Artículos, Medicina Familiar
El síndrome de ovario poliquístico es la endocrinopatía más frecuente en mujeres en edad fértil, de modo que parte importante su abordaje ocurrirá en atención primaria. En este artículo revisaremos las distintas intervenciones disponibles para las pacientes afectadas y la evidencia que respalda su uso.
INTRODUCCIÓN
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es la endocrinopatía más frecuente en mujeres en edad fértil. Su prevalencia a nivel mundial se estima entre 8 y 18%, variando entre distintas etnias, y probablemente relacionada también a los índices de obesidad de cada población1,2.
La fisiopatología del SOP no está completamente clara, pero sí existe consenso respecto a que involucraría múltiples componentes fisiopatológicos que se relacionarían entre ellos, formando un sistema biológico que se autoperpetúa en el tiempo. Los componentes principales involucrados serían3:
¿QUÉ ALTERNATIVAS TERAPÉUTICAS EXISTEN PARA MANEJAR EL SÍNDROME DE OVARIO POLIQUÍSTICO?3
Las diferentes alternativas de tratamiento pueden dividirse en 2 grupos prinicipales:
Dentro de este grupo de intervenciones se encuentran los cambios en el estilo de vida, que son un pilar fundamental del manejo de este síndrome. Contempla:
Existen diversas intervenciones farmacológicas que apuntan a actuar sobre los componentes fisiopatológicos que involucra este síndrome. Estos fármacos pueden clasificarse en los siguientes grupos:
¿QUÉ DICE LA EVIDENCIA RESPECTO A LAS DISTINTAS OPCIONES TERAPÉUTICAS?
Una revisión sistemática (RS) de la Colaboración Cochrane del año 2011, de buena calidad metodológica pero con diverso riesgo de sesgo entre los estudios primarios, evaluó los efectos que tendrían los cambios en el estilo de vida en mujeres con diagnóstico de SOP de todas las edades. La intervención incluída fue alimentación saludable y/o ejercicio 150 minutos a la semana. No se pudo realizar un análisis por subgrupo por la heterogeneidad de los estudios primarios, pero sí se realizaron comparaciones contra no intervención, cuyos resultados mostraron:
La Colaboración Cochrane realizó una RS el año 2009, comparando el efecto de la depilación láser o fotodepilación contra placebo en pacientes con hirsutismo. Los estudios primarios incluídos fueron de mala calidad metodológica, con importante riesgo de sesgo y alta heterogeneidad entre ellos, de modo que no fue posible realizar un metanálisis, ni obtener conclusiones confiables. Hacen falta nuevos estudios de buena calidad metodológica para establecer conclusiones.
Una RS de la Colaboración Cochrane del año 2012, de buena calidad metodológica y riesgo de sesgo adecuado, evaluó los efectos de la metformina en mujeres con diagnóstico de SOP de todas las edades. Se realizaron comparaciones contra placebo que mostraron:
No hay estudios clínicos randomizados que comparen la efectividad de las distintas formulaciones de anticonceptivos orales versus placebo en pacientes con SOP.
Una RS de la Colaboración Cochrane del año 2007, de buena calidad metodológica y riesgo de sesgo adecuado, evaluó las diferencias entre los efectos de tratamiento con metformina (1-1,5 grs/día) versus tratamiento con anticonceptivos orales combinados (ACO) (etinilestradiol 35ug + acetato de ciproterona 2mg). Los resultados mostraron:
No se recomienda el uso de antiandrogénicos como tratamiento en atención primaria, tanto por el riesgo de virilización fetal (en caso de embarazo), como por la hepatotoxicidad asociada al uso de Flutamida3
RESUMEN
El SOP es la endocrinopatía más común en mujeres en edad fértil. Su fisiopatología es compleja, e involucra distintos mecanismos que interactúan entre ellos formando un sistema autoperpetuante.
Las opciones terapéuticas consideran dos pilares principales: por un lado el cambio en el estilo de vida y por otra parte las distintas opciones farmacológicas.
En base a la evidencia analizada, se recomienda utilizar como primera línea farmacológica los anticonceptivos orales combinados, que contengan un progestágeno con efecto antiandrogénico. En caso de contraindicación al uso de anticonceptivos orales, las alternativas incluyen el uso de metformina o fármacos antiandrogénicos. Estos últimos deberían ser indicados y controlados en el nivel secundario, por subespecialistas, dado los riesgos asociados a su uso.
REFERENCIAS