Alimentarse es una necesidad básica y en general, cuando las personas ingieren comida, sólo se preocupan de saciar su hambre, sin pensar en los ingredientes tras los platos con los que se regocijan.
Fecha: 13 de mayo 2016
Sin embargo, esta realidad podría cambiar a partir de este 27 de junio, con la aplicación de la nueva Ley de Etiquetado de los Alimentos en Chile. ¿Será realmente efectiva esta normativa? Conversamos con Carolina Negrón, docente de la carrera de Nutrición y Dietética de la UC.
Desde hace algunas semanas, las góndolas de los supermercados y los exhibidores de los almacenes y kioscos de todo el país, han comenzado a mostrar cambios relacionados con la nueva Ley de Etiquetado de Alimentos, y que se reflejan principalmente en los envases de los alimentos, que ya incluyen un rótulo que señala cuál es el contenido de éstos. No obstante, el fuerte de esta ley se desplegará a partir de este 27 de junio.
¿Está nuestra sociedad informada sobre las implicancias de esto? La nueva normativa está estructurada fundamentalmente en tres pilares. En primer lugar, los alimentos que sean altos en calorías, azúcares, sodio y grasas saturadas, no se podrán vender en establecimientos de educación parvularia, básica y media, ni entregar de manera gratuita a menores de 14 años. Tampoco, se podrá hacer publicidad dirigida a menores, ya sea con ganchos comerciales o regalos, concursos, juegos, etc. Y en tercer lugar se encuentra el cambio del etiquetado de los alimentos, en los que se establecieron límites máximos para las calorías, grasas saturadas, sodio y azúcares totales.
“De esta forma, si los alimentos superan ese límite, se les debe poner este nuevo sello negro en la parte delantera del envase. Elemento que no existía anteriormente, pues sólo se informaba sobre las grasas saturadas, pero no de los otros componentes. Así, por ejemplo, antes sólo contábamos calorías y eso no sirve, pues siempre debemos apreciar la calidad de los nutrientes que tiene cada alimento”, señala Carolina Negrón, académica de Nutrición UC.
De acuerdo a cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualmente la población adulta en Chile es la que presenta los índices de obesidad más altos en América Latina. ¿Será suficiente esta nueva normativa para que exista un real cambio en nuestra sociedad?
“Es importante destacar que a pesar que esto simplifica la lectura del etiquetado nutricional, el poco conocimiento de la población aún puede llevar a las personas a confusión o no generar el impacto que debería. Por ejemplo, sabemos que las grasas saturadas son ‘malas’, pero no sabemos el efecto real que tiene sobre la salud, lo mismo ocurre con el sodio”, indica Carolina Negrón, académica de Nutrición en la Universidad Católica de Chile. En general, la lectura del etiquetado es compleja, es por esta razón que también es importante continuar promoviendo la educación acerca de la composición de los alimentos en el país.
Una de las propiedades que destacan con esta normativa es que los nutrientes son expresados en base a 100 gramos o 100 ml, pero hay algunos alimentos en los que la porción es menor, como por ejemplo el maní, en el que la porción es de 30 gramos. Esta legumbre efectivamente es alta en calorías, pero contiene grasas de buena calidad y es un alimento recomendado por los especialistas. “Pero al ver este nuevo sello negro lo podemos asociar a un alimento perjudicial para la salud. Por lo mismo, ya muchos pacientes me han manifestado que ‘todos los alimentos son malos’, ya que ven el nuevo etiquetado. Es importante preocuparse de la forma en que estos nuevos elementos del etiquetado nutricional serán entendidos por el consumidor y cuál será el impacto”, agrega la especialista. En este sentido, es urgente desarrollar campañas informativas que permitan explicar de manera clara y precisa la forma adecuada de interpretación de estos mensajes.
Es importante destacar también que la actividad física es tan importante como la alimentación en mejorar la calidad de vida de las personas. En Chile las cifras de sedentarismo alcanzan casi el 90% de la población, por lo que esta medida es sólo el primer paso.
“La inactividad física ocupa el cuarto lugar entre los principales factores de riesgo de mortalidad a nivel mundial. También repercute de forma muy importante en la posibilidad de padecer enfermedades no transmisibles como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes, por lo tanto creo que como sociedad aún nos falta cambiar nuestra mentalidad. Es más fácil buscar excusas para no hacer actividad física y alimentarnos mal, que hacer pequeños cambios en nuestra vida diaria”, enfatiza Carolina Negrón.
Conoce más sobre la Nueva Ley de Etiquetado de Alimentos: http://goo.gl/KRxNXU