Medicina Familiar

HEPATITIS A EN PEDIATRIA, UNA ENFERMEDAD DE INICIO SILENCIOSO

Dra. Camila Quiñones V.: Residente de Medicina Familiar UC.

Dra. Pamela Rojas G.: Docente de Medicina Familiar UC.

En el contexto de la hepatitis aguda, la hepatitis A es la más frecuente en la población pediátrica. En este artículo, abordaremos su epidemiología, sus principales manifestaciones clínicas y los exámenes que nos pueden orientar a una insuficiencia hepática aguda.

Palabras clave: Hepatitis A, Insuficiencia hepática aguda, Vacuna, APS, Medicina Familiar

INTRODUCCIÓN

 

La hepatitis A es una enfermedad inflamatoria del hígado causada por el virus de la hepatitis A (VHA), que se transmite principalmente a través de la vía fecal-oral. Esta condición puede variar desde un cuadro clínico leve y autolimitado hasta casos más graves, incluyendo la hepatitis fulminante. A nivel mundial, se estima que aproximadamente 1.4 millones de personas contraen hepatitis A anualmente; la mayoría de los brotes ocurren en regiones con condiciones sanitarias deficientes, lo que resalta la importancia de las medidas de prevención como la vacunación y la mejora de la higiene pública1,2.

En términos de epidemiología, la hepatitis A es particularmente prevalente en países en desarrollo, donde la transmisión se facilita por la falta de acceso a agua potable y saneamiento adecuado. Con la introducción de programas de vacunación masiva en algunos países, incluyendo Chile, se ha experimentado una reducción significativa en la incidencia de la enfermedad.

En Chile, la primera introducción de la vacuna en el Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI) ocurrió en Arica, Parinacota y Tarapacá en 2013 y luego en Bio-Bío en el 2014. En 2018 su uso se extendió a todo el país, evidenciándose una disminución notable en los casos reportados a partir de 2019. Esta medida ha sido clave para reducir la carga de la enfermedad, especialmente en poblaciones jóvenes, que en ausencia de la vacuna, habrían estado en mayor riesgo de contagio. La edad promedio actual de contagio ha variado, situándose alrededor de los 27 años, lo que refleja también mejoras en las condiciones sanitarias del país3.

La relevancia de la hepatitis A radica en su impacto en la salud pública, no solo por la morbilidad que genera, sino también por los costos asociados al manejo de los brotes, la necesidad de intervenciones preventivas, y las hepatitis fulminantes que genera, 4,5.

 

HEPATITIS A: PATOGENIA Y EPIDEMIOLOGÍA

La hepatitis A es causada por un virus RNA de serotipo único, lo que facilita la protección a largo plazo a través de la inmunización. El virus se transmite principalmente a través de la ingesta de alimentos o agua contaminados con heces de una persona infectada, con una tasa de transmisión del 45% en niños dentro de la familia y del 20% en adultos6. Tras un período de incubación que oscila entre 15 y 50 días (promedio de 28 días), la enfermedad puede presentarse con o sin síntomas, siendo cerca de un 70% los niños menores de seis años los más propensos a ser asintomáticos7. Los pacientes con hepatitis A tienen más probabilidades de transmitir la enfermedad en los 14 días previos al desarrollo de la ictericia y una semana después del inicio de la ictericia8.

 

FASES CLÍNICAS DE LA HEPATITIS A

  1. Incubación: 30 días.
  2. Fase prodrómica: De 1 a 2 semanas, con síntomas inespecíficos como pérdida de apetito, fatiga y, en algunos casos, diarrea aguda.
  3. Fase ictérica: De 4 días a 4 meses (promedio de 2 a 3 semanas), coincidiendo con el peak de transaminasas hepáticas.
  4. Fase de convalecencia: Resolución de síntomas, aunque la fatiga puede persistir por varios meses7.

 

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

La mayoría de los pacientes con hepatitis A experimentan fatiga (90%) y pérdida de apetito. Algunos pacientes presentan ictericia, siendo más frecuente en niños mayores (10% de los menores de seis años la experimenta)7.

Los hallazgos más comunes en el examen físico incluyen hepatomegalia (78%) e ictericia, que afecta a entre el 40% y el 80% de los casos8.

 

DIAGNÓSTICO Y MANEJO

El diagnóstico de la hepatitis A se realiza mediante la detección de anticuerpos IgM contra el VHA, que son los primeros en elevarse tras la infección y tienen una alta sensibilidad ≥ 95% y especificidad ≥ 99%9. Es una enfermedad de notificación obligatoria, caso confirmado.

No existe un tratamiento específico para la hepatitis A, y el manejo se basa en el soporte de los síntomas, evitando hepatotoxinas. Se ha estudiado el uso de antivirales, pero hoy en día no están aprobados para su uso en hepatitis A10,11.

La mayoría de las infecciones se resuelven sin complicaciones, un pequeño porcentaje de casos puede progresar a hepatitis fulminante.

En el contexto clínico, algunos hallazgos que sugieren un curso grave o una posible hepatitis fulminante son:

  • la ictericia como manifestación inicial más frecuente (82,4%),
  • hepatomegalia (63,5%),
  • esplenomegalia (29,7%),
  • ascitis (21,6%)
  • y edema pretibial (21,6%)12.

