Medicina Familiar
El Síndrome de Hombro Doloroso es una patología frecuente en Atención Primaria. Para discutir su enfrentamiento clínico, dividiremos el artículo en dos partes. En esta primera parte, hablaremos acerca de la anatomía del hombro y los principales diagnósticos diferenciales para hombro doloroso no asociado a trauma. La próxima semana abordaremos el examen físico y algunas alternativas de tratamiento.
Introducción
El Síndrome de Hombro Doloroso es una patología frecuente, con una prevalencia de vida que va del 6.7% al 66% (1). Constituye el 1% del total de consultas ambulatorias en Estados Unidos, 25% atendidas en Atención Primaria (2). Es una patología que puede derivar en incapacidad para realizar tareas domésticas y actividades sociales; 50% de los pacientes persisten con síntomas a un año de iniciado el cuadro (3).
Para entender la patología del hombro, es necesario tener un conocimiento básico de su anatomía. La región del hombro incluye las articulaciones glenohumeral, esternoclavicular, acromioclavicular, y la articulación escapulotorácica (Ver Figura 1).
Figura 1: Anatomía general del hombro, visión anterior.
Figura 1: Anatomía general del hombro, visión anterior.
El manguito rotador, compuesto por los músculos supraespinoso, infraespinoso, redondo menor y subescapular, provee estabilidad a la articulación glenohumeral, y contribuye a la movilidad y fuerza del hombro (4). Los músculos supraespinoso, infraespinoso y teres menor permiten abducción y rotación externa, mientras que el subescapular permite aducción, abducción y rotación interna. (Ver Figuras 2 y 3).
Figura 2: Músculos que conforman el manguito rotador, visión anterior.
Figura 3: Músculos que conforman el manguito rotador, visión posterior.
Enfrentamiento clínico: Anamnesis
El enfrentamiento clínico de pacientes con Síndrome de Hombro Doloroso involucra una anamnesis y examen físico detallados. Siempre considerar edad del paciente, su actividad laboral y deportiva. El antecedente de trauma es un dato fundamental de la historia, pues nos permite orientar el diagnóstico diferencial y la necesidad de imágenes. Es necesario describir las características del dolor: si hay rigidez (considerar capsulitis adhesiva, artritis glenohumeral), sensación de inestabilidad, bloqueo o miedo a realizar movimientos (pensar en dislocación, lesiones del labrum), relación con los movimientos (al elevar los brazos en patología del manguito rotador, o al lanzar objetos en inestabilidad glenohumeral), entre otros. Importante descartar que el dolor sea referido, principalmente de la región cervical (rigidez, irradiación del dolor más allá del codo), y causas extrínsecas de dolor como síndromes coronarios, procesos subdiafragmáticos y síndrome miofascial. Habitualmente el dolor por causas extrínsecas será evidente por historia, pero otra forma de distinguirlo es mediante la movilidad del hombro, la cual estará conservada si el dolor es referido (5).
Diagnósticos diferenciales
El diagnóstico diferencial del Síndrome de Hombro Doloroso es amplio, incluyendo causas traumáticas y no traumáticas. Dentro de las causas no traumáticas, resulta relevante distinguir (5):
Conclusiones
Referencias