Medicina Familiar

Síndrome de Asperger: Intervenciones

Síndrome de Asperger: Intervenciones

Síndrome de Asperger: Intervenciones
Autor: Dra. Alejandra Galdames. Residente Medicina Familiar UCEditor: Dra. Pamela Rojas. Médico Familiar UC
 INTRODUCCIÓN
Tal como revisamos en el artículo anterior, el Síndrome de Asperger compromete de manera significativa la vida de los afectados y la de sus familias. Es por este motivo que se hace necesario implementar estrategias de intervención precoces y a distinto nivel.
El tratamientodebe ser individualizado y multimodal. En términos generales se sugiere (1):
Un abordaje psicoeducativo.
Con foco en el paciente y también en su familia.
Centrado en mejorar discapacidades, pero a la vez también en potenciar capacidades.
Capaz de integrar aspectos educativos con aquellos orientados al acompañamiento y asesoría de las familias y escuelas.
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
No existe hasta la fecha fármacos específicos para el tratamiento del Síndrome de Asperger (2).
Los fármacos utilizados con mayor frecuencia en estos pacientes incluyen antidepresivos, psicoestimulantes, y neurolépticos atípicos (1). Estos se orientan al manejo de algunas comorbilidades y síntomas específicos frecuentes, y que incluyen (3):
Epilepsia
Trastorno de déficit atencional con hiperactividad
Trastornos de conducta
Depresión
Ansiedad
Tics
Síntomas obsesivos
Trastornos del sueño

Dentro de los antidepresivos, los más utilizados son los Inhibidores de Recaptación de Serotonina. Estos son efectivos en reducir rituales, estereotipia, comportamientos rígidos, agresividad y ansiedad (3).
Los psicoestimulantes, como el Metilfenidato, también son ampliamente utilizados; y son efectivos en el manejo de la atención y el autocontrol del niño (4).
Neurolépticos, como la Risperidona, se pueden utilizar cuando hay problemas serios de conducta, como por ejemplo auto o heteroagresividad (1).
Estrategias generales de intervención en niños con Asperger (1, 3).
El conocimiento de las características que definen el Síndrome de Asperger, su particular funcionamiento neuropsicológico, y la forma que las personas afectadas tienen de entender su entorno, ha permitido diseñar algunas estrategias educativas ajustadas a las necesidades específicas de este grupo.
Estas estrategias tienen como objetivo mejorar la calidad de vida de los pacientes y la de quienes los rodean. Se sugiere, por lo tanto, que sean implementadas tanto a nivel familiar como escolar.
Considerando que los niños con Síndrome de Asperger presentan cierta dificultad para enfrentarse a situaciones nuevas, se sugiere:
Asegurar un ambiente estable y predecible, evitando cambios inesperados.
Organizar el tiempo libre, evitando inactividad o dedicación excesiva.
Dado su dificultad para tomar decisiones se sugiere complementar esta medida con un incentivo controlado para la toma de decisiones.
Dado su particular forma de aprender se sugiere:
Enseñar de manera explícita habilidades y competencias que, en general, no se enseñan (interpretar mirada, respetar turno, qué tono de voz utilizar, etc.).
Ser explícitos en relación a la generalización de los aprendizajes. O sea, si se le enseña a respetar turnos para hablar entre los hermanos, ser explícito y promover que esta pauta se aplique también en la escuela, con los primos, etc.
Emplear apoyos visuales en cualquier proceso de enseñanza (listas, pictogramas, horarios, calendarios)
Considerando que estos niños y adolescentes tienen una menor tolerancia a la frustración que sus pares se sugiere:
Utilizar “pautas de aprendizaje”, de modo de minimizar el riesgo de errores.
Descomponer las tareas en pasos más pequeños, de modo de aumentar sus probabilidades de éxito.
Evitar la crítica y castigo, y promover el uso del refuerzo positivo (halagos, recompensas).
RESUMEN
Las intervenciones en niños con Síndrome de Asperger son de corte individual y multimodal, e  incluyen medidas tanto farmacológicas como no farmacológicas.
La intervención se orienta a mejorar algunos indicadores generales de funcionamiento, promoviendo los recursos con los que cuentan los niños y disminuyendo los potenciales obstaculizadores.
Con respecto al tratamiento farmacológico no existe un fármaco específico para la patología. Su uso se aconseja en relación al manejo de algunas comorbilidades frecuentes o de síntomas que puedan dificultar más el desarrollo de las potencialidades de estos niños.
 
REFERENCIAS
(1) Fuentes J, Ferrari A, Booda M. Guía de buena práctica para el tratamiento de los trastornos del espectro autista. Rev de Neurología España 2006; 43 (7): 425-438.
(2) Riviere A., Martos J. El tratamiento del autismo. Nuevas perspectivas. IMSERSO. Madrid. 1997
(3) Opinión de experto Dr. Bernardo Pacheco. Psiquiatra Infantil PUC. Centro de Salud Mental UC.
(4) A. Fernández-Jaén, D. Martín Fernández-Mayoralas, B. Calleja-Pérez b, N. Muñoz Jareño. Síndrome de Asperger: Diagnóstico y tratamiento. Rev Neurol 2007; 44 (Supl 2): S53-S55