Este viernes 17 de marzo se celebra el Día Mundial del Sueño, que busca crear conciencia de los beneficios del buen dormir y de los riesgos que están asociados a sus alteraciones.
Fecha: 17 de marzo 2017
Dormir es clave para el ser humano, pues cumple funciones de restauración física y mental y está relacionado con los procesos de aprendizaje y consolidación de la memoria.
“Cuando existen problemas de sueño, la persona afectada puede tener somnolencia diurna, fallas de atención, memoria y concentración, irritabilidad y menor rendimiento laboral o académico. Inclusive, la somnolencia diurna excesiva secundaria a varios trastornos del sueño se asocia a un aumento de los accidentes de tránsito”, explica la doctora Santín.
Además, la privación crónica de sueño (dormir menos de lo necesario) también favorece la obesidad, predispone a la aparición de diabetes y aumenta el riesgo cardiovascular.
Los trastornos del sueño más comunes son el insomnio, la apnea del sueño (ronquidos, sueño excesivo durante el día y pausas de la respiración durante el sueño) y las piernas inquietas. También están presentes los trastornos del ciclo de sueño-vigilia, conocidos popularmente como “sueño cambiado” y conductas anormales como el sonambulismo, sueños violentos o levantarse a comer durante la noche.
Para poder tener una buena calidad de sueño es importante mejorar nuestros hábitos y consultar a tiempo a un especialista si el problema es más grave.
En ese sentido, la doctora Santín recuerda los 10 mandamientos de la buena higiene del sueño: entre los que se incluye no dormir siestas de más de 45 minutos al día, no beber alcohol 4 horas antes de dormir, no tomar cafeína 6 horas antes de acostarse, hacer ejercicios pero evitarlos antes de ir a la cama, entre otros.