Debate sobre vacuna contra el virus Papiloma Humano

Debate sobre vacuna contra el virus Papiloma Humano

Fecha: 20 de enero 2016

Con respecto a las últimas informaciones entregadas por los medios de comunicación acerca del dictamen de la Contraloría General de la República sobre la falta de antecedentes y evidencia que validen la inoculación con la vacuna contra el Virus Papiloma Humano, que previene el Cáncer Cérvico-Uterino, la Dra. Marcela Potin, académica de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica ha emitido una declaración pública sobre las implicancias de esta medida:

La noticia entregada por los medios de comunicación en que la Contraloría objetó el esquema utilizado hasta ahora de dos dosis de vacuna contra el virus papiloma humano merece ser analizada con detención.

La vacuna en cuestión –de marca Gardasil®- producida por el Laboratorio MSD y administrada a partir del año 2014 para ser entregada de manera gratuita a niñas de 4º y 5º básico de nuestro país. 

El virus papiloma humano es el principal causante de cáncer cérvico-uterino y en 2013 causó en Chile la muerte de 560 mujeres. Además este agente es responsable de otros cánceres genitales, de ano y faringe, y de la aparición de verrugas genitales, las que constituyen la primera causa de infecciones de transmisión sexual con tratamientos muy poco efectivo y sumamente frustrante.

La Contraloría objetó el esquema de dos dosis utilizado por el Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI) pese a que la vacuna ya contaba con autorización del Instituto de Salud Pública para ser utilizada en Chile en  este esquema. Gardasil R inicialmente fue registrada en esquema de  3 dosis  pero existe  nueva evidencia que sugiere que con dos dosis la respuesta es comparable al menos en  niñas y varones entre 9 y 13 años . 

La Diputada, Dra. Karla Rubilar, quien hizo una denuncia de una supuesta irregularidad, por haber usado un esquema diferente al del registro inicial, declaró “el uso de un esquema posológico que no tiene sustento científico, es la demostración del desmantelamiento del Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI) por parte del Ministerio de Salud, que antes era motivo de orgullo para el país”.

Cabe destacar que la modificación del número de dosis es una práctica frecuente luego de la introducción de nuevas vacunas, no solo en Chile sino en otros países. Esto se debe a que el primer registro sanitario se realiza con los datos de los estudios iniciales, pero luego se para algunas vacunas ser  nuevos  estudios de  la respuesta inmune y permiten  evidenciar  inmunidad equivalente con  un menor número de dosis. Estos se llaman estudios de no inferioridad.

En efecto, esto mismo ocurrió recientemente con la vacuna antineumocócica –Synflorix®- del Laboratorio GlaxoSmithKline, usada en lactantes en Chile,  que inicialmente se introdujo en un esquema de 4 dosis y luego de un año se redujo a 3 dosis  esquema  que  es ahora usado en muchos países pues  demostró ser equivalente.  

El reducir el número de dosis tiene varias ventajas. Entre éstas,   la evidencia muestra  que a  menor número de  inyecciones, mejor  adherencia. Por otro lado, al requerir menos dosis se reduce la logística de almacenamiento, traslado, volumen de desechos y costos. Con ello, se permite una gestión eficiente de los recursos de los contribuyentes.

Existe evidencia científica suficiente que respalda el uso de un esquema de dos dosis en niñas entre 9 y 13 años. Es sabido que a menos edad, es mejor la respuesta inmune. Por ello, aún sobre los 14 años se sigue recomendando 3 dosis. Al respecto, el grupo de expertos de la OMS el año 2014, declaró que la concentración media de anticuerpos era comparable al esquema de 3 dosis, por lo que cambió su recomendación previa de un esquema de 3 dosis por una de 2 dosis en niñas entre 9 y 13 años. Países como Inglaterra, Canadá, Francia, Suiza, Dinamarca, Brasil y Costa Rica, han aprobado este esquema.

Como toda experiencia con nuevas vacunas, su uso  permitirá definir si a futuro se requerirán dosis de refuerzo. Ello es una práctica habitual. Para la infección por virus papiloma podemos estar especialmente tranquilos, debido a que el peak de infecciones se comienza a producir a los 20 años de edad y el cáncer cérvico-uterino varias décadas después, de modo que hay tiempo para reevaluar la necesidad de ajustar los esquemas. 

En cuanto a los comentarios de la Diputada Rubilar, difícilmente se puede hablar de que el Programa de Inmunizaciones está desmantelado, dado que:

1-    En los últimos 4 o 5 años se han incorporado vacunas de gran relevancia médica, como la que protege contra meningococo, causante de infecciones gravísimas,  como vimos con el brote de meningococo W135  , que tuvo  una letalidad de  25 a 30%

2-    El Programa ha incorporado vacuna contra neumococo en lactantes, asi como refuerzos de dosis de vacuna para tos convulsiva, tétanos, difteria en adolescentes y se ha incorporado la vacuna de hepatitis A en regiones con brotes recurrentes.

3-    El 2015 se amplió la edad de vacunación antiinfluenza en niños desde el límite de edad previo de dos años a los 5 años, y en estos momentos está en curso una campaña de vacunación anti sarampión.

4-    En estos últimos años se ha realizado una gigantesca inversión económica en prevención de enfermedades a través de vacunas.

Todas las vacunas del Programa Nacional de Inmunizaciones son de uso universal y gratuito, lo que permite eliminar inequidades existentes en muchas otras áreas de nuestro quehacer nacional. Este programa responde a políticas que son independientes del gobierno vigente, lo que muchos países no pueden asegurar, y en ellos las coberturas de vacunación se ven gravemente afectadas por temas políticos y bélicos.

En representación de la Sociedad Chilena de Infectología y de la División de Pediatría de la Facultad de Medicina, con años de experiencia, respaldo el uso de la vacuna papiloma en el esquema de dos dosis y quisiera que la opinión pública valorara el esfuerzo de nuestras autoridades en invertir y promover la salud a través de sólidos y bien meditados programas de vacunación y por ende el trabajo del Programa Nacional de Inmunizaciones. Enlodarlo gratuitamente puede tener consecuencias nefastas, al destruir la confianza que los padres han depositado en las vacunas, pudiendo reducir la cobertura de las mismas como ha ocurrido en otros países del mundo. Creo necesario valorar y cuidar lo que tenemos y comenzar a ver de una vez por todas el vaso medio lleno.   

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