En las ceremonias participaron académicos, personal asistencial y jóvenes estudiantes que ofrecieron su mirada personal del texto.
Fecha: 21 de noviembre 2016
Las dos ceremonias realizadas en el Casa Central y en Campus San Joaquín lograron reunir a distintos representantes de los múltiples estamentos que hacen vida en la universidad.
El decano de medicina, doctor Luis Ibáñez, resaltó durante el evento la importancia de este Código para evidenciar el aporte que realiza la UC a la sociedad en las áreas de la salud. “Todos sabemos que estos valores, en el tratamiento de un enfermo, adquieren una significación particular”, expresó.
“Son 80 las palabras (del Código), pero son muchas más las reflexiones que pueden surgir a partir de ellas”, contempló por su parte el vicedecano doctor Jaime Godoy.
El director de la Escuela de Medicina, doctor Klaus Püschel, aseguró que el Código de Honor es una expresión de la comunidad que va madurando. “Nos da la oportunidad de fortalecer la institución, pero a la vez hacerla más delicada, nos da la oportunidad de formación”, dijo.
En el campus San Joaquín, la directora de la Escuela de Enfermería, María Isabel Catoni, reiteró que ahora el reto va más allá de las áreas universitarias y toca la vida personal de todos. “Para que nos constituyamos en un ejemplo para el resto de la comunidad”.
Así también participaron estudiantes quienes resaltaron el arduo trabajo que significó unificar en estas 80 palabras el norte al que apuntan. “Finalmente resultó en un texto que deja de manifiesto los valores que queremos ser”, comentó Naomi Estay, del Centro de Estudiantes de Medicina.
Las breves ceremonias constituyeron un lugar de reflexión de lo que significa para la comunidad UC estas palabras, para estampar su firma simbólicamente y para celebrar el crecimiento que refleja la Universidad ante los desafíos de la actualidad.
El Código de Honor en el que todos los participantes colocaron su rúbrica es el siguiente:
“Como miembro de la comunidad de la Pontificia Universidad Católica de Chile me comprometo a respetar los principios y normativas que la rigen. Asimismo, prometo actuar con rectitud y honestidad en las relaciones con los demás integrantes de la comunidad y en la realización de todo trabajo, particularmente en aquellas actividades vinculadas a la docencia, el aprendizaje y la creación, difusión y transferencia del conocimiento. Además, velaré por la integridad de las personas y cuidaré los bienes de la Universidad”.