Esta herramienta permite a los propios pacientes expresar lo que padecen o sienten debido a una enfermedad.
Fecha: 13 de julio 2018
Para el Dr. Juan Carlos Claro, académico de Medicina Interna UC, la pasión por los cómics o novelas gráficas comenzó desde temprana edad y nunca la abandonó. Mientras estudiaba Medicina Narrativa en la Universidad de Columbia (Estados Unidos) pudo descubrir algunas ejemplares para sus clases, culminando su proyecto final con un estudio sobre “La Muerte del Capitán América” y el duelo.
De esta forma, el Dr. Claro fue descubriendo una valiosa herramienta que entrega la posibilidad a estudiantes en medicina y carreras de la salud de observar con otros ojos las enfermedades y a sus pacientes: ayudando incluso al desarrollo de empatía. Gracias a historias creadas por pacientes, familiares, médicos o escritores, los profesores pueden revisar este material junto a sus alumnos y abrir la discusión sobre lo que se transmite.
La medicina gráfica también abre la puerta para que los pacientes se sientan más cómodos representando sus padecimientos, que muchas veces pueden ser difíciles de verbalizar, y es una potente herramienta cuando los centros de salud desean transmitir un mensaje de forma amigable a sus usuarios.
“Además, estimula la discusión y reflexión de factores sociales en los cuidados de salud. Las novelas gráficas están probadas como una manera efectiva de enseñar sobre racismo, xenofobia y otros tipos de discriminación”, señaló el Dr. Claro durante un coloquio sobre el tema organizado por el Programa de Estudios Médicos Humanísticos.
La medicina gráfica es todavía un campo desarrollo, especialmente en Latinoamérica, donde los docentes intentan introducir no solo este ámbito sino también el área Narrativa: el escuchar a los pacientes y comprender su historia como un contexto que influye en su salud. Pero con pequeños pasos, docentes como el Dr. Claro buscan acercar esta divertida manera de enseñar a sus estudiantes.