Medicina Familiar

Diagnóstico diferencial de la Psoriasis

Diagnóstico diferencial de la Psoriasis

Diagnóstico diferencial de la PsoriasisAutores: Autor: Dra. M. Francisca Villouta Cassinelli. Residente Medicina Familiar PUC.Editor: Dra. Luz Montero Ossandón. Docente Medicina Familiar PUC.

Introducción
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica, eritematoescamosa, mediada por procesos autoinmunes que afecta la piel y las articulaciones.1 2 Es un cuadro clínico frecuente, con una prevalencia de un 1,5 a 2% en población blanca.3
Puede presentarse en múltiples formas clínicas, dentro de ellas la psoriasis vulgar o en placas, psoriasis guttata, psoriasis ungueal, psoriasis inversa o flexural, psoriasis pustular, artritis psoriática y eritrodermia psoriática.
Dentro de las formas de presentación más frecuentes se encuentran la psoriasis vulgar y la psoriasis guttata. El diagnóstico de psoriasis es principalmente clínico, por reconocimiento de patrón, es por esto que conocer las características de sus principales formas de presentación y el diagnóstico diferencial es esencial. Revisaremos los principales diagnósticos diferenciales de estas dos manifestaciones clínicas.Diagnóstico Diferencial de las Diferentes Manifestaciones de la PsoriasisI. Psoriasis Vulgar
La psoriasis vulgar, también llamada psoriasis en placas, es la forma clínica más frecuente de presentación de la psoriasis (80 -90%)4. Se caracteriza por placas eritematosas de borde neto, solevantadas, descamativas, generalmente asintomáticas. Su distribución suele ser simétrica, predominando en las caras extensoras de las articulaciones (principalmente codos y rodillas). También suele ubicarse en la zona lumbar baja, en el cuero cabelludo (donde sobrepasa los límites de implantación del pelo) y periumbilical. Por lo general respeta pliegues y cara. Algo característico, pero no patognomónico de la psoriasis es el fenómeno de Koebner que consiste en la aparición de nuevas lesiones en sitios de trauma o presión.
La psoriasis vulgar puede confundirse con varias patologías, dentro de las más frecuentes están: la dermatitis seborreica, la tiña corporis y el liquen simple crónico. La tabla 1 compara las características clínicas de cada uno.II. Psoriasis Guttata
La psoriasis guttata es una forma aguda de psoriasis, a diferencia de la psoriasis vulgar. Afecta principalmente a niños y adultos jóvenes. Se caracteriza por placas eritematosas con características similares a la psoriasis vulgar, pero más pequeñas (0,5-1,5 cm). Su distribución es en tronco y extremidades. Aparece frecuentemente 2 semanas después de la infección faríngea por estreptococo ß Hemolítico o infección viral. Su evolución es autolimitada, con una duración promedio de 3 a 4 meses. Se ha visto que hasta un tercio de estos pacientes pueden desarrollar psoriasis vulgar.5
Este cuadro debe diferenciarse principalmente de la pitiriasis rosada, la sífilis secundaria y del liquen plano. La tabla 2 compara las características clínicas de cada uno.Resumen
El diagnóstico de psoriasis es principalmente clínico. Las diferentes formas de presentación plantean distintos diagnósticos diferenciales, según las características de las lesiones, su distribución y evolución. La psoriasis vulgar debe distinguirse de la dermatitis seborreica, de la tiña corporis y del liquen simple crónico. Así como la psoriasis guttata debe diferenciarse de la pitiriasis rosada, de la sífilis secundaria y del liquen plano.

Bibliografía
1. Lebwohl M. Psoriasis. Lancet. 2003 Apr 5;361(9364):1197-204.
2. Griffiths CE, Barker JN. Pathogenesis and clinical features of psoriasis. Lancet. 2007 Jul 21;370(9583):263-71.
3. Langley RG, Krueger GG, Griffiths CE. Psoriasis: epidemiology, clinical features, and quality of life. Ann Rheum Dis. 2005 Mar;64 Suppl 2:ii18-23; discussion ii24-5.
4. Wolff K, Goldsmith L, Katz S. Fitzpatrick’s Dermatology in General Medicine, 7th Edition. Editorial McGraw-Hill´s.
5. Martin BA, Chalmers RJG, Telfer NR. How great is the risk of further psoriasis following a single episode of a guttate psoriasis? Arch Dermatol 1996; 132: 717–18