Curso Internacional de Monitoreo Hemodinámico y Perfusión Tisular

Fecha: 11 de agosto 2022

Estimados amigos,

La medicina intensiva se profesionaliza en los 80 y 90, con la descripción de la fisiopatología de los grandes síndromes que nos enfrentamos en ese tiempo: la sepsis, el síndrome de distress respiratorio, la insuficiencia renal aguda y la hipertensión intracraneana, entre muchos otros. Nuevos sistemas de monitorización avanzada nos permitían establecer los mecanismos fisiopatológicos de las enfermedades. El catéter de Swan-Ganz, que apareció a comienzos de los 70, tuvo un rol fundamental en esta etapa [1]. Nos permitió descubrir que el shock séptico se asociaba a un débito cardíaco alto, siendo la vasoplejia la causa de la hipotensión y el uso de vasopresores podía revertir la disfunción orgánica [2]. A tal punto llegó la obsesión con la manipulación del gasto cardíaco, que algunos autores sugirieron que el objetivo en el manejo del paciente en shock séptico era la maximización del transporte de oxígeno [3]. A poco andar, un estudio mostró que el uso de dobutamina para lograr esta meta inducía un aumento en la mortalidad [4]. Fue un período de mucho ensayo y error, pero también de descubrimientos.

En nuestro hospital, hacia la segunda mitad de los 90 y mientras la dopamina aún era la reina en la reanimación (si hasta “protegía” el riñón…!), hicimos un análisis retrospectivo en 22 pacientes con shock séptico y vimos que existía una real anarquía en el uso y elección de los vasoactivos. Diversas combinaciones era utilizadas, dependiendo del residente de turno. Sin embargo, en los cuadros más graves, todos los pacientes terminaban utilizando noradrenalina. Así comenzó nuestro protocolo de reanimación orientado a la perfusión y usando la noradrenalina como droga estelar, el cual ha generado una productiva línea de desarrollo académico, que ha traspasado nuestras fronteras [5, 6].  Hoy día, el estudio Andromeda nos presenta un protocolo de reanimación guiado a parámetros fisiológicos, sensato y de bajo costo, que puede ser aplicado en cualquier Unidad de Cuidados Intensivos de la región, y que sirve de punto de partida para poder mejorar en el futuro [7].

Después de casi 30 años de clínica, docencia e investigación en el área de la reanimación y el manejo del shock séptico, entre otras áreas, le invitamos al Curso Internacional de Monitoreo Hemodinámico y Perfusión Tisular en el Paciente Crítico, con destacados líderes de opinión a nivel mundial. Este curso será realizado en una modalidad online, entre el 28 y 30 de septiembre, pero podrá ser vista posteriormente en forma asincrónica.

Un saludo cordial,

Equipo Depto Med Intensiva UC

Santiago, 11 de Agosto de 2022

 

Referencias

1. Swan HJ, Ganz W, Forrester J, Marcus H, Diamond G, Chonette D: Catheterization of the heart in man with use of a flow-directed balloon-tipped catheter. N Engl J Med 1970, 283(9):447-451.

2. Martin C, Eon B, Saux P, Aknin P, Gouin F: Renal effects of norepinephrine used to treat septic shock patients. Crit Care Med 1990, 18(3):282-285.

3. Shoemaker WC, Appel PL, Kram HB: Hemodynamic and oxygen transport responses in survivors and nonsurvivors of high-risk surgery. Crit Care Med 1993, 21(7):977-990.

4. Hayes MA, Timmins AC, Yau EH, Palazzo M, Hinds CJ, Watson D: Elevation of systemic oxygen delivery in the treatment of critically ill patients. N Engl J Med 1994, 330(24):1717-1722.

5. Hernandez G, Bruhn A, Romero C, Javier Larrondo F, De La Fuente R, Castillo L, Bugedo G: Management of septic shock with a norepinephrine-based haemodynamic algorithm. Resuscitation 2005, 66(1):63-69.

6. Castro R, Regueira T, Aguirre ML, Llanos OP, Bruhn A, Bugedo G, Dougnac A, Castillo L, Andresen M, Hernández G: An evidence-based resuscitation algorithm applied from the emergency room to the ICU improves survival of severe septic shock. Minerva Anestesiol 2008, 74(6):223-231.

7. Hernandez G, Ospina-Tascon GA, Damiani LP, Estenssoro E, Dubin A, Hurtado J, Friedman G, Castro R, Alegria L, Teboul JL et al: Effect of a Resuscitation Strategy Targeting Peripheral Perfusion Status vs Serum Lactate Levels on 28-Day Mortality Among Patients With Septic Shock: The ANDROMEDA-SHOCK Randomized Clinical Trial. Jama 2019, 321(7):654-664.