Académicos UC lideran proyecto “Avanzando al desarrollo de una propuesta de Ley de Salud Mental en Chile”

Académicos UC lideran proyecto “Avanzando al desarrollo de una propuesta de Ley de Salud Mental en Chile”

Fecha: 29 de octubre 2014

Un equipo liderado por los psiquiatras Dres. Matías González, Álvaro Jeria, Jorge Calderón, del Departamento de Psiquiatría, Dr. Gonzalo Valdivia, del Departamento de Salud Pública, todos académicos de la Facultad de Medicina UC, Paula Repetto, de la Escuela de Psicología y Ángela Vivanco de la Facultad de Derecho, presentaron en el Centro de Políticas Públicas UC, un documento como propuesta para crear una Ley de Salud Mental para Chile, con el objetivo de entregar un marco de promoción y protección a los grupos de mayor vulnerabilidad y riesgo de entre quienes sufren de este tipo de enfermedades.

En el mundo, los procesos de reforma a la salud Mental (SM) llevan varias décadas. En Latinoamérica en particular, este proceso se inició en 1990 con la Declaración de Caracas, que promovía la desinstitucionalización de la SM, el desarrollo de los modelos de atención cercanos a los pacientes, en las comunidades, y con una fuerte orientación a la rehabilitación: la llamada SM Comunitaria. Uno de los pilares de estas reformas ha sido el desarrollo de legislaciones específicas en SM.

En Chile, esta reforma se inicia con el Plan Nacional de SM (2001), que proponía la instalación y el desarrollo de un Modelo Comunitario, con centros de atención especializados, un desarrollo armónico en todas las regiones del país, un aumento sustancial del presupuesto en SM, entre otras medidas. La última revisión de dichos logros (WHO-AIMS 2012) muestra que varias de estas medidas no han sido logradas en su totalidad.

Una legislación específica en salud mental ha sido uno de los mecanismos exitosos utilizados a nivel mundial para resolver la discriminación estructural que sufren quienes padecen estas patologías: menos acceso, discriminación, estigma.

Una Ley de Salud Mental para Chile, además contribuiría a abogar por un mayor presupuesto para esta área; estimular los cambios estructurales necesarios para mejorar la accesibilidad y la equidad en Salud Mental. Generar mecanismos que permitan innovar, investigar, desarrollar y posicionar mejor la Salud mental como un problema de Salud Pública.

Una Ley de Salud Mental, según los expertos, puede ser una herramienta más eficaz que como sociedad podemos definir para acabar con el estigma y la discriminación hacia las personas que padecen de trastornos mentales. Algunos de sus aspectos fundamentales son:

Favorecer alternativas de tratamiento lo menos restrictivas, favoreciendo tratamientos ambulatorios.

Resguardar la confidencialidad y el consentimiento informado y válido al tratamiento.

Regular ingresos y tratamientos voluntarios e involuntarios, generando los mecanismos necesarios para ello.

Desarrollar modelos de tratamiento involuntario en la Comunidad.

Instalar mecanismos periódicos de revisión de todas las instancias que afectan la libertad o la integridad de las personas.

Incluir aspectos de competencia o capacidad.

Asegurar la correcta acreditación de los profesionales que se desempeñen en SM.

Promover y defender los derechos de familiares y cuidadores.

“Lo que queremos es que el paciente mental sea sujeto de derecho, vale decir que al tener una Ley que regula y ampara sus derechos estos sean reconocidos y eventualmente exigidos. En paralelo la Sociedad debe hacerse cargo de su cuidado cuando corresponda con estándares de atención de calidad que los dignifique y que en ningún caso vulnere esos derechos”, explica el Dr. Matías González.

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