La inhalación de humo es la principal causa de muerte en los incendios, ya que las personas se ven expuestas a numerosas sustancias tóxicas que son generadas durante el proceso de combustión.
Fecha: 26 de enero 2017
En personas sanas el humo suele irritar las vías respiratorias provocando tos, secreción nasal, irritación de garganta, conjuntivitis, lagrimeo, además de otras molestias como mareos y dolor de cabeza.
En el caso de aquellas personas que tengan problemas respiratorios como asma bronquial, el humo suele empeorar los síntomas preexistentes ocasionando dificultad para respirar, tos, sensación de opresión en el pecho y silbidos al respirar.
Asimismo, los niños, las embarazadas y los ancianos son grupos de riesgo y deben extremarse las medidas de precaución.
Frente al humo de un incendio, se recomienda cerrar puertas y ventanas, usar mascarilla o un paño húmedo sobre nariz y boca, evitar realizar actividades deportivas, y siempre mantener a mano los números de Bomberos, Carabineros y del Centro Toxicológico.
Para más información, visita la web del Centro de Información Toxicológica y de Medicamentos (CITUC) de la UC.