Algunos indicadores de laboratorio sugerentes de hepatitis fulminante son:

  • tiempo de protrombina prolongado ≤ 40%
  • bilirrubina ≥10 mg/dL sin hemólisis;

El nivel de las transaminasas no son concordantes con la gravedad del paciente; estas pueden estar disminuidas por una depleción del hepatocito 13.

 

VACUNACIÓN Y PREVENCIÓN

Las vacunas han demostrado ser efectivas en la prevención de Hepatitis A. Una revisión sistemática de 2020 mostró (14):

  • una notable disminución en la incidencia de la hepatitis A, que se mantuvo durante 14 años con dos dosis de la vacuna y durante 6 años con una sola dosis.
  • una persistencia de anticuerpos ≥90% durante 15 años con dos dosis y de ≥74% durante 10 años con una dosis.

La evidencia actual sugiere administrar dos dosis de vacunas contra el VHA no vivas para asegurar una protección a largo plazo y una revacunación después de 15 años, considerando el tiempo de seguimiento de los estudios.

Chile ha optado por una estrategia de una sola dosis en el PNI, apoyada por la baja endemicidad del VHA y la costo-efectividad de esta medida; estrategia avalada por la OMS.

CONCLUSIONES

  • La Hepatitis A es una enfermedad prevenible mediante la vacunación.
  • En Chile, la introducción de la vacuna en el PNI ha resultado en una disminución significativa de la incidencia de la enfermedad.
  • El manejo de la hepatitis A es de soporte, sin un tratamiento específico disponible, pero con un enfoque en la prevención a través de la vacunación y la mejora de las condiciones sanitarias.
  • Se debe estar alerta a los indicadores de mal pronóstico, y derivar precozmente si se sospecha una hepatitis fulminante.

 

REFERENCIAS

 

  1. Rodríguez Silva L. Hepatitis virales agudas. En: P. Jara, ed. Enfermedad hepática en el niño. Ed: Tile Von Spain; 2013. p. 205-31.
  2. Centros de Control y Prevención de Enfermedades. Hepatitis viral mundial: millones de personas están afectadas. https://www.cdc.gov/hepatitis/global/index.htm. Última revisión: 19 de julio de 2021. Consultado el 20 de mayo 2024.
  3. Andani A, van Elten TM, Bunge EM, Marano C, Salgado F, Jacobsen KH. Hepatitis A epidemiology in Latin American countries: a 2020 view from a systematic literature review. Expert Rev Vaccines. 2020 Sep;19(9):795-805. doi: 10.1080/14760584.2020.1813575. Epub 2020 Sep 21. PMID: 32955965.
  4. M. Marugán de Miguelsanz, M.C. Torres Hinojal. Hepatitis viral. Pediatr Integral 2015; XIX (3): 198-204.
  5. Cárdenas AM, Ortiz Rivera CJ, Correa RA. Falla hepática aguda en pediatría. Revista chilena de pediatría, 91(3), 457-465. https://dx.doi.org/10.32641/rchped.v91i3.1284.
  6. OMS 2023, hepatitis A. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/hepatitis-a. Publicado el 20 Julio de 2023. Consultado el 20 de mayo 2024.
  7. Rojas-Peláez Y, et al. Actualización sobre hepatitis A. Archivos Médicos de Camagüey, 26, e8858. Recuperado de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1025-02552022000100062.
  8. Langan RC, Goodbred AJ. Hepatitis A. Am Fam Physician. 2021 Oct 1;104(4):368-374. PMID: 34652109.
  9. Shin EC, Jeong SH. Natural History, Clinical Manifestations, and Pathogenesis of Hepatitis A. Cold Spring Harb Perspect Med. 2018 Sep 4;8(9) doi: 10.1101/cshperspect.a031708. PMID: 29440324; PMCID: PMC6120688.
  10. Rojas-Peláez Y, et al. Actualización sobre hepatitis A. Archivos Médicos de Camagüey, 26, e8858. Recuperado de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1025-02552022000100062.
  11. Gholizadeh O, Akbarzadeh S, Ghazanfari Hashemi M, Gholami M, Amini P, Yekanipour Z, Tabatabaie R, Yasamineh S, Hosseini P, Poortahmasebi V. Hepatitis A: Viral Structure, Classification, Life Cycle, Clinical Symptoms, Diagnosis Error, and Vaccination. Can J Infect Dis Med Microbiol. 2023 Jan 4;2023:4263309. doi: 10.1155/2023/4263309. PMID: 36644336; PMCID: PMC9833905.
  12. Cárdenas, Angie Milena, Ortiz Rivera, Claudia Jimena, & Correa, Roberto Andrés. (2020). Falla hepática aguda en pediatría. Revista chilena de pediatría, 91(3), 457-465. https://dx.doi.org/10.32641/rchped.v91i3.1284
  13. Shin EC, Jeong SH. Natural History, Clinical Manifestations, and Pathogenesis of Hepatitis A. Cold Spring Harb Perspect Med. 2018 Sep 4;8(9):a031708. doi: 10.1101/cshperspect.a031708. PMID: 29440324; PMCID: PMC6120688.
  14. Andani A, et al. One or two doses of hepatitis A vaccine in universal vaccination programs in children in 2020: A systematic review. 2022 Jan 21;40(2):196-205. doi: 10.1016/j.vaccine.2021.01.038. Epub 2021 Jan 30. PMID: 33526283.