Medicina Familiar
SUEÑO INFANTIL: LO NORMAL Y LO QUE ASUSTA
SUEÑO INFANTIL: LO NORMAL Y LO QUE ASUSTA Autor: Dra. Ana María Moyano F. Residente Medicina Familiar PUC.Editor: Dra. Pamela Rojas G. Médico Familiar PUC.
INTRODUCCION:
El sueño se puede definir como un estado de reposo caracterizado por niveles bajos de actividad fisiológica, y menor respuesta a los estímulos externos (1).
El sueño se compone de 2 etapas (1):
Una fase conocida como REM (en inglés, rapid eye movement): caracterizada por ocurrir en un cerebro aún activo; y cuya función es la regeneración de procesos mentales (fijación de la atención, almacenamiento de la memoria a largo plazo, y procesos de desaprendizaje). Durante esta fase ocurren los sueños.
Una segunda etapa conocida como NO REM, y que se compone a su vez de 4 fases; las 2 primeras de sueño ligero, y las 2 últimas de sueño profundo. Esta etapa es la encargada de la reparación física del organismo.
CARACTERÍSTICAS DEL SUEÑO INFANTIL
El sueño infantil varía según la edad del individuo, al igual que el número de horas diarias destinadas al sueño (2, 3, 4).
La tabla 1 resume las horas esperables de sueño según cada edad.
Tabla 1: Horas aproximadas de sueño necesarias para cada edad (2)
Edad
Horas de sueño por día
Neonato término
16 h
3 meses
15 h
1 año
14 h
2 años
13 h
5 años
11 h
9 años
10 h
14 años
9 h
18 años
8 h
Hitos del sueño infantil (1, 3, 4, 5):
1.- Recién nacido: el ciclo sueño vigilia maduro no está completamente establecido en esta edad, y suele estar coordinado con la alimentación. A esta edad el 50% del sueño corresponde a la etapa REM; y cada ciclo tiene una duración cercana a 50 minutos.
2.- A los 3 meses: a esta edad la etapa NO REM logra organizarse en sus 4 fases. El 71% de los lactantes duermen toda la noche de manera ininterrumpida.
3.- A los 6 meses: el sueño de un lactante de 6 meses ya tiene las características del sueño adulto, es decir, con una etapa NO REM que ocupa el 75% del ciclo.
A esta edad cada ciclo tiene una duración de entre 90-100 minutos; repitiéndose 5-7 ciclos por noche.
4.- Entre los 18 meses y 3 años: la siesta se reduce a 1 al día, con una duración promedio de 1,5 a 3,5 horas.
5.- A los 4 años: sólo el 68% de los niños de esta edad aun duermen siesta.
“PROBLEMAS DEL SUEÑO” ASOCIADOS A CONDUCTAS PARENTALES INADECUADAS O MAL INTERPRETACIONES (5, 6 ,7):
Se estima que la prevalencia de los problemas del sueño es cercana al 20% en lactantes sanos, sin embargo la mayor parte de las consultas asociadas a este tema no corresponden a verdaderos trastornos del sueño, sino a una respuesta inadecuada por parte de los padres, o a la mala interpretación de eventos fisiológicos.
Dos condiciones son las que generan más dudas y malinterpretaciones al respecto:
Microdespertares: Pese a que es normal tener un microdespertar al final de cada ciclo, éste por lo general no es capaz de producir un despertar real en el niño, quien regresa de inmediato a dormir. Este fenómeno también existe en el sueño de los adultos.
Muchos padres confunden este fenómeno con un “verdadero” e inminente despertar, y por temor a que esto ocurra sacan al niño de su cuna, lo cargan en sus brazos o pasean, logrando con esta maniobra que efectivamente sí se despierten.
En forma repetida esta conducta puede generar una alteración de la arquitectura del sueño, lo que puede traducirse en un trastorno verdadero.
Movimientos durante el sueño: Durante el sueño REM ocurren movimientos tales como sonrisas, fruncimiento del ceño, succión espontánea, y contracción de extremidades. Debido a que el sueño REM puede ocupar hasta el 50% del tiempo de sueño en los recién nacidos, estos movimientos pueden ser bastante frecuentes. Los padres pueden interpretar, erróneamente, que su bebé no consigue un sueño reparador.
Otros padres, o incluso los mismos tratantes, pueden confundir estos eventos con episodios convulsivos.
RESUMEN:
El sueño es un proceso fisiológico, dinámico y reversible.
Conocer las características del sueño a las distintas edades permite al profesional anticiparse a las conductas y temores de los padres; a disminuir su ansiedad; a evitar la aparición de trastornos del sueño verdaderos, y asociados a respuestas inadecuadas por parte de los cuidadores; e incluso a confundir episodios fisiológicos con otros patológicos.
REFERENCIAS:
1.- Amaro F. Trastornos del sueño en la infancia y en la adolescencia. Universidad autónoma de Barcelona. www.paidopsiquiatria.cat/files/trastornos_del_sueno.pdf
2.- Sánchez -Carpintero R. Trastornos del sueño en la niñez. www.aeped.es/protocolos.
3.- Pin Arboledas G. Alteraciones del sueño en el niño. Unidad del Sueño. Valencia .España.
4.- Touchette E. Risk factors and consequences of early childhood dyssomnias. Sleep Medicine Reviews 13 (2009) 355–361.
5.- Kast L. Sleep problems. Pediatrics in review. Vol. 23. Nº 12. December 2006.
6.- Howard J. Sleep disorders. Pediatrics in review. Vol.22 Nº 10 October 2001.
7.- Thiedke C. Sleep disorders and sleep problems in childhood. American Family Physician.2001