Artículos, Medicina Familiar
Enfrentarnos a una persona con demencia en el box puede resultar desafiante, ya que esta condición afecta diversos aspectos de su vida. Es esencial tener en cuenta su familia y cuidadores como pilares fundamentales del manejo. Este artículo busca brindar orientación integral desde la Atención Primaria de Salud para abordar el manejo del paciente con demencia y su familia.
Palabras Claves: Demencia, Familia, Cuidador, APS, Medicina Familiar.
INTRODUCCIÓN
La Demencia, según la DSM-V (1) , se caracteriza por un declive significativo en uno o más dominios cognitivos (ya sea atención compleja, función ejecutiva, aprendizaje, memoria, lenguaje, habilidad perceptual motora o cognición social), afectando las actividades de la vida diaria, previo descarte de delirium y que no se explique mediante otro trastorno psiquiátrico. Es fundamental determinar la severidad del diagnóstico para orientar el manejo, utilizando escalas como se detallan en la Tabla 1.
Tabla 1: Severidad de Demencia (1, 2)
Severidad |
Características |
Leve |
Dificultades con las actividades instrumentales de la vida diaria (Escala Lawton y Brody). GDS 3-4 |
Moderado |
Dificultades con las actividades básicas cotidianas de la vida diaria (Escala Katz). GDS 5-6 |
Severa |
Totalmente dependiente. GDS 7-8 |
GDS: Escala de deterioro Global. Fuente: Tabla de elaboración propia a partir de referencias citadas
EPIDEMIOLOGÍA Y RELEVANCIA (3.4)
A nivel mundial 55 millones de personas padecen de demencia, con una proyección de triplicarse para el 2050. La mayoría de ellos reside en países de ingresos bajos y medios. En Chile, es la tercera causa de AVISA tanto en hombres como en mujeres, y un 8,3% de la población mayor de 60 años presenta el diagnóstico, principalmente de tipo Alzheimer.
Esta condición implica un importante desafío para los sistemas de salud y la sociedad debido a los altos costos económicos, discapacidad y dependencia asociados. Desde el año 2019, “Enfermedad de Alzheimer y otras demencias” es el problema de salud N° 85 del GES en Chile, que se incluye desde la sospecha.
MANEJO INTEGRAL
El enfoque multidisciplinario ha demostrado mejorar significativamente la calidad de vida de las personas con demencias y sus cuidadores. Por eso es por lo que podemos identificar 3 aristas importantes a considerar en su manejo: Cuidado del cuidador, el manejo de síntomas cognitivos de la persona con demencia y el manejo de síntomas psicológicos y conductuales de la persona con demencia
La persona con demencia depende del apoyo de terceros para llevar a cabo actividades de la vida diaria. El papel del cuidador es crucial para satisfacer las necesidades del paciente, y cuanto menor sea el apoyo que recibe el cuidador, más necesidades no cubiertas reportará la persona con demencia.
En la mayoría de los casos, este apoyo proviene de un cuidador informal, generalmente un familiar no remunerado, frecuentemente una mujer de la familia. El impacto del cuidado puede ser tan significativo que se ha acuñado el término «segundo paciente» para referirse al cuidador (5).
Es esencial evaluar las repercusiones en el cuidador y sus propias necesidades para garantizar que cuenten con el apoyo y los recursos necesarios para su vida familiar, empleo, actividades sociales y salud. La Escala Zarit(3) es una herramienta útil para evaluar el nivel de sobrecarga del cuidador y el riesgo para el paciente y terceros. Los resultados se clasifican en ausencia de sobrecarga (puntuación menor a 46 puntos), sobrecarga ligera (puntuación entre 47 y 55 puntos) y sobrecarga intensa (puntuación mayor a 56).
La British Medical Journal (BMJ) (6) recomienda proporcionar psicoeducación a la persona con demencia y a sus cuidadores, con moderada calidad de evidencia. Esto incluye educación sobre la demencia, desarrollo de habilidades para el cuidado, comprensión y respuesta a cambios en el comportamiento, mejora de la comunicación con el paciente, cuidado de la salud física y mental, planificación de actividades agradables y proporcionar información sobre terapias psicológicas disponibles para los cuidadores y cómo planificar para el futuro. En la Tabla 2 se detallan algunos consejos prácticos para el cuidador para poder comunicarse mejor con una persona con demencia.
Tabla 2: Consejos prácticos para el cuidador para comunicarse con una persona con demencia (3, 4, 5, 7)
1. Proporcionar información de orientación de manera regular (día, fecha, hora, nombres de personas). 2. Utilizar medios como periódicos, radio o televisión para mantener al paciente informado sobre la actualidad. 3. Estimular los recuerdos y permitirle compartir y valorar sus experiencias. 4. Utilizar oraciones sencillas y claras. 5. Evitar avergonzar o humillar al paciente. |
6. Evitar discutir o intentar razonar con la persona. 7. Repetir las oraciones las veces que sea necesario para facilitar la comunicación. 8. Evitar ruidos o distracciones que puedan entorpecer la comunicación. 9. Mantener las cosas sencillas y evitar cambios bruscos en la rutina diaria. 10. Evitar exponer a la persona a lugares desconocidos que puedan causarle confusión.
