Los especialistas en Salud Pública y académicos de la Escuela de Medicina UC, Dr. Jaime Cerda y Dra. Claudia Bambs, publicaron el estudio “Variación estacional de las defunciones por infarto agudo del miocardio en Chile”.
Fecha: 17 de agosto 2021
Internacionalmente, las muertes por enfermedades cardiovasculares (ECV) tienen un peak de frecuencia durante el invierno. En este contexto los doctores Jaime Cerda y Claudia Bambs, del Departamento de Salud Pública UC, buscaron objetivar la existencia de variación estacional en las muertes por infarto agudo del miocardio (IAM) en Chile.
Para el estudio, los investigadores realizaron un análisis de las bases de datos de informes de defunciones disponibles en el sitio web del Ministerio de Salud de Chile. Esta información permitió estudiar la estacionalidad de las muertes por IAM (códigos ICD-10 I21, I22, I23) ocurridas en Chile entre 2001-2016.
“Durante el período 2001-2016 se registraron un total de 94.788 defunciones por IAM, correspondientes a 93.349 defunciones corregidas. De estas últimas, el 29,2% se produjo en invierno, el 24,9% en primavera, el 24,0% en otoño y el 21,8% en verano. El modelo geométrico mostró un marcado patrón sinusoidal para los datos agregados”, explica la Dra. Claudia Bambs.
“La razón peak-to-low de muertes fue de 1,41 (IC del 95%: 1,38 a 1,44), siendo el peak de muertes durante julio en 14 de los 16 años analizados. Esto nos muestra que, en Chile, las defunciones por IAM tienen un marcado patrón caracterizado por un mayor número de defunciones por IAM en invierno y un menor número en verano”, agrega el Dr. Jaime Cerda.
Los autores señalan que la constatación de este comportamiento estacional presenta importantes implicancias a nivel preventivo clínico y poblacional. Dentro de las estrategias clínicas está evitar el estrés térmico mediante uso de calefacción y aire acondicionado, la restricción de actividad física al aire libre en áreas contaminadas, la vacunación anual antiinfluenza y antineumocócica del adulto, la suplementación de vitamina D de ser necesario, y el tratamiento del trastorno afectivo estacional. A esto se agrega la educación para promover el autocuidado por parte de la ciudadanía, así como la difusión de reportes de temperatura y contaminación ambiental actualizados y comprensibles.
Las estrategias de tipo poblacional incluyen el mejoramiento de políticas de subsidio de climatización de hogares, sistemas de alerta de eventos climáticos extremos (olas de frío y calor) y estrategias de reducción de contaminación ambiental. Desde un punto de vista de gestión, nuestros resultados agregan evidencia sobre la necesidad de reforzar las unidades que reciben a pacientes coronarios durante el invierno a lo largo de nuestro país.