Cirugía Vascular y Endovascular
Albrecht Krämer: Depto. de Enfermedades Cardiovasculares
Francisco Valdés: Depto. de Enfermedades Cardiovasculares
Renato Mertens: Depto. de Enfermedades Cardiovasculares
Andres Santini: Depto. de Enfermedades Cardiovasculares
En el escenario actual de innovaciones tecnológicas aplicadas a la cirugía, hemos visto la implementación de nuevos procedimientos también en el área cerebrovascular. Consideramos que los resultados inmediatos de estas novedosas técnicas serán decisivos para la elección de las diferentes alternativas, por lo que hemos querido revisar nuestra experiencia con la endarterectomía carotídea (EC) para tener un parámetro objetivo de comparación.
De un total de 673 reconstrucciones cerebrovasculares realizadas entre 1978 y 1996, hemos excluido la cirugía de troncos supraaórticos y las EC (n=34) asociadas a revascularización miocárdica , analizado sólo las EC por lesiones aisladas en la bifurcación carotídea: son 563 EC (71.2% hombres) con edad promedio de 63.5+8.2 años (39-89). La indicación quirúrgica fue por síntomas de déficit neurológico (AIT o AVE) en 55.4 %. La técnica comprende anestesia general, shunt temporal de rutina y a partir de 1983, el cierre de la arteriotomía se realiza mediante parche de vena autóloga (348) o material protésico(122).
Resultados: cuatro pacientes (0.71 %) presentan déficit neurológico transitorio o con recuperación completa antes del alta. Complicaciones neurológicas ipsi- o contralaterales con secuela ocurrieron en 3 oportunidades (0.53 %), falleciendo 2 pacientes por profundización del déficit. La mortalidad hospitalaria es de 5 pacientes (0.89 %). La morbilidad neurológica con secuelas combinada con mortalidad global es de 1.42 % (n= 8).
Conclusión: la EC es un procedimiento conocido, de eficacia probada y con excelentes resultados, considerando que se trata de un grupo de pacientes de alto riesgo.