Día Mundial Sin Tabaco: Dra. Claudia Bambs señala importancia de manejar estrategias de cesación tabáquica
Fecha: 1 de junio 2015
En Chile la situación del tabaquismo sigue siendo preocupante. Somos el país en que las mujeres entre 13 y 15 años son las más fumadoras del mundo (según Tabaco Word Atlas 2012), desde el año 2003 sigue aumentando el consumo promedio de cigarrilos diario (de 8,1 a 10,4) y la prevalencia de fumadores alcanza el 40,6%.
En las mujeres adultas, las chilenas son las que más consumen tabaco de América, y un tercio de la población femenina se demora una hora o menos en prender un cigarrillo desde que se despiertan, lo que indica que ya son dependientes del tabaco.
Entre los 25 a 44 años es la edad en las que las chilenas más fuman. De este grupo, el 44,3% fuman diaria -u ocasionalmente- el 35,7% son dependientes al tabaco. Cercano al 28% de las mujeres embarazadas fuman. Esto aumenta el riesgo de retraso en la concepción, infertilidad, abortos espontáneos y partos prematuros. Además, los hijos de padres fumadores tienen casi el doble de riesgo de presentar enfermedades respiratorias, asma bronquial, tos y otitis.
La evidencia científica indica que un niño de una mujer que ha fumado durante el embarazo nace condicionado para tener enfermedades crónicas en el futuro y también para ser un fumador él mismo. Entonces el tema de la prevención y cesación de tabaco se transforma en una necesidad para cortar la cadena de una adicción que se transmite de generación en generación.
Según la Dra. Claudia Bambs, especialista en Medicina Interna y Epidemiología, del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina UC y jefe del Programa Libérate del Tabaco de la Red de Salud UC CHRISTUS, muchas veces los profesionales de la salud no tratan el tema del tabaquismo con sus pacientes porque se sienten inseguros en cuanto a las estrategias de manejo. “Se piensa que es un tema un poco complicado entonces simplemente no se aborda, o se aborda muy poco. Nosotros como docentes tenemos la misión de enfrentar esas barreras y entregar a los profesionales las habilidades para poder entender el tema de manera global, pero también para ser capaz de llevarlo a un escenario clínico”, explica la especialista.
Está claro que la cesación tabáquica en mujeres embarazadas es un tema de mucha relevancia, pues representa el principal contaminante al que están expuestos los niños de manera activa y pasiva, y en una etapa tan vulnerable de su desarrollo. Sin embargo, el problema va mucho más atrás, porque las mujeres chilenas son las más fumadoras de Latinoamérica y las adolescentes chilenas entre 13 y 15 años son las más fumadoras del mundo. Entonces el problema de la adicción al tabaco ya está instalado en la mujer cuando se embaraza. Por ende, las medidas de control de tabaquismo deben dirigirse a prevenir el inicio del consumo por parte de niños y adolescentes, entretanto se ofrece apoyo a los fumadores que se van motivando para dejarlo.
Según la Dra. Bambs los componentes de la neurobiología de la dependencia al tabaco y su contraparte en la dependencia psicológica dan pie a las estrategias de intervención, que pueden ser breves o de mayor intensidad, utilizando estrategias de comprobada eficacia como la entrevista motivacional, y el manejo del paciente fumador con mayor nivel de adicción por parte de equipos multidisciplinarios.
¿Y qué falta por hacer?
En Chile hay mucho camino que recorrer en la implementación de las medidas de salud pública más importantes para el control del tabaquismo en el mundo. Para la Dra. Claudia Bambs, una de ellas es la protección de espacios libres de humo y otra, el aumento significativo de los precios de los productos del tabaco. “En este punto nuestro país está al debe, porque si bien han aumentado los impuestos al tabaco, esto no se ha traducido en precios finales al consumidor que realmente desincentiven el consumo en la población”, recalcó.
Entonces impacta muy poco que se hable de porcentajes de impuestos que se aplican a los productos de tabaco, si no se logra que el precio que paga un chileno de su bolsillo sea bastante mayor. “Eso desincentiva el consumo, como lo afirma toda la evidencia a nivel mundial que es categórica en indicar que un aumento significativo de precios produce una baja significativa del consumo en la población, además de generar un efecto protector especialmente relevante en poblaciones vulnerables como niños y adolescentes, y población de menor nivel socioeconómico”, explica la experta.
Se ha avanzado en protección de espacios libres de humo, pero se necesita ampliar esta medida a más lugares, como parques y plazas, y espacios abiertos en recintos donde la salud y la educación son temas prioritarios, por ejemplo: recintos hospitalarios y de atención ambulatoria, campus universitarios y establecimientos de educación superior. Se sabe que estudiar o trabajar en un espacio libre de humo de tabaco no sólo protege a los fumadores pasivos, sino que también contribuye a que los propios fumadores bajen su nivel de consumo (y por ende disminuyan el riesgo para su salud) y muchos se motiven para dejar de fumar, especialmente si se cuenta con algún programa de apoyo para aquellos que están tomando la decisión de dejarlo.