Medicina Familiar
El acné vulgaris es una enfermedad prevalente, siendo la principal consulta dermatológica de adolescentes y adultos jóvenes, además de un motivo de consulta frecuente en medicina familiar. El manejo adecuado puede disminuir sus secuelas, tanto físicas como psicológicas. En este artículo revisaremos el tratamiento farmacológico y no farmacológico, donde la educación juega un rol fundamental.
Julio 2020
INTRODUCCIÓN
El acné vulgaris es una enfermedad crónica de la piel, dada por un desorden de los folículos piloso-sebáceos andrógeno dependientes. Se caracterizada por la presencia de lesiones no inflamatorias (comedones abiertos y cerrados) e inflamatorias (pápulas, pústulas, quistes y nódulos).1,2 Es un motivo de consulta frecuente en APS; se estima que un 85% de la población presentará acné en algún minuto de su vida3, siendo los adolescentes y adultos jóvenes los con mayor prevalencia. De todos los afectados, más de un 25% acudirá a una consulta médica. 3,4Las secuelas del acné pueden ser tanto físicas, incluyendo las cicatrices y la hiperpigmentación postinflamatoria, como psicológicas, asociándose a depresión, ansiedad, baja autoestima y suicidio. 3,5
EVALUACIÓN Y CLASIFICACIÓN
El diagnóstico es principalmente clínico y generalmente no se requieren estudios de laboratorio. Una vez excluidos otros diagnósticos diferenciales y variantes del acné, debemos realizar una evaluación para determinar su extensión y severidad. 6,7Con respecto a la clasificación, no existe un sistema estandarizado y la evaluación es principalmente subjetiva, basado en las lesiones principales y su extensión7. Para el manejo del acné lo dividiremos en acné leve, moderado, severo y muy severo3.
Acné leve: incluye acné comedogénico (no inflamatorio) y papulopustular leve (menos de 15 lesiones inflamatorias)
Acné moderado: pápulopustular moderado; dependiendo de la bibliografía puede ser hasta 25 o 50 lesiones inflamatorias.
Acné severo: papulopustular severo, se considera a aquel con más de 50 lesiones inflamatorias o con presencia de quistes (según la bibliografía pueden ser desde 2 o 5 lesiones).
Acné muy severo: reservado para el acné quístico y/o conglobata.
TRATAMIENTO
Los objetivos del tratamiento buscan no sólo disminuir las lesiones inflamatorias y no inflamatorias de manera de mejorar la apariencia de la piel, sino que también minimizar las secuelas cutáneas y psicológicas, como lo habíamos mencionado anteriormente. 8
MANEJO NO FARMACOLÓGICO
MANEJO FARMACOLÓGICO
Dentro de las opciones del manejo, se encuentra el tratamiento tópico y el oral. La utilización de uno u otro dependerá de la severidad del acné.
El tratamiento tópico, debe aplicarse en las noches e iniciar con la menor concentración posible. Por ejemplo, en el caso del adapaleno iniciar con concentración del 0,1% y de acuerdo a la evolución se puede aumentar hasta 0,3%, en el caso de peróxido de benzoilo las concentraciones van de 2,5% a 10%. 1,3,7,15
Dentro de los efectos adversos de los tratamientos tópicos, está la sequedad e irritación de la piel, en la Tabla 1 se muestran algunas recomendaciones para disminuir estos efectos y así mejorar la adherencia del paciente. 3
Tabla 1: Estrategias para minimizar problemas de tolerancia asociado al uso de retinoides tópicos 3
Educación |
• Irritación leve puede ser parte del tratamiento, pero disminuye en 1 a 2 semanas • Una baja dosis de retinoide debe ser aplicada en una fina capa en toda el área afectada • Uso de limpieza suave, evitar sobre uso de limpiadores faciales. |
Uso de formulación mejor tolerada |
• Cremas y lociones serían mejores para pieles secas o sensibles. • Gel y espuma serían mejor para pieles grasas. |
Titular dosis inicial del retinoide |
• Usar retinoides día por medio las primeras 2 a 4 semanas • Aplicar hidratantes no comedogénicos • Usar un método de contacto corto (aplicar retinoides en toda la cara por 30 a 60 min y después lavar) en las primeras 2-4 semanas |
CONCLUSIONES
El acné es una patología frecuente en APS, por lo que el conocimiento de su manejo es fundamental. Su diagnóstico es clínico, y la evaluación de éste debe ser global, de manera de incluir en el tratamiento no farmacológico no sólo la educación de la patología si no también la evaluación psicológica.
Con respecto al tratamiento farmacológico, el tratamiento tópico, ya sea con retinoides, peróxido de benzoilo o combinaciones fijas y antibiótico oral son los tratamientos de elección en atención primaria. El manejo dependerá de la severidad del acné, realizando un manejo escalonado. En el caso de acné leve este será sólo tratamiento tópico y en el moderado se agrega el uso de antibióticos sistémicos. En acné severo o muy severo, el ideal es la evaluación por dermatología para iniciar tratamiento con isotretinoína.
Tabla 2: Resumen de las recomendaciones para el tratamiento farmacológico del acné. 1,3,7,15,16
LEVE NO INFLAMATORIO |
Tratamiento tópico monoterapia: 1) Adapaleno 0.1% al 0.3% * 2) Ácido retinoico 0.025% al 0.05% * 3) Peróxido de benzoilo 2.5% al 10%* |
LEVE INFLAMATORIO |
Tratamiento tópico en combinación fija: 1) Adapaleno 0.1% + Peróxido de benzoilo 2.5% * 2) Ácido retinoico 0.025% + Eritromicina al 4% * |
MODERADO |
Tratamiento tópico en combinación fija (descrito en acné leve inflamatorio) asociado a: 1)Doxiciclina 100mg/día 2)Tetraciclina 250 mg 3-4 veces al día
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SEVERO/ MUY SEVERO |
Tratamiento con Isotretinoína o evaluar con el mismo manejo descrito en acné moderado. |
*Pueden indicarse como receta magistral, en base gel o crema base no comedogénica, cantidad suficiente para 30gr.
BIBLIOGRAFÍA