Medicina Familiar

DIBUJO DE FIGURA HUMANA: UNA VENTANA A LA MENTE INFANTIL

DIBUJO DE FIGURA HUMANA: UNA VENTANA A LA MENTE INFANTIL

DIBUJO DE FIGURA HUMANA: UNA VENTANA A LA MENTE INFANTIL Autor: Dra. Paulina Brahm M., Residente de Medicina Familiar, PUCEditor: Dra. Pamela Rojas G., Médico Familiar, PUC

Dentro del estudio psicológico, el dibujo infantil busca evaluar la personalidad, el desarrollo y la inteligencia de un niño, usando para esto un apoyo gráfico y lúdico. «Hablar a través de los dibujos es mucho más seguro y fácil que hablar entre sí en una sesión familiar, o al terapeuta en una sesión individual» (1).
Elizabeth Koppitz estudió, estandarizó y describió el Dibujo de Figura Humana (DFH), como prueba proyectiva y del desarrollo en 1968. Su contribución incluyó el análisis y tabulación de resultados, en niños de 5 a 12 años (2).DIBUJO DE FIGURA HUMANA
Koppitz plantea en su trabajo la hipótesis básica que el DFH traduce principalmente:

– El nivel de desarrollo del niño, a nivel psicomotor y cognitivo.
– Sus actitudes interpersonales; tanto hacia sí mismo como hacia sus personas significativas.
– Las actitudes del niño hacia las tensiones y exigencias de su vida y su modo de enfrentarlas.
– Las actitudes y preocupaciones en el momento de la aplicación del test, ya que éstas pueden cambiar producto de la maduración y la experiencia.

Las importancia del DFH está dada por su sensibilidad para detectar, en los niños, los cambios descritos y por reflejar «el retrato del interior» de éste en un momento particular (2).
El siguiente artículo entregará las pautas generales para realizar este test a nuestros pacientes, y orientará en torno a su interpretación inicial. La próxima semana se revisarán los aspectos más específicos de su análisis; lo cual incluye el desarrollo del niño y los indicadores emocionales observables en el dibujo.ADMINISTRACIÓN DEL TEST
El test de DFH puede aplicarse a los niños en forma individual o colectiva.
El examinador debe sentar al niño de manera confortable, frente a un escritorio o mesa completamente vacía. Se le presenta una hoja de papel en blanco, un lápiz grafito número 2 y una goma de borrar.
El examinador indica como consigna: «Quiero que en esta hoja dibujes una persona completa. Puede ser cualquier clase de persona que quieras dibujar, siempre que sea una persona completa y no una caricatura o una figura hecha con palitos.»
En los niños pequeños se puede agregar la indicación: «Puedes dibujar un hombre o una mujer, o un niño o una niña, lo que te guste dibujar».
No hay límite de tiempo para el dibujo; el niño puede borrar o cambiar de hoja cuantas veces lo pida (3). INTERPRETACIÓN DE LA PRUEBA:
Para interpretar cualquier dibujo es necesario conocer la edad y sexo del niño, su historia clínica, el ambiente que lo rodea y las características de su familia.
Koppitz se formuló tres preguntas para interpretar el test en los niños:

– ¿Cómo dibuja el niño su figura o figuras?
– ¿A quién dibuja?
– ¿Qué está tratando de decir con su dibujo?

1. ¿Cómo dibuja el niño su figura o figuras? a. Tamaño:
Dibujos grandes se observan en niños extrovertidos, expansivos o con rasgos agresivos.
Los dibujos pequeños son más característicos de niños introvertidos, tímidos o con baja autoestima.b. Ubicación en el papel:
Dibujos realizados en la porción superior del papel, reflejan el mundo de la fantasía y los sueños.
Aquellos ubicados en la porción inferior, dan cuenta de niños con una personalidad más retraída o bien con algunos sentimientos depresivos.
El lado izquierdo de la hoja hace alusión al pasado, a lo regresivo; mientras que el lado derecho a una visión sobre su futuro.c. Fuerza del trazo:
El trazo fuerte indica pulsiones poderosas, audacia o violencia.
Los dibujos con trazos débiles pueden indicar delicadeza de sentimientos, timidez, incapacidad de afirmarse o sentimiento de fracaso.d. Ritmo:
Un dibujo con trazos simétricos en todos los personajes traduce la pérdida de espontaneidad del niño y/o la rigidización de su entorno. Este tipo de dibujo puede indicar también algunos rasgos de carácter obsesivo (3). 2. ¿A quién dibuja?
La persona a quien dibuja el niño es por lo general la persona de mayor interés e importancia para él.
En la mayoría de los casos los niños se dibujarán a sí mismos, pues obviamente nadie es más importante para un pequeño que él mismo.
Algunos niños no se dibujan a sí mismos sino que dibujan, por ejemplo, a su padre o a su madre. El dibujo de una persona distinta al niño puede reflejar un conflicto con ésta, pero también puede traducir una preocupación positiva por ella.
Es frecuente que las adolescentes tempranas dibujen personajes masculinos seductores, como consecuencia del despertar de sus impulsos y deseos sexuales (3). 3. ¿Qué está tratando de decir con su dibujo?
Lo que el dibujo de un niño puede reflejar se resume en dos aspectos generales:

– Una expresión de sus actitudes y conflictos
– Un deseo inconsciente
– Ambas cosas.

La elección de la persona que el niño dibuja y la manera en la cual lo hace, reflejan sus actitudes hacia ésta. O sea, si un niño cuenta que su dibujo corresponde a su madre, entonces la descripción que haga de este dibujo se refiere a ella.
En resumen, si se dibujó a sí mismo la descripción que haga se refiere a él; y si dibujó a otro, esta descripción se refiere a esa otra persona.
Si un niño cuenta una historia espontánea sobre su DFH, el contenido de la representa un deseo (3). EN RESUMEN:
El dibujo de figura humana es un test de gran utilidad en la evaluación clínica de los pacientes pediátricos.
El test es capaz de brindar información sobre el nivel de desarrollo del niño, su entorno, actitudes y preocupaciones, sin la necesidad que éste lo exprese de manera verbal. Puede ser aplicado sin mayor dificultad en la atención primaria y utilizado por cualquier profesional de la salud.

REFERENCIAS
1. Oaklander, V (1992) Ventanas a nuestros niños. Ed. Cuatro Vientos, Santiago de Chile.
2. Koppitz, EM (1995) El dibujo de figura humana en los niños. Ed. Guadalupe, Buenos Aires
3. Esquivel F, Heredia C y Lucio E. (1994) Psicodiagnóstico Clínico del Niño. Ed. El Manual Moderno, México