Hoy en día hay más de 150 investigaciones que demuestran que la calidad de los parámetros del semen ha ido empeorando en los últimos 40 años; cada vez los hombres tienen menos cantidad de espermatozoides y éstos a su vez han disminuido su movilidad.
Fecha: 13 de junio 2018
La baja en la calidad del espermiograma se comenzó a identificar hace aproximadamente 40 años atrás y continúa hasta el día de hoy. Debido a esto, especialistas tienen distintas teorías para explicar lo que está pasando, entre ellas la que mayor peso tiene es la contaminación ambiental con productos químicos que actúan como hormonas femeninas.
Estos productos se denominan xenoestrógenos; materiales químicos que actúan como hormonas femeninas que bloquean la acción de las hormonas masculinas. La mayor fuente de estos químicos provienen de todos los productos derivados del plástico, varios insecticidas, detergentes y cosméticos, los cuales se adhieren a las personas porque vienen en las comidas o porque entran en contacto directo con ellos.
El Dr. Marcelo Marconi, urólogo y académico de la Escuela de Medicina de la Universidad Católica, explica que hay cuatro grandes áreas donde esto se ha demostrado: “Las tres primeras son estudios hechos en países nórdicos donde se muestra una relación directa entre la exposición de madres y la frecuencia con la que los niños nacen con criptorquidia (testículo más arriba), hipospadia (alteración de la uretra masculina), y la disminución de la distancia entre el ano y los genitales”.
“Por otro lado, hay evidencia de que hombres que se someten a tratamientos de fertilidad cuando tienen presencia en la orina o en la sangre de estos contaminantes, tienen alteraciones de los parámetros del espermatograma y además tienen peores resultados en tratamientos de medicina reproductiva”, agregó el especialista.
Para obtener mayor información de las causales sobre problemas de fertilidad en hombres y entregar un mejor tratamiento, miembros de Urología y Andrología UC, han trabajado en conjunto en innovadores exámenes que permitan llegar a un mejor diagnóstico.
“Desde hace más o menos un año y medio incluimos un examen que se llama Fragmentación del DNA espermático. Un espermiograma común y corriente es como ver la carrocería del auto, en cambio este examen te permite abrir el capó y ver el motor; con él podemos ver cómo está la parte genética del espermatozoide y su relación con la probabilidad de embarazo”, explicó el Dr. Marconi.
En adición, hace dos meses este equipo de la Universidad Católica agregó un nuevo examen llamado Determinación de estrés oxidativo, que permite evaluar qué tan inflamado está el líquido seminal. Este es un indicador de cómo está el ambiente del espermatozoide, al cual han denominado Espermiograma 2.0 o Espermiograma Molecular, con el cual pueden ver más allá y llegar con mayor profundidad a establecer causas de infertilidad masculina.
Todo esto se conversó y discutió en el marco del Workshop: Actualización en Infertilidad Masculina organizado por el Departamento de Urología y la Unidad de Andrología de la Escuela de Medicina de la Universidad Católica.