Medicina Familiar

«MI HIJO VA A REPETIR; LO MANDARON DEL COLEGIO»: ¿CÓMO LO ABORDAMOS EN ATENCION PRIMARIA?

«MI HIJO VA A REPETIR; LO MANDARON DEL COLEGIO»: ¿CÓMO LO ABORDAMOS EN ATENCION PRIMARIA?

«MI HIJO VA A REPETIR; LO MANDARON DEL COLEGIO»: ¿CÓMO LO ABORDAMOS EN ATENCION PRIMARIA?
Autor: Dra. Claudia Velástegui P. Residente Medicina familiar P.U.C.Editor: Dra. Pamela Rojas G. Médico familiar P.U.C.

INTRODUCCIÓN
Se asigna el diagnóstico de «niño con mal rendimiento escolar» a aquel que no es capaz de alcanzar el nivel de rendimiento medio, esperado para su edad y nivel pedagógico.
En términos estadísticos, los datos actuales del Ministerio de Educación dan cuenta que los cursos que acumulan mayores tasas de repitencia escolar son séptimo año básico (6,8% reprobación) y primer año de educación media (17,2% reprobación).
Como respuesta a este fracaso, un alto porcentaje de los adolescentes reprobados abandona el sistema escolar; cifras que alcanzan un 25% en séptimo básico y un 36% en primero medio.
Ente quienes desertan sólo un 19% se plantea la posibilidad de retomar sus estudios; mientras que la mayoría (50%) planifica ingresar al mundo laboral.
Pese a que el mal rendimiento afecta a un número significativo de escolares, y a que suelen ser derivados a la atención primaria, muchos profesionales no cuentan con los conceptos básicos necesarios para abordar este motivo de consulta. El siguiente artículo discutirá las principales causas que explican el fracaso escolar y planteará un abordaje inicial, desde la perspectiva de la atención primaria.ETIOLOGÍA DEL MAL RENDIMIENTO ESCOLAR
El mal rendimiento escolar puede obedecer a distintas causas, que pueden además coexistir en un mismo paciente. La tabla 1 resume las etiologías implicadas con mayor frecuencia en este cuadro y orienta sobre cuando sospecharlas.Tabla 1: Etiología del mal rendimiento escolar

Factores dependientes del Hogar

Crisis familiares normativas y/o no normativas

Cuadro de aparición aguda y concordante con un
episodio que genera crisis a nivel personal y/o familiar
(separación de los padres, cambio de casa, nacimiento
de hermanos, etc.)

Disfunción Familiar

Considerar en familias que fallan en entregar el sustento
físico, económico y/o emocional a sus
miembros. En estos casos el mal rendimiento escolar suele
ser más bien crónico y corresponder a un
síntoma más dentro de una esfera mayor de
manifestaciones (problemas de conducta, agresividad,
enuresis, etc.)

Ambientales

Sospechar en casos en los cuales no se cuenta con las
condiciones ambientales mínimas para permitir el
aprendizaje infantil (espacio físico, luz adecuada,
silencio, motivación de los padres, etc.)

Factores dependientes de la Escuela

Pertenencia a grupos

Considerar en especial durante período de
adolescencia.

Sospechar en un contexto en que la presión del
grupo «fuerza» a los escolares a rechazar el estudio; ya sea
como forma de rebelarse frente a la autoridad y/o integrar
un grupo de pares.

Problema de relación con profesores

Cuadro de inicio temporal consiste con conflicto con
profesor.

El mal rendimiento suele afectar sólo a una
asignatura, salvo que el problema sea secundario a una
conducta generalizada y permanente del alumno (ejemplo:
paciente con hiperactividad).

Ambientales

Sospechar en casos en los cuales no se cuenta con las
condiciones ambientales mínimas para permitir el
aprendizaje infantil (excesivo número de alumnos por
curso, profesores desmotivados, falta de materiales,
calefacción inadecuada, etc.)

