son inguinales, que aparecen en la ingle y afectan mayoritariamente a hombres; umbilicales, aparecen en el ombligo; e incisionales, que aparecen en la zona de una incisión quirúrgica previa.
“No hay forma de prevenirlas y tienen más tendencia a padecerlas personas con obesidad, fumadores, tosedores crónicos, de edad avanzada, con problemas prostáticos, cirróticos y quienes levantan cargas pesadas”, señala el Dr Nicolás Quezada, miembro del Departamento de Cirugía Digestiva UC y quien encabeza el Equipo de Hernias.
El principal síntoma es presentar un aumento de volumen en la pared abdominal que se hace más evidente con maniobras de valsalva, es decir, cuando la persona se levanta, hace algún tipo de actividad física o tose y tiende a reducirse cuando se acuesta. Entre los principales malestares destacan: dolor; alteración estética, pues puede llegar a protuberar el intestino completo, ulceraciones en la piel en casos extremos y episodios de atascamiento que requiere tratamiento de urgencia.
La cirugía, el único tratamiento
Las hernias tienden a crecer con el tiempo y el único tratamiento es la cirugía, la que debe realizarse de urgencia cuando la hernia se estrangula. “La cirugía consiste en el cierre del orificio herniario y en la mayoría de los casos el reforzamiento con una malla, la que disminuye significativamente la tasa de recurrencia de la hernia. Las técnicas mínimamente invasivas evitan la gran cicatriz que deja la cirugía, permiten una recuperación más temprana a las actividades normales y se traducen en menor dolor post operatorio”, agrega el especialista.
La cirugía de hernias se realiza en varias instituciones de salud del país, sin embargo, las alternativas laparoscópicas se concentran en pocos centros. “La experiencia del grupo de Cirugía Digestiva UC, en cirugía laparoscópica de múltiples patologías, ha permitido incorporar técnicas muy complejas, pero con excelentes resultados funcionales y estéticos para los pacientes y con todos los beneficios de la cirugía mínimamente invasiva”, afirma el Dr. Quezada, quien hizo su formación en hernias complejas y cirugía mínimamente invasiva en Cleveland Clinic.
El equipo ha tratado a más de 150 pacientes por hernia ventral y a más de 500 por hernias inguinales, convirtiéndose en referente de casos complejos que han tenido múltiples intentos por ser reparados.
“Estamos recibiendo pacientes de Santiago y regiones y esperamos que esto siga aumentando. Las hernias complejas de la pared abdominal no son un tema fácil para los cirujanos y muchas veces son dejadas de lado, por lo que estos pacientes esperan años para resolver su problema, impactando fuertemente en su calidad de vida”, finaliza.