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Fuente: Tabla de elaboración propia a partir de fuentes citadas
Los síntomas cognitivos que puede presentar el paciente con demencia son: pérdida de memoria episódica, alteración del lenguaje, afectación de habilidades visoespaciales, alteración de capacidades constructivas, dificultad en praxis motoras y problemas con funciones ejecutivas.2
Manejo no farmacológico de síntomas cognitivos:
El manejo no farmacológico constituye el pilar del tratamiento de los síntomas cognitivos y se basa en la neuroplasticidad y reserva cognitiva presentes en estadios leves y moderados de la demencia, lo que permite optimizar la adaptación del paciente al entorno. Para desarrollar un plan de cuidado adecuado, es esencial reconocer los recursos disponibles. La Valoración Geriátrica Integral (VGI) objetiva las oportunidades y desafíos en las áreas funcional, mental, social y biomédica. En la Tabla 3 se presenta un resumen de las intervenciones no farmacológicas recomendadas
Tabla 3: Intervenciones no farmacológicas recomendadas (2,8, 9, 10, 11, 12)
Intervención |
Recomendaciones |
Actividad Física |
Se recomiendan programas estructurados de actividad física para pacientes con Alzheimer de cualquier severidad (recomendación 1A, AAFP). |
Terapia ocupacional |
Los programas individualizados de terapia ocupacional en demencia leve a moderada producen efectos beneficiosos, independientemente del número, frecuencia de las sesiones y del recurso terapéutico. |
Terapias de soporte individual |
Incluyen la musicoterapia, terapia con mascotas, arteterapia, terapia con muñecas, acupuntura y danzaterapia con variada calidad de la evidencia. |
Intervenciones cognitivas |
La estimulación cognitiva muestra una evidencia más sólida para mejorar la cognición. Se realizan sesiones grupales guiadas de reminiscencia, ejercicios cognitivos y actividades sociales. |
Fuente: Tabla de elaboración propia a partir de referencias citadas.
Manejo farmacológico de síntomas cognitivos:
La NICE (National Institute for Health and Care Excellence) recomienda a los inhibidores de la acetilcolinesterasa (donepezilo, galantamina y rivastigmina) como opciones de monoterapia para el manejo de la enfermedad de Alzheimer de leve a moderada, mientras que la memantina es adecuada para demencia moderada a severa. La toma de decisiones compartidas con el paciente y su familia es esencial para evaluar los beneficios, riesgos y costos de los fármacos utilizados en el manejo de la demencia (15).
Para abordar los síntomas conductuales y psicológicos (detallados en la tabla 4), es importante buscar los posibles desencadenantes: prestar especial atención a factores como la personalidad premórbida del paciente, descartar delirium, depresión, evaluar posibles problemas médicos agudos (infecciones o comorbilidades descompensadas), identificar necesidades no cubiertas (dolor, constipación, hambre, sed, problemas de audición o visión) y revisar la adecuación de los fármacos que está tomando los criterios de Beers.
Tabla 4: Síntomas Psicológicos y Conductuales (2)
Síntomas Psicológicos |
Síntomas Conductuales |
Apatía (44%), ansiedad (39%), depresión (38%), psicosis (con delirios de robo, creer que el cuidador es un impostor, abandono o infidelidad), identificaciones erróneas (como no reconocerse en el espejo o su casa como propia). |
Vagabundeo (caminar sin rumbo), agitación (conductas físicas no agresivas, conductas físicas agresivas, conductas verbales), resistencia al cuidado (negarse a tomar medicamentos o realizar actividades básicas como bañarse o aceptar ayuda en la alimentación), conducta sexual inapropiada y reacciones catastróficas (ataque de furia).
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Fuente: Tabla de elaboración propia a partir de referencias citadas
Manejo no farmacológico de síntomas psicológicos y conductuales:
Se recomienda educar sobre higiene de sueño, actividades, adaptaciones ambientales, estrategias tranquilizantes, rutinas, evitar desencadenantes, seguridad para deambular y evitar caídas.
Manejo farmacológico de síntomas cognitivos:
CONCLUSIÓN
En base a lo expuesto, se entrega una propuesta de flujograma resumen (Imagen 1) para poder apoyar en la clínica el enfrentamiento del manejo integral del paciente con demencia y su familia.
Imagen 1: Flujograma
Fuente: Flujograma de elaboración propia
REFERENCIAS