Artículos, Medicina Familiar
El asma es la enfermedad crónica más frecuente en pediatría. En los últimos años han surgido nuevas recomendaciones en cuanto al tratamiento farmacológico; en este artículo revisaremos la evidencia disponible al respecto.
Palabras clave: Asma, Tratamiento, APS, Medicina Familiar
INTRODUCCIÓN
El asma es un trastorno inflamatorio crónico de la vía aérea que se manifiesta por la presencia de episodios recurrentes de obstrucción bronquial. 1 Tiene una alta prevalencia, estimándose que afecta a 235 millones de personas a nivel mundial. Constituye la enfermedad no transmisible más frecuente en la infancia y adolescencia. En Chile se ha observado un aumento significativo en las tasas de hospitalización por esta causa, lo que trae como consecuencias elevados costos en salud y deterioro en la calidad de vida.2
El asma leve constituye el fenotipo más común de manifestación en niños, presentándose de esta forma hasta en un 75% de los casos3. Dada la expresión intermitente de síntomas, aún en la actualidad sigue siendo tema de debate el tratamiento más adecuado para esta condición. Durante décadas, diversas guías promovieron el uso de β2 adrenérgicos de acción corta (SABA) de rescate, como primera estrategia de manejo2,3. Esta estrategia, ampliamente vigente en la práctica clínica diaria, hoy está cuestionada considerando que el asma es una condición inflamatoria crónica.
¿Por qué no sería recomendable el uso de SABA como monoterapia en caso de una exacerbación asmática?
La evidencia actual da cuenta que2-4:
ESTRATEGIA DE PRIMER PASO EN EL MANEJO DEL ASMA
Los objetivos del tratamiento del asma son controlar los síntomas de la enfermedad y prevenir el riesgo de exacerbación futura.
Figura 1. Manejo del asma en escolares. CI: corticoides inhalatorios. LABA: β2 adrenérgicos de acción larga. ALTR: antileucotrienos.
Elaboración propia a partir de las fuentes citadas.2,4
Para el caso de adolescentes y adultos, se propone como estrategia de elección en pasos 1 y 2, el uso de un inhalador combinado de CI + B2 agonista de acción rápida (FABA, por sus siglas en inglés) frente a síntomas4. El siguiente eslabón en la terapia, es el uso del mismo inhalador de mantención y en crisis (estrategia SMART) (Figura 2).
Figura 2. Manejo del asma en adolescentes. CI: corticoides inhalatorios. LABA: β2 adrenérgicos de acción larga. LAMA: antagonistas muscarínicos de acción prolongada (por siglas en inglés).
Elaboración propia a partir de las fuentes citadas. 2,4
¿Qué dice la evidencia en relación a estas estrategias?
Un ensayo clínico aleatorizado reciente5, de buena calidad metodológica, tuvo por objetivos evaluar la eficacia y seguridad del uso de salbutamol + budesonida, en comparación al salbutamol como monoterapia, como terapia de rescate en el manejo de pacientes con asma leve a moderada. El ensayo incluyó a un total de 3132 pacientes, mayores de 4 años (la mayor parte de los cuales eran adolescentes y adultos).
Los participantes fueron aleatorizados a:
Las dosis máximas diarias de budesonida fluctuaron entre 480 – 960 mcg/día.
Los resultados mostraron:
En cuanto al uso de CI + B2 agonistas (formoterol o salbutamol) a demanda en pacientes de 6 – 11 años, una revisión de literatura publicada recientemente6, resumió los principales hallazgos de esta estrategia como primer paso de manejo en asma.
En base a los resultados de 3 ensayos clínicos (los únicos disponibles a la fecha), se observó que el uso de inhalador combinado logró una disminución en la frecuencia de exacerbaciones y un riesgo 38% menor de fracaso terapéutico, en comparación con salbutamol solo. No obstante, el principal problema visualizado reside en poder determinar si la dosis extra de CI podría tener consecuencias a largo plazo en esta población (como el compromiso en talla final y cambios significativos en la función pulmonar), lo que no ha podido ser ampliamente consignado.
Por otra parte, una revisión sistemática de Cochrane7, que incluyó a un total de 5 ensayos clínicos aleatorizados con un total de 9657 pacientes (> 12 años), evaluó la eficacia del uso de un inhalador combinado de formoterol/budesonida SOS en pacientes con asma leve.
Al comparar dicha intervención con SABA SOS, se observó que el uso del inhalador combinado:
A su vez, al comparar el inhalador combinado SOS con el uso de CI permanentes, se observó que el primero:
Pese a los resultados favorables, es importante destacar que:
¿CÓMO INCORPORAR ESTAS ESTRATEGIAS EN ATENCIÓN PRIMARIA?
Los cambios sugeridos por GINA, pese a ser respaldados por el último Consenso Chileno para el diagnóstico y tratamiento del asma2, no han logrado permear a la Atención Primaria chilena de manera masiva.
Al respecto, es importante hacer algunos alcances:
En APS, disponemos de budesonida y salbutamol como parte del arsenal farmacológico. Adaptarse al nuevo formato de manejo de los paciente con exacerbaciones requeriría el uso de CI cada vez que se utilice SABA de rescate.
CONCLUSIONES
El objetivo principal del manejo del asma es lograr el control de la enfermedad. Para esto sigue vigente la recomendación de utilizar “el paso” más bajo posible que logre la compensación del paciente.
Hoy, la evidencia da cuenta de modificaciones importantes en estos “pasos”. La actual guía GINA, referente mundial en el manejo de asma, incorpora el uso de inhaladores combinados para el manejo de exacerbaciones asmáticas en pacientes con asma leve y reconsidera el uso de CI permanentes.
Si bien se han modificado las recomendaciones, todavía son necesarios más estudios de buena calidad metodológica que permita consolidar estos cambios. Será importante estar atentos a la aparición de nueva evidencia al respecto.
REFERENCIAS