Medicina Familiar
Vulvovaginitis en niñas prepuberales
Vulvovaginitis en niñas prepuberales
Autor: Dra. Francisca Rojas M. Residente Medicina Familiar UC.Editor: Dra. Pamela Rojas G. Médico Familiar UC.
INTRODUCCIÓN:
La vulvovaginitis es una de las consultas ginecológicas más frecuentes en las niñas prepuberales (1), y corresponde una inflamación de la vulva y los tejidos vaginales. Se manifiesta por irritación y eritema vulvar, flujo vaginal, dolor, ardor, prurito, disuria y, en ocasiones, también por sangrado (2).
ETIPATOGENIA:
Existen diversos factores predisponentes que contribuyen al desarrollo de vulvovaginitis durante la infancia (3). Entre ellos destacan:
– un bajo estímulo estrogénico durante el período prepuberal y las características propias de los genitales a esta edad: pH local alcalino, piel vulvar delgada y delicada, labios menores pequeños, ausencia de vello púbico, y escaso tejido graso en los labios mayores (2).
– proximidad anatómica de la región vulvovaginal con el ano.
– aseo genital inadecuado, que arrastra gérmenes de la región perianal hacia el introito.
– irritantes locales (uso de jabones, lociones, talcos, cremas, baños de espuma, etc).
– ropa interior poco absorbente.
ETIOLOGÍA DE LA VULVOVAGINITIS:
En términos generales las vulvovaginitis pueden ser específicas (secundarias a un factor claramente determinado) o inespecífica.
La causa más frecuente (25 a 75%) de la vulvovaginitis en niñas prepuberales es la inespecífica.
1.-
Las vulvovaginitis prepuberales inespecíficas ocurren de manera secundaria a procesos irritativos locales. Esto producto de una higiene inadecuada, y/o por uso de jabones, ropa interior poco absorbente, etc. (2).
2.- Las vulvovaginitis prepuberales inespecíficas pueden deberse a causas infecciosas y no infecciosas. Las más habituales incluyen:
a.-
Infecciosas:
i.
Bacterianas: Principalmente debido a gérmenes respiratorios como Streptococo pyogenes, Haemophilus influenzae. Clínicamente se manifiestan con un cuadro de inicio claro y bien definido, y un flujo vaginal seropurulento o hemático (4, 5).
ii.
Parasitarias: En especial Enterobius vermicularis (oxyuros): en la cual generalmente existe el antecedente de prurito anal y vulvar de predominio nocturno.
iii.
Fúngicas: la infección por Cándida albicans es muy poco frecuente en esta edad. Puede observarse en menores que usan pañales, en niñas que han han utilizado antibióticos o corticoides previamente, o en menores con antecedente de diabetes (4)
b.-
No infecciosas: Dentro de estas etiologías lo más común son los cuerpos extraños, restos de papel higiénico, juguetes pequeños, monedas, etc. (6). En estos casos hay flujo purulento de mal olor y fluctuante, y que puede acompañarse con estrías de sangre. BANDERAS ROJAS:
Si bien las vulvovaginitis suelen ser condiciones benignas, existen algunos signos y síntomas que orientan a que el cuadro puede ser de mayor gravedad y plantear la posibilidad de un abuso sexual. Toda evaluación clínica de una niña con vulvovaginitis debe incluir su descarte.
Las principales banderas rojas incluyen:
flujo vaginal purulento, hemático.
hallazgo de otras lesiones: tumores, masas
Es necesario recordar que el flujo genital de etiología gonocócica exige plantear siempre un abuso sexual, y que sus características incluyen (4):
presentación de inicio brusco
presencia de disuria
flujo vaginal purulento, abundante, sin mal olor.
vulvitis severa con inflamación del introito y edema himeneal.
¿CUÁL ES LA ETIOLOGÍA ESPECÍFICA MÁS FRECUENTE?
Si bien la etiología más frecuente de las vulvovagintis prepuberales es la inespecífica, existen múltiples estudios que han intentado determinar cuál es la etiología específica más frecuente.
Existe un estudio prospectivo diseñado con el objetivo de establecer la flora del introito vaginal en niñas con o sin síntomas de vulvovaginitis (1).
El estudio tomó una muestra de 500 niñas prepuberales de 2 a 12 años, con síntomas de vulvovaginitis, y derivadas desde pediatra para cultivo. Esta muestra se comparó con un grupo control de 30 niñas de la misma edad pero asintomáticas. Dentro de los resultados destacan:
En niñas sintomáticas: cultivo positivo en 50,8% de las pacientes, dentro de los cuales el microorganismo más frecuentemente aislado fue Streptococo pyogenes.
En niñas asintomáticas: cultivo positivo en 16,6%, dentro de los cuales el microorganismo más frecuentemente aislado fue Haemophilus influenzae y bacterias de origen fecal.
La diferencia encontrada entre ambos grupos fue estadísticamente significativa (p