Hospital Sótero del Río realiza por primera vez en el sistema público cirugía “marcapaso” para vejiga
Fecha: 23 de marzo 2015
Dirigido a pacientes con síndrome de vejiga hiperactiva e incontinencia fecal, el procedimiento fue realizado por primera vez por uroginecólogos del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Facultad de Medicina y su Red de Salud UC CHRISTUS en el Hospital Sótero del Río, campo clínico universitario.
Estas patologías afectan al 30% de las mujeres mayores de 60 años. La primera mujer atendida tiene 51 años, es madre de 5 hijos, padece síndrome de vejiga hiperactiva desde hace cuatro años, lo que le impedía realizar su vida de manera normal, ya que experimentaba importantes pérdidas de orina varias veces en el día. “Muchas veces tuve que devolverme a mi casa para cambiarme de ropa porque me había mojado”, confidenció.
El Dr. Javier Pizarro explicó que existe incontinencia urinaria de esfuerzo y de urgencia. La primera corresponde a la pérdida de orina involuntaria cuando la persona realiza algún esfuerzo, como por ejemplo, toser, reír o levantar peso. Mientras que las pacientes con incontinencia urinaria de urgencia, experimentan pérdidas de orina en cualquier situación sin que necesariamente realicen algún tipo de esfuerzo.
Según el especialista, hasta el momento, el único tratamiento indicado para este tipo de pacientes era mediante el consumo de fármacos de la familia anticolinérgica, lo que reporta entre 40% y 60% de efectos secundarios, como sequedad de boca, ojos y vagina; taquicardia, mareos, vista borrosa, entre otros. Por lo tanto, la tasa de abandono de este tratamiento llega al 40% de los casos a los 4 meses desde el momento en que el médico lo indica.
El Dr. Pizarro comentó que el sistema InterStim –que es como se denomina a esta cirugía- consiste en la implantación de un neuroestimulador o “marcapasos” en los nervios de la vejiga y recto.
“Se realiza implantando un electrodo o “cable” en la zona sacra (en la parte superior de las nalgas), lo que se conecta al marcapasos. Esta cirugía se realiza en dos etapas. En la primera –que se denomina de prueba- se implanta el electrodo en las raíces nerviosas, el punto preciso de implantación se define en base a la respuesta de los músculos perianales, del pie y, también, de la respuesta sensitiva de la paciente en pabellón. Esas raíces nerviosas son justamente las que contienen los nervios del piso pelviano que controlan la vejiga. El electrodo se conecta a un estimulador externo por 10 a 14 días”, explicó.
El Dr. Pizarro añadió que luego de ese periodo de prueba, se implanta el marcapasos definitivo que dura entre 4 a 6 años. “Los pacientes deben tener una mejoría mayor a un 50% con respecto a sus síntomas basales para proceder a la implantación”, afirmó. Entre 8 a 9 de cada 10 pacientes presentan una mejoría significativa durante el periodo de prueba, la que habitualmente es ampliamente superior al 50%, lo que les permite retomar su vida normal”, señaló.
La cirugía se realizó en el contexto de un proyecto colaborativo con Cleveland Clinic, Estados Unidos, lugar donde el Dr. Pizarro realiza su subespecialidad desde 2012, por lo que viajó especialmente para llevar a cabo este procedimiento. Dicha colaboración consiste en la formación de médicos, por lo tanto, otros especialistas del equipo vendrán en julio y noviembre para realizar estas mismas cirugías en el Hospital Sótero del Río.