Medicina Familiar
El trastorno por déficit atencional e hiperactividad (TADH) está asociado a un importante impacto en lo funcional, personal y social. En este artículo revisaremos su clasificación, las distintas comorbilidades que pueden asociarse y cómo orientar el tratamiento en un contexto de atención primaria.
14 de abril de 2019
INTRODUCCIÓN:
El trastorno por déficit atencional e hiperactividad (TADH) se ha descrito como un trastorno del neurodesarrollo que está definido por tres síntomas principales: la disminución de la atención, impulsividad, e hiperactividad. (1)
Se ha establecido que el TDAH es una condición de alta prevalencia en población infantil y adolescente, que es heterogéneo en su etiología, que tiene alta comorbilidad, y que puede afectar el desarrollo de las funciones neurocognitivas y la estructuración psicoemocional de quienes lo padecen. Estas características impactan el desarrollo del niño en la sociedad actual, generando distintos grados de discapacidad social, que se agravan si el trastorno perdura en la adolescencia y la adultez. (2)
TDAH se ha descrito en la literatura internacional y nacional como uno de los trastornos neuropsiquiátricos diagnosticados con mayor frecuencia, siendo su prevalencia entre 2% y 7% a nivel mundial y 10% a nivel nacional. (3)
SUBTIPOS DE TDAH
El TDAH puede presentarse de diferentes maneras, de modo que DSM V los clasifica en: (1)
El cuadro clínico de los pacientes puede evolucionar en el tiempo, pudiendo manifestar síntomas de diferentes subtipos durante la infancia, adolescencia y adultez. (1)
COMORBILIDADES MAS FRECUENTES
Se ha descrito que el TDAH presenta comorbilidades hasta en un 70% de los casos, siendo las más frecuentes: (1-2)
¿CÓMO ABORDAR EL TRATAMIENTO DEL NIÑO Y ADOLESCENTE CON TDAH EN ATENCIÓN PRIMARIA?
El tratamiento para el TDAH se considera debe ser multimodal, esto quiere decir que incluya una Intervención psicosocial con el paciente, intervención con los padres, comunidad escolar y finalmente el tratamiento farmacológico. (4)
A respecto, la evidencia sugiere:
Una revisión sistemática del 2017 evaluó el tratamiento farmacológico y no farmacológico en niños y adolescentes menores de 18 años que presentaran cualquiera de los subtipos de TDAH.
Las intervenciones no farmacológicas fueron comparadas entre sí o con placebo durante un promedio de 3 semanas.
En cuanto a la evidencia, una revisión sistemática del 2015 evaluó los efectos positivos y perjudiciales del Metilfenidato en niños y adolescentes menores de 18 años con diagnóstico de TDAH.
Se comparó el uso de metilfenidato versus placebo para evaluar la disminución de los síntomas de TDAH, usando una escala única que pudiese compilar las características de las escalas usadas en los diferentes estudios incluidos. La efectividad en la mejoría de síntomas de TDAH evaluada por los profesores fue de SMD -0.77 (IC -0.90 a -0.64), a favor del metilfenidato, lo qe se traduce en una mejoría modesta en los síntomas de TDAH (6)
La misma revisión sistemática comparó algunos efectos adversos “conocidos” de Metilfenidato con placebo (6)
Cabe resaltar que la calidad de evidencia en relación a los efectos adversos obtuvo un GRADE muy bajo, por lo cual se requerirían más estudios para seguir ahondando en los posibles efectos adversos que causa el metilfenidato.
¿QUÉ PODEMOS SUGERIR EN ATENCIÓN PRIMARIA?
La evidencia sugiere que el metilfenidato es un medicamento que mejora los síntomas del TDAH, y se puede utilizar tanto en niños como en adolescentes.
En APS el fármaco que se tiene disponible para el tratamiento de TDAH es el Metilfenidato de 10 mg. La administración se realiza habitualmente de lunes a viernes, y se inicia con dosis de 0,3-0,5 mg/kilo/día, dosis que posteriormente se puede incrementar para mantenimiento, llegando a 1,2 mg/kilo/día.
RESUMEN
El trastorno por déficit atencional e hiperactividad (TDAH) es una condición de gran prevalencia a nivel país, generando impacto en el desarrollo de la vida de los pacientes afectados.
El tratamiento del TDAH es principalmente multimodal, siendo importante la intervención individual del paciente, la intervención con los padres, y el apoyo farmacológico.
Metilfenidato puede ser utilizado de manera segura en niños y adolesentes con TDAH, y está disponible en APS. Al momento de la prescripción se sugiere informar a los padres que su uso de asocia a algunos efectos adversos, de modo que la recomendación es iniciarlo en dosis bajas, y observar la evolución del paciente a través de un seguimiento adecuado.
REFERENCIAS