La convocatoria 2019 del certamen organizado por La Pastoral UC y la VRI, que se amplió también a otras universidades, apuntaba a que se presentaran propuestas que comprendieran o respondieran con una mirada integral a los desafíos actuales, con el foco puesto en el resguardo de la dignidad de la persona humana.
Fecha: 12 de junio 2020
15 proyectos fueron los que se adjudicaron los fondos de la convocatoria 2019 de la décimo séptima versión del Concurso de Investigación y Creación para Académicos, organizado por la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana, en conjunto con la Vicerrectoría de Investigación de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Llamados a presentar iniciativas con foco en la dignidad de la persona humana, esta instancia buscaba incentivar a profesores universitarios, de la UC y otras instituciones de educación superior, a contribuir con la misión evangelizadora, presentando proyectos originales de investigación que busquen la verdad, el bien común y la belleza, en un camino de diálogo de fe y razón, para contribuir a la sociedad con una mirada cristiana.
“Es muy esperanzador para este tiempo conocer las propuestas que se han presentado a este concurso y constatar cómo los académicos e investigadores no han dejado mermar su motivación, demostrando gran coraje para enfrentar la dificultad. Además, este concurso es un espacio emblemático para hacer dialogar la fe con la cultura y enfrentar los cambios y desafíos que enfrenta nuestra sociedad, especialmente hoy en día”, señaló el vicerrector de Investigación, Pedro Bouchon.
El trabajo de la Facultad de Medicina UC que logró adjudicarse uno de los premios tiene por nombre «Vejez y dignidad: el suicidio racional y la cultura del (auto)descarte», donde participaron los académicos Luca Valera (Centro de Bioética) como investigador responsable, Alejandra Carrasco (Instituto de Filosofía y Centro de Bioética) como co-investigador, Jorge Barros como co-investigador, Jorge Martínez (académico senior, ex profesor del Instituto de Filosofía) como co-investigador.
“El objetivo general de esta investigación es evaluar tanto la racionalidad como la moralidad del ‘suicidio racional’ y determinar las condiciones que permitirían prevenir que los ancianos lleguen a desearlo. Se define suicido racional como ‘la acción intencional de terminar con la propia vida, por parte de un adulto competente, que no sufre dolores físicos o psicológicos insoportables, decidida tras cuidadosa reflexión e implementada por él mismo’”, explica Luca Valera.
En este sentido, el estudio analizará la racionalidad del adulto mayor como un tipo particular de suicidio asistido, estableciendo no solo su in/moralidad sino también la in/conveniencia que podría tener para la sociedad inducir a los mayores a desear morir e incluso facilitar que terminen con su vida. Por último, propondrá una mirada sobre la dignidad de los ancianos y el valor que tienen para la sociedad, a la luz del paradigma magisterial de la ‘ecología humana’.
“A nivel antropológico y social, podríamos afirmar que este suicidio se vincula, sobre todo, con la llamada ‘cultura del descarte’ “que afecta tanto a los seres humanos excluidos como a las cosas que rápidamente se convierten en basura” (Laudato si’, 22), y en particular, teoriza el “abandono de los ancianos que no sirven para los propios intereses” (Laudato si’, 123). Urge proponer, así, una mirada alternativa a esta cultura instalada en nuestra sociedad”, cita Luca Valera.
Los proyectos fueron revisados por evaluadores pares de la Universidad Católica y de otras instituciones colaboradoras, quienes los sometieron a criterios de originalidad, calidad, conformación de equipos intergeneracionales o nacionales, viabilidad, relevancia e identidad católica que este certamen exige. En una segunda etapa se pasó al comité de fallo, compuesto por destacados académicos y autoridades de la casa de estudios.
En esta XVII convocatoria ―correspondiente a la del año 2019― participaron 63 académicos investigadores, recibiéndose 55 propuestas, de las cuales 23 eran de la categoría individual y 32 interdisciplinaria. El comité del fallo determinó que 15 proyectos resultaron ganadores del concurso, los que tendrán el plazo de un año para desarrollar sus objetivos con los aportes entregados, que van desde los $3.000.000 a los $5.000.000.
De manera particular, este año se invitó a los participantes a conformar equipos con investigadores de otras universidades, además de académicos seniors, con el objetivo de promover la colaboración nacional y el diálogo intergeneracional. En esta versión participaron académicos de 17 universidades distintas y 18 académicos seniors.