Esta enfermedad representa un factor importante en el aumento de las infecciones en el sistema respiratorio, especialmente en invierno y otoño.
Fecha: 26 de octubre 2017
Más de una década ha transcurrido desde que los doctores Alexis Kalergis y Susan Bueno, de la Facultad de Ciencias Biológicas UC, comenzaran a estudiar el virus respiratorio sincicial y ahora, la vacuna producto de esta investigación, se encuentra en la primera fase de su prueba clínica.
Sin embargo, este esfuerzo se realizó desde un inicio en equipo, pues estuvo presente la Facultad de Medicina UC mediante el trabajo del Dr. Jorge Jiménez de la Jara, quien ayudó a situar el virus sincicial en el contexto de la salud pública chilena y global.
Después de 13 años en investigación básica conducida por el Dr. Kalergis, en abril de 2017, un equipo dirigido por la Dra. Katia Abarca, de la Facultad de Medicina UC, comenzó la prueba producto de esta investigación: administrando a sujetos voluntarios dosis progresivas de la vacuna para observar su seguridad y tolerabilidad. Participan además académicos de tres facultades: El profesor José Vicente González, de la Facultad de Química, se integró al equipo como director técnico de la primera fase de prueba clínica, la Dra. Susan Bueno de Ciencias Biológicas y los doctores Arturo Borzutzky y Eugenio Arteaga y las enfermeras Marcela Urzúa y Carolina Iturriaga de la Facultad de Medicina. El estudio está siendo conducido en el CICUC, cuenta con el patrocinio de la UC y apoyo del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia.
“Todo partió de una investigación básica que condujo a estudios pre-clínicos realizados en varios molelos experimentales para el virus respiratorio sincicial, nos convencimos de que la vacuna tenía futuro e hicimos una formulación de esta vacuna compatible con el uso en humanos. Luego vino la necesidad de probarla en personas y se desarrolló la alianza con la Dra. Katia Abarca y su equipo”, explica el Dr. Kalergis.
Ambos doctores encuentran fundamental el camino que están marcando pues permite no solo abrir puertas para las siguientes fases de estudio de esta vacuna, si no que también acerca a los estudiantes en formación al área práctica de sus investigaciones.
El reto de ser los primeros
Al ser el primer estudio clínico de fase I acreditado en Chile, los investigadores se encontraron con múltiples barreras desde la obtención del seguro, hasta el desarrollo de la plataforma para el albergue de datos. El apoyo de las autoridades UC fue fundamental en este proyecto.
“Queríamos hacer esta fase en Chile porque creemos que es importante construir las capacidades para realizar este tipo de estudios. Esto va a generar un camino, abrir puertas para futuros proyectos con proyección clínica”, recalcó el Dr. Kalergis.
Con un escueto aviso en el metro lograron captar la atención de los voluntarios que se comunicaban con la Dra. Abarca para evaluar su participación, la que se concretaba tras una completa evaluación médica y de laboratorio.
A la Dra. Abarca le impresionó el interés y compromiso mostrado hasta ahora por los participantes: “Es gratificante ver que las personas jóvenes se interesan mucho por la ciencia y ser parte de ella. Ellos tienen tareas que hacer al participar y el cumplimiento ha sido 100%”.
La envergadura del proyecto requiere la labor de más de 30 personas, entre estudiantes, académicos y administrativos de tres facultades distintas, supervisados por la Dra. Abarca y el Dr. Kalergis, en un hecho sin precedentes de cooperación en nuestro país.