La tuberculosis sigue siendo una de las enfermedades más significativas en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, cada día casi 4 mil personas mueren por esta causa y otras 28 mil contraen esta enfermedad, prevenible y curable.
Fecha: 24 de marzo 2022
Cada 24 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Tuberculosis con la intención de crear conciencia en la población sobre las devastadoras consecuencias sanitarias, sociales y económicas de la enfermedad.
“En Chile en 2019 se registraron 2.912 casos de tuberculosis con una tasa de incidencia de 14.4 por cada 100 mil habitantes, y es probable que en 2020 haya existido un sub diagnóstico, así como retrasos diagnósticos debido a la pandemia de COVID-19”, cuenta la Dra. María Elvira Balcells, infectóloga del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Adulto UC.
La OMS estima que el COVID-19 impactó fuertemente los avances en reducir la incidencia de la tuberculosis a nivel mundial, y efectivamente el 2020 se revirtieron los avances logrados en los años previos: El número de notificaciones a nivel mundial bajó en 18% en 2020 respecto al 2019, y se piensa que este descenso de casos no es «real» si no que se debe a menos pesquiza, menos diagnósticos y menos reportes de casos.
Tratamientos actuales y futuros
Los esfuerzos científicos actuales se centran en el desarrollo de nuevos fármacos menos tóxicos, que permitan un tratamiento abreviado y seguro.
“Felizmente hay drogas nuevas como bedaquilina y delanamid que han sido probadas exitosamente en estudios clínicos. Estos nuevos medicamentos permiten abreviar el tratamiento de la tuberculosis resistente de 18-20 meses a 6 meses, sin uso de inyectables y con la misma probabilidad de éxito. Igualmente, se acaba de demostrar que un tratamiento nuevo de tan solo 4 meses también es exitoso para la 1ª línea”, explica la Dra. Balcells.
A esto se suma que cuando la tuberculosis además es resistente a los fármacos claves de 1ª línea, los esquemas de tratamiento requieren hasta siete antibióticos simultáneos algunos de los cuales deben ser inyectados y se extienden por hasta 18 a 20 meses de duración. Bajo estas condiciones, menos de la mitad de los pacientes completaba con éxito el tratamiento porque la combinación de los fármacos es mal tolerada.
“En Chile, otro punto muy importante y que ha sido clave en mejorar el pronóstico de los pacientes con tuberculosis resistente es que se dispone de métodos diagnósticos rápidos que nos permiten conocer la susceptibilidad de la cepa a los fármacos para confirmarla antes de establecer un esquema de tratamiento”, finaliza la Dra. Balcells.