Factores dependientes del Paciente

Discapacidad sensorial

Considerar el compromiso visual (vicios de
refracción, ambliopía, etc.) y/o auditivo en
todo paciente con mal rendimiento escolar.

Con el tratamiento adecuado y realizado en forma precoz,
el cuadro se revierte rápidamente.

Enfermedades crónicas

Considerar como causa de mal rendimiento escolar:

– Pacientes con inasistencias reiteradas, ya sea por
intercurrencias propias de la enfermedad o bien por
controles de salud.

– Como manifestación propia de la enfermedad
(anemia, hipotiroidismo, enfermedades metabólicas) o
bien de su tratamiento (anticonvulsivantes,
antihistamínicos, etc.)

– Secuelas de daño previo: hipotiroidismo
congénito no tratado, secuelas de meningitis,
etc.

ENFRENTAMIENTO DEL PACIENTE:
El mal rendimiento escolar como motivo de consulta es bastante complejo, por lo que difícilmente se puede resolver en una sola sesión. Para facilitar su abordaje, y considerando lo expuesto en la tabla 1, se sugiere:
1. Realizar una completa anamnesis de la historia académica, detallando tiempo de evolución del problema y áreas afectadas.
2. Estudiar los factores dependientes del paciente:

– Evaluar audición y visión.
– Evaluar la existencia de una enfermedad crónica o de efectos secundarios a sus controles o tratamientos.
– Descartar retardo mental: consultar por antecedentes personales y familiares, hitos del DSM, efectuar un examen neurológico completo. En caso de duda diagnóstica se puede complementar la información con un Test de Wisc (6 a 16 años) o Wise (> 18 años).
– Descartar Síndrome de Déficit Atencional-Hiperactividad.
– Evaluar la presencia de un trastorno generalizado o específico del aprendizaje (debe ser sospechado por el médico, pero confirmado por psicopedagogo).

3. Considerar los factores dependientes del hogar: Además de las descritas en la tabla 1, algunos estudios descriptivos muestran que familias de muy bajos recursos, con baja escolaridad paterna, o con dificultades de aprendizaje en familiares directos presentarían una tendencia mayor a que sus hijos repitieran el mal rendimiento escolar.
4. Evaluar condiciones dependientes de la escuela: relación del niño con su grupo de pares, su influencia sobre él, su relación con profesores y/o autoridades del establecimiento educacional y la infraestructura y condiciones ambientales en las cuales se desempeña como alumno. RESUMEN:
El mal rendimento escolar es una causa frecuente de consulta pediátrica. Su aparición puede responder a factores dependientes del hogar o de la escuela, pero también ser secundario a condiciones orgánicas. Cabe destacar que a nivel escolar y familiar podremos encontrar con frecuencia elementos que expliquen al menos en parte el mal rendimiento académico. Lo anterior, sin embargo, no implica que no existan otras etiologías biomédicas que coexistan.
Frente a un niño o adolescente que consulta por este motivo es deber del médico que lo evalúa indagar en aspectos relacionados a su escuela y familia, pero además dirigir su mirada a las condiciones orgánicas que puedan condicionar el cuadro y que con frecuencia son subestimadas en niños con mal rendimiento escolar.

Referencias
1. www.psicopedagogia.com Fracaso escolar. Isabel Menéndez.
2. www.mineduc.cl
3. Estudio de deserción escolar en la X región, jóvenes entre 14 y 18 años. Centro de atención psicopedagógico Pto. Montt. 2002.
4. School Failure. Dworkin Paul. Pediatrics in Review 1989, vol 10 nº10.
5. School Problems and the Family Physician. Phillips D. American Family Physician. May 15, 1999.
6. «Factores de riesgo en las dificultades de aprendizaje escolar en niños de medio económico social medio-bajo» Manterola Alejandro. Revista Chilena de Pediatría, 1986, 57 (4).
7. «Déficit de Crecimiento y rendimiento escolar». Marcia Erazo. Revista Chilena de Pediatría, 1998, 69 (3)
8. School failure. Byrd R. Pediatrics in review.2005, vol 26,nº7.