Medicina Familiar

UTILIDAD DE LOS SIGNOS CLÍNICOS CLÁSICOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE HIPOTIROIDISMO

UTILIDAD DE LOS SIGNOS CLÍNICOS CLÁSICOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE HIPOTIROIDISMO

UTILIDAD DE LOS SIGNOS CLÍNICOS CLÁSICOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE HIPOTIROIDISMO
Autores:
Autor: Dr. Juan Cristóbal Morales. Residente de Medicina Familiar UC.Editora: Dra. Luz Montero. Docente de Medicina Familiar UC.
INTRODUCCIÓN:
El hipotiroidismo es el segundo trastorno endocrino más frecuente en atención primaria (después de la Diabetes Mellitus) (1) y la gran mayoría de los pacientes hipotiroídeos  reciben tratamiento en este nivel de atención. (2)
En Chile, su prevalencia es de 7% en la población general  y se ha observado mayor frecuencia de presentación en pacientes psiquiátricos (10 a 20%) y en mujeres obesas 21 %. (3)
PERSPECTIVA HISTÓRICA.
Los signos clínicos de hipotiroidismo son ampliamente listados en textos de diferentes áreas de la medicina, desde su descripción inicial por Sir William Gull en 1874 (4), quien lo consideró un fenómeno “todo o nada”, que se manifestaba clínicamente por: “disminución de la sudoración, hipersensibilidad al frío, piel fría y seca, aumento de peso, fatigabilidad fácil, disminución de la actividad, constipación progresiva, apatía mental, tiempo de reflejos prolongado, carotinuria y menstruaciones prolongadas y excesivas”. Un siglo después, a la par con el avance de las tecnologías aplicadas a los métodos diagnósticos, se evidenció que el hipotiroidismo es un “proceso gradual”. (5)
Distintos grupos de investigadores han intentado aclarar cuál es la relación entre la presentación de síntomas clínicos y la alteración de parámetros bioquímicos. Esta duda resulta interesante en el escenario de atención primaria, donde el uso adecuado de los recursos y la maximización de la utilidad de los signos clínicos cobran gran relevancia.
En este contexto, surge la siguiente interrogante:
¿Es posible hacer el diagnóstico de hipotiroidismo sólo con elementos de la anamnesis y el examen físico ?
Como hemos podido comprobar en nuestra práctica habitual, el cuadro clínico típico de hipotiroidismo, es pocas veces visto. Lo que vemos más a menudo es una forma de presentación que no siempre se identifica a través de la historia y el examen físico. (6)
En ocasiones no diagnosticamos casos de hipotiroidismo debido a que los signos clínicos se desarrollan más lentamente de lo que los médicos podemos notar. Además, los síntomas muchas veces son inespecíficos y están presentes también en otros problemas de salud no relacionados con la Tiroides.
En un estudio (7) de moderada calidad metodológica,  prospectivo de corte transversal, mostró  que la presencia de síntomas aislados no tienen  la suficiente sensibilidad ni especificidad como para prescindir de la medición de TSH en el diagnóstico de hipotiroidismo. Se calcularon los LR (likelihood ratio)  para distintos signos, siendo los de mejor rendimiento 3 de ellos: bradicardia (LR + 3.88)  latencia en el reflejo aquiliano (LR + 3.41) y piel seca (LR + 2.33).
Otro estudio (8) prospectivo, mostró que el cambio en algunos síntomas durante el último año predecía de mejor forma el diagnóstico de hipotiroidismo que la presencia de síntomas actuales. Además el número de síntomas se correlacionó con los niveles de TSH. Así, para la presencia de 7 síntomas que han cambiado el último año  el LR +  fue de 9, y cuando los síntomas que han cambiado el último año fueron 11 o más, el LR + fue de 13.5. Sin embargo, la aplicabilidad de estos hallazgos se ve afectada por las limitaciones metodológicas del estudio.
Actualmente, no existe evidencia a favor o en contra del screening universal de hipotiroidismo con TSH, sino que se recomienda solicitar exámenes en los pacientes que tienen más riesgo de tener la enfermedad. (9)
 
CONCLUSIONES
Si bien los clásicos signos clínicos de hipotiroidismo no nos permiten hacer el diagnóstico de la enfermedad, su presencia nos permite identificar a los pacientes que con mayor probabilidad tendrán alteración de TSH, lo que nos permite un uso más adecuado de este recurso.
 
REFERENCIAS.
1. Flinders D. Hypothyroidism: Keys to successful management. Cortland forum. December 2006.
2. Vaidya B. et al. Management of hypothyroidism in adults. BMJ 2008;337:a801
3. Fardella C. Epidemiología de los trastornos tiroideos en Chile. Boletín de la Escuela de Medicina. PUC. Vol 29, n. 23. 2000
4. Gull W. Transactions of the Clinical Society of London. 1874, 7, 180.
5. UK guidelines for the Use of Thyroid Function Tests. British thyroid Association. July 2006.
6. Roberts C. Hypothyroidism. Lancet. 2004; 363:793 – 803
7. Indra R. et al. Accuracy of physical examination in the diagnosis of hypothyroidism: A cross-sectional, double-blind study. J Postgrad Med. March 2004. Vol 50. Issue 1
8. Canaris G], SteinerJF, Ridgway EC. Do traditional symptoms of hypothyroidism correlate with biochemical disease? J Gen Intern Med. 1997;12:544 – 550.
9. U.S. Preventive Services Task Force. Guide to Clinical Preventive Services, 2nd ed. Alexandria, Virginia: International Medical Publishing, Inc.; 1996:209-18
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