La investigación liderada por los doctores Glenn Hernández, Ricardo Castro, Jan Bakker, y la enfermera epidemióloga Leyla Alegría fue publicada en la prestigiosa revista Journal of the American Medical Association (JAMA).
Puedes encontrar el estudio en JAMA aquí y la editorial en el siguiente enlace.
Fecha: 22 de febrero 2019
El domingo 17 de febrero, el Dr. Glenn Hernández presentó ante la plenaria del Congreso de la Sociedad de Medicina Crítica Americana, el ANDROMEDA-Shock Trial, un estudio internacional multicéntrico liderado por el Departamento de Medicina Intensiva UC, y que ha remecido las bases sobre la mejor forma de tratar el shock séptico. Este estudio había sido presentado previamente en sesiones magistrales de los Congresos Europeo y Brasileño, además de Critical Care Reviews en Belfast, que reúne a los mejores trabajos de medicina intensiva del año, lo que sumado, demuestra su gran repercusión.
Esta afección, entre las causas más comunes de ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos, también tiene una mortalidad bastante alta que puede superar el 50%; por esta razón, los protocolos para atender adecuadamente a quienes presentan un cuadro de shock séptico resultan tan importantes para los equipos de Medicina Intensiva en todo el mundo.
Un test clínico simple
El proceso de reanimación del shock séptico involucra un monitoreo constante de distintas variables para determinar cuándo debe detenerse la administración agresiva de fluidos y drogas vasoactivas, pues su uso inapropiado aumenta la mortalidad. La forma más común es buscar la normalización de los niveles de lactato plasmático, pero estos especialistas observaron que el evaluar el estatus de perfusión periférica (midiendo el tiempo de rellene capilar en forma estandarizada en la superficie ventral del dedo índice) también podría ser válido.
La gran diferencia es que la perfusión periférica se puede evaluar fácilmente en cualquier contexto, y su evolución tiene relación directa con el flujo tisular, a diferencia de lactato, que es una variable no específica de perfusión, no universalmente disponible y de curso errático.
Con esto en mente, los académicos UC unieron esfuerzos junto a 28 centros hospitalarios en Argentina, Colombia, Uruguay y Ecuador, con la ayuda de la plataforma de la Red de Investigación Internacional LIVEN –nacida en un encuentro en la UC realizado en 2015– para evaluar por primera vez la potencial utilidad de perfusión periférica como objetivo de reanimación.
De más de mil potenciales pacientes evaluados en un año, se incluyeron 424 pacientes con shock séptico precoz, quienes se dividieron en dos grupos escogidos de forma aleatoria para ser reanimados contra la normalización de los niveles de lactato o de perfusión periférica. Después de 28 días, fallecieron 34,9% de los pacientes en el grupo de perfusión periférica, comparado con la mortalidad de 43,4% en el grupo del lactato. Esto implica una menor mortalidad de 8.5% en términos absolutos y 20% relativa, lo que bordeó la significancia estadística (p=0.06) en términos convencionales, aunque sí es estadísticamente significativa con análisis Bayesiano alternativo, no incluido en el reporte de JAMA.
Esta fuerte tendencia positiva se asoció a un menor uso de fluidos de reanimación y vasopresores en dosis altas en el grupo de perfusión periférica. De hecho, este grupo corrigió de forma más rápida las disfunciones de órganos y exhibió un 50% menos de mortalidad que el grupo lactato en el subgrupo de pacientes con menos disfunciones de órgano al ingreso a UCI.
El estudio, que fue coordinado y organizado a través de la Universidad Católica y no contó con financiamiento de la industria, culminó su publicación en una de las revistas más importantes de la medicina mundial obteniendo también la editorial del mes.
La opinión generalizada en redes sociales y expertos de distintos continentes es que ANDROMEDA-Shock abre una nueva era en el tratamiento del shock séptico siendo el primer estudio controlado que evalúa perfusión periférica como objetivo de reanimación. Las señales positivas arrojadas por el estudio son una buena noticia para el mundo de la medicina intensiva y de urgencia, pero también para contextos de recursos limitados, ya que la perfusión periférica destaca por disponibilidad universal y sin costo.
Puedes encontrar el estudio en JAMA aquí y la editorial en el siguiente enlace.