Medicina Familiar
La ictericia neonatal es una condición que se presenta con frecuencia. Hay un grupo de pacientes, sin embargo, que se presenta con niveles de bilirrubina en sangre muy elevados, lo que se traduce en secuelas severas si no se pesquisa e interviene a tiempo. En este artículo nos enfocaremos en los factores de riesgo de hiperbilirrubinemia severa, su relevancia clínica y cómo prevenirla.
Mayo 2021
INTRODUCCIÓN
La ictericia se define como la coloración amarillenta de la piel, escleras y mucosas causada por una hiperbilirrubinemia y el depósito de la bilirrubina en los tejidos. En el recién nacido (RN) suele hacerse evidente cuando se alcanzan niveles de bilirrubina plasmática de 5-7 mg/dl.
La ictericia neonatal es una condición muy frecuente. Su presentación se describe en al menos un 60% de los recién nacidos de término (RNT) y hasta en el 80% de los prematuros (RNpT). Si bien es benigna y de resolución espontánea en la mayor parte de los casos, hay un grupo de pacientes que se presenta con niveles de bilirrubina en sangre muy elevados, convirtiéndose en la principal causa de hospitalización en neonatología durante la primera semana de vida y en el motivo principal del 35% de las readmisiones durante el primer mes de vida. (1,2)
Hablamos de hiperbilirrubinemia severa cuando la bilirrubina sérica alcanza valores de >20-25mg/dl o cualquier valor anormal con signos de encefalopatía. (2) Se estima que esta condición afecta a 99 por 100.000 nacidos vivos, con una incidencia de kernicterus de 0.2-0.7 casos por 100.000 nacidos vivos. (3)
FACTORES DE RIESGO DE HIPERBILIRRUBINEMIA SEVERA
En el año 2019 se publicó un estudio descriptivo retrospectivo llevado a cabo en la unidad de neonatología del Hospital Sótero del Río, en el cual se analizaron los datos de 25.288 RN vivos del período 2013-2016 y se describió una incidencia de hiperbilirrubinemia severa de 1 en 42 RN vivos (2.3% de la población estudiada) y un 9% de reingresos hospitalarios por la misma causa. (4)
En este mismo estudio se analizaron los factores de riesgo relacionados a la hiperbilirrubinemia severa:
RELEVANCIA CLÍNICA
El mayor riesgo de una hiperbilirrubinemia severa es el desarrollo de un cuadro de encefalopatía bilirrubínica, ya sea aguda o crónica. Esta condición está dada por la neurotoxicidad que presenta la bilirrubina al atravesar la barrera hematoencefálica, lo que suele ocurrir ante una concentración sérica de bilirrubina muy elevada, una concentración sérica de albúmina disminuida y/o el desplazamiento de la bilirrubina desde la albúmina por alguna sustancia competitiva (ej. fármacos). (3,7)
Las cifras nacionales, dadas por el estudio del Hospital Sótero del Río descrito con anterioridad, reportan una incidencia de encefalopatía bilirrubínica aguda del 0.04% de los RN estudiados, y para encefalopatía bilirrubínica crónica, (kernicterus) de 11.8 en 100.000 recién nacidos vivos. (3,4)
La Encefalopatía aguda por bilirrubina tiende a la resolución de los síntomas en un 95% de los casos, siempre que la condición sea pesquisada a tiempo y el RN reciba el tratamiento adecuado.
La tabla 1 resume los factores de riesgo descritos por la literatura para el desarrollo de encefalopatía por hiperbilirrubinemia severa: (3,4,5,6)
Tabla 1: Factores de riesgo para el desarrollo de encefalopatía secundario a hiperbilirrubinemia severa
Factores de riesgo mayores |
Factores de riesgo menores |
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Tabla 1. Elaboración propia: Factores de riesgo descritos para hiperbilirrubinemia severa.
PREVENCIÓN
Existen varios aspectos a considerar en la prevención de la hiperbilirrubinemia severa y kernicterus, principalmente enfocados en la detección y tratamiento precoz de la ictericia neonatal, con especial énfasis entre quienes presentan factores de riesgo.
Las guías clínicas de la AAP recomiendan (5)
RESUMEN
La ictericia neonatal es una condición muy frecuente en el período de RN. Reconocerla y evaluarla de manera adecuada es fundamental para pesquisar situaciones de riesgo y anticiparse a ellas.
La encefalopatía por bilirrubina sigue presentándose en la actualidad en Chile. De no mediar una intervención adecuada en estos RN es posible predecir el desarrollo de un daño neurológico permanente. Estas situaciones son prevenibles, con medidas aplicables por el equipo de salud, con énfasis en la evaluación sistemática y universal del riesgo de hiperbilirrubinemia, el seguimiento adecuado de los RN, la educación a sus padres y/o cuidadores, y la intervención terapéutica oportuna.