Aproximadamente una de cada tres mujeres fallecen por enfermedades cardiovasculares en Chile. Específicamente, la tasa de mortalidad por cardiopatía isquémica en la mujer alcanza los 25 por 100 mil habitantes.
Fecha: 5 de febrero 2019
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en Chile con cerca del 30% de la mortalidad del país. El tabaquismo, la obesidad y el sedentarismo, son algunos de los factores de riesgo que gatillan estas patologías que afectan en mayor medida a la población masculina, pero que en el caso particular del infarto al miocardio es más mortal en mujeres.
“Si bien las chilenas están conscientes del riesgo cardiovascular, ignoran que la principal causa de muerte del género es el infarto al corazón, y se lo adjudican al cáncer de mama. Pero la realidad nacional indica que por cada muerte por tumores mamarios, fallecen seis mujeres de un infarto cardíaco o cerebrovascular”, comentó el Dr. Pablo Sepúlveda, académico de la División de Enfermedades Cardiovasculares UC.
“La mujer suele consultar en forma más tardía, pues la presentación del dolor tiende a ser más atípica y muchas veces se confunden con otras causas de dolor torácico. Por otra parte, el ECG en las mujeres muchas veces es inespecífico, lo que dificulta el diagnóstico. Finalmente, existe aún el concepto que el infarto es poco frecuente en mujeres por lo que se suele pensar menos en la etiología isquémica que en los hombres”, agregó el especialista UC.
El infarto es menos frecuente en mujeres, pero su presentación es más grave y conlleva mayor mortalidad durante el episodio agudo que en los hombres. En las mujeres de menos de 50 años, esta diferencia es mucho más marcada, demostrándose re-hospitalizaciones por cuadros coronarios dos veces más frecuente que en hombres de la misma edad.
En Chile la sobrevida de mujeres post infarto al miocardio es de 75% a un año y en hombres 85%. Si bien está esa diferencia entre ambos géneros, el Dr. Sepúlveda explica que las recomendaciones para prevenir problemas cardiovasculares son las mismas para ambos: ejercitarse frecuentemente, no fumar, mantener una dieta equilibrada, controlarse regularmente la presión arterial y el colesterol.