La estudiante de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán en Argentina estuvo en Chile durante enero y febrero de este año acumulando experiencia en la especialidad que quiere tomar a futuro.
Fecha: 20 de abril 2020
Durante cuatro semanas María Florencia Flores Ruarte recorrió los pasillos del Hospital Clínico UC CHRISTUS trabajando desde temprano y hasta altas horas de la noche, revisando casos, conociendo historias que llegaban desde distintas localidades de Chile y, por su puesto, en el quirófano. La interna, que llegó desde Argentina a nuestro país, vivió durante un mes el servicio de cardiocirugía gracias al programa de rotaciones clínicas de la Escuela de Medicina de la Universidad Católica.
“Uno de los aspectos positivos de mi intercambio fue tener la oportunidad de rotar por uno de los mejores hospitales, inaugurando el intercambio en el Servicio de Cardiocirugía del Hospital Clínico UC CHRISTUS”, con estas palabras María Florencia relata cómo experimentó el tiempo que pasó en Chile.
Entre el 5 de enero y el 3 de febrero la estudiante de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán, en Argentina, pudo “asistir a seminarios dictados en la PUC, interactuar con otros estudiantes de Medicina, con profesores y otros estudiantes de intercambio provenientes de diferentes países”. Además de “estar día a día en contacto con profesionales chilenos que pudieron formarse en otros países y enriquecer sus conocimientos, quienes no dudaron en admitirme como estudiante interesada en su campo”.
Durante esta experiencia, María Florencia logró realizar diversas tareas como “revisar pacientes, los pre y postoperatorios, confeccionar historias clínicas, ingresos, altas médicas, el control clínico diario de cada paciente del servicio y, por supuesto, lo que más me gustaba: estar presente en todas las cirugías”, estando “muy contenida y respaldada en todo momento por la Facultad, atentos si necesitaba algo o en responder mis dudas”.
“Fue un mes lleno de experiencias vividas, de volver a mi país con conocimientos nuevos, de haber experimentado estar un mes a ‘corazón abierto’”, comenta con alegría la estudiante.