Medicina Familiar
En las personas mayores de 65 años, las caídas y sus consecuencias constituyen una fuente importante de morbimortalidad, aumentado su incidencia con la edad. En este artículo revisaremos los factores de riesgo para caídas en personas mayores que viven en la comunidad, y algunas de las intervenciones que podrían prevenir caídas y que pueden ser aplicadas desde atención primaria.
12 marzo 2019
Introducción
Las caídas constituyen un problema de salud pública con un costo económico considerable, siendo la segunda causa de muerte a nivel mundial por lesiones no intencionales, representando un 11%. ¹
En las personas mayores de 65 años, las caídas y sus consecuencias constituyen una fuente importante de morbilidad y mortalidad, siendo más frecuente en mujeres. La incidencia aumenta con la edad y varía según el estado de vida. Entre el 30 y el 40% de las personas mayores de 65 años que viven en la comunidad se caen cada año, aumentando cerca del 50% cuando cumplen los 80 años, y casi el 60% de ellos poseen antecedentes de una caída en el año anterior, razón por lo cual tendrá una caída posterior. ²
En un estudio que se realizó en las capitales de 7 países de América Latina, región del Caribe y población mexicano-estadounidense que viven en el sudeste de EEUU, con datos basados en la encuesta SABE 2001, encontró que la prevalencia anual de caídas en adultos mayores que viven en la comunidad fue de 34% para Santiago de Chile, siendo mayor que las otras ciudades. ³ – 4
En Chile, el informe final del estudio de carga de enfermedad y carga atribuible del año 2007, indicó que las caídas se encuentran en el lugar número 15 como causa específica de AVISA.5
En la Encuesta Nacional de Salud (ENS 2016-2017), las fracturas por trauma leve (al menos una fractura por caída casual a nivel) en población que se ha fracturado al menos una vez después de los 20 años presenta una prevalencia total de 58.1% y, en adultos mayores de 65 años, representa un 71.3%.6
Las caídas en el adulto mayor pueden llegar a ocasionar consecuencias tanto físicas como psicológicas. La fractura de cadera, es una de las consecuencias más graves de caídas en personas de edad avanzada, presentando mayor asociación con la mortalidad.7
En EEUU, la fractura de cadera ocurre aproximadamente en el 1% de las caídas. Las fracturas de muñeca y de columna por aplastamiento vertebral ocurren en el 3 al 5% de las caídas; en el 5 al 10% se encuentran otras lesiones graves (por ejemplo, luxaciones articulares o laceraciones que requieren suturas, o traumatismo cerebrales) que requerirán atención médica/hospitalaria; el síndrome postcaída (miedo a caerse de nuevo/miedo al dolor/ansiedad/cambios conductuales/pérdida de seguridad en sí mismo) ocurre en el 16% de las caídas; y del 30 al 50% son lesiones menores de partes blandas que no reciben atención médica (laceraciones sin suturas, hematomas, abrasiones, esguinces).7
En Chile, la fractura de cadera ocurre en el 2,6% de las caídas; heridas graves: 10,2%, lesiones que requieren atención médica: 12% y el síndrome postcaída: en el 21% de las caídas. 8
Factores de riesgo para caídas
Existen muchos factores de riesgo para caídas en el adulto mayor que se pueden categorizar ampliamente en:
Una revisión sistemática de estudios prospectivos10 evaluó la mayor asociación de factores que afecta el riesgo de caerse en personas mayores que viven en la comunidad.
La probabilidad de que un adulto mayor presente una caída tiene una asociación significativa en aquellos que han caído más de dos veces en un período de tiempo determinado (caídas recurrentes), que para pacientes que han caído al menos una vez. En la siguiente tabla se describen las variables significativas que se asocian a un riesgo mayor para caídas: 10
Caídas recurrentes (> 2 caídas en una periodo de tiempo determinado) |
|
VARIABLES |
OR |
Enfermedad de Parkinson |
3.79 |
Deterioro cognitivo |
3.65 |
Problemas de los pies |
3.68 |
Uso de ayuda para caminar |
3.20 |
Historial de caídas |
3.07 |
Discapacidad física |
2.63 |
Antiepilépticos/neurolépticos |
2.52 |
Sexo femenino |
1.68 |
Alteración visual |
1.45 |
Sedantes |
1.44 |
Edad (aumento de 5 años en la edad) |
1.15 |
Tabla 1. Factores de riesgo para caídas en el adulto mayor. OR: Odds Ratio
En Chile, un estudio descriptivo de prevalencia encontró una asociación significativa para el riesgo de caídas en adulto mayor, que en orden de importancia son los siguientes: Limitación funcional (Escala Funcional de la Cruz Roja >1) OR 7,45; Tinetti marcha <9/12 OR 6,3; Déficit cognitivo (PFEIFFER >3) OR 5; Tinetti de Equilibrio <13/16 OR 4,67; Edad >75 años OR 4,08; Vivir solo OR 3,45; Más de tres enfermedades crónicas OR 2,81; Falta de ejercicio frecuente OR 2,76.8
Tamizaje y la evaluación del riesgo de caídas
Una de las formas de identificar riesgo de caídas es a través del Examen Médico Preventivo del Adulto Mayor (EMPAM) el cual es aplicado en la atención primaria de salud (APS) e incorpora el Examen funcional del adulto mayor (EFAM) que predice la pérdida de funcionalidad anual en este grupo etario, donde un puntaje <42 califica para Riesgo de Dependencia.11
Además, con una respuesta positiva a las siguientes preguntas que sugiere la Sociedad Americana de Geriatría:
Respuesta: Sí à ¿Cuántas veces? y ¿Tuvo algunas lesiones?
Con cualquiera de estas evaluaciones positivas para el riesgo de caídas, se indican tests posteriores que evalúan marcha, equilibrio y fuerza, siendo estos: Time Up An Go (Equilibrio Dinámico) y Estación Unipodal (Equilibrio Estático).11-12
Prevención de caídas
A continuación, se describirán los efectos de las diferentes intervenciones diseñadas para reducir la incidencia de caídas en las personas mayores de 65 años: [RaR: reducción absoluta de riesgo; RR: riesgo relativo; IC: intervalo de confianza]
También tuvo un efecto de prevención de caídas en personas que viven en la comunidad con Enfermedad de Parkinson: RaR 0,47 (IC95% 0,30-0,73) y con Deterioro Cognitivo: RaR 0,55 (IC95% 0,37-0,83).
La presencia de las siguientes características de los programas de ejercicios: Entrenamiento de equilibrio de alto desafío RaR: 0.79 (IC95% 0.71-0.88) y más de 3 horas de ejercicio a la semana RaR: 0.70 (IC95% 0.60-0.83), tienen mayor efecto en la prevención, reduciendo la tasa de caídas.
También se encontró que las concentraciones séricas de 25(OH)D de 60 nmol/l o más dieron como resultado una reducción de la caída del 23% (RR 0,77; IC95%: 0,65-0,90), mientras que las concentraciones de menos de 60 nmol/l no tuvieron efecto en el número de caídas (RR 1,35; IC95%: 0,98-1,84).15
En una revisión sistemática de Cochrane16 que comparó los tres tipos de intervenciones, se obtuvieron los siguientes resultados:
Conclusiones
Referencias