Dr. Jorge Martínez expone sobre sistema de puntaje que promete hacer más eficiente el sistema de donaciones en Chile
Fecha: 19 de octubre 2015
Se trata del score BAR (del inglés “Balance of Risk”), el cual se caracteriza por poner en una balanza el riesgo del paciente y también el riesgo del donante, para predecir el éxito de un trasplante hepático más allá de la exclusiva gravedad clínica del receptor.
En el marco del Congreso de la Sociedad Europea para el Trasplante de Órganos (ESOT), realizado en Bruselas entre este 16 y 18 de septiembre, el doctor Martínez, miembro del Departamento de Cirugía Digestiva de la Facultad de Medicina UC realizó una presentación oral de la evaluación del índice BAR en nuestra casuística de trasplantes hepáticos en pacientes adultos desde el año 2003.
«Entendiendo que en Chile cada año fallecen alrededor de 4.000 personas por enfermedades hepáticas, representando un 5% del total de las muertes y dado que las donaciones de órganos son un recurso escaso, el contar con una herramienta de asignación de órganos en forma más eficiente, mejora los resultados globales del trasplante. En este escenario, este score viene a ser un gran paso», indica el doctor Martínez.
El país, en general, utiliza el sistema MELD (del Inglés “Model For End-Stage Liver Disease”) en la asignación de hígados para trasplantes y cómo índice de pronóstico, pero éste sólo mide la gravedad clínica del receptor. Así, mientras más grave el paciente, más asciende en la lista de espera para obtener un órgano. Sin embargo, cuando tenemos pocos donantes, mientras más alto sea el MELD, más riesgos tendrá el paciente con un desmedro en las posibilidades de éxito de ese trasplante. «Sin embargo, cuando evaluamos los resultados del trasplante en nuestro centro de acuerdo al score de MELD, observamos que éste no separa a diferentes poblaciones de riesgo, es decir no predice la probabilidad de éxito del trasplante; de manera que de acuerdo al MELD, hoy no se puede rechazar a un paciente para un trasplante. Puede intuirse que será muy arriesgado, difícil, con hospitalizaciones más largas y mayor estadía en UCI, etc», explica el académico.
Otro sistema que también se utiliza a nivel mundial y que proviene desde Estados Unidos es el Índice de Riesgo del Donante sus siglas en inglés: DRI). Este score evalúa sólo los factores de riesgo del donante. «Un problema especifico de este sistema es que utiliza elementos que no son aplicables en Chile. Por ejemplo, separa a los donantes por raza (Negra /Caucásica); además señala que los pacientes que miden sobre 1,80 metros tienen mayores posibilidades de éxito de un trasplante», agrega el especialista.
Tal y como lo señala el Dr. Martínez, «al aplicar esta tercera alternativa, el score de BAR, se puede obtener un mejor pronóstico acerca del futuro éxito del trasplante. Esto porque este índice no sólo toma información sobre el receptor, sino también del donante, incluyendo el tiempo de isquemia, tiempo en que el órgano está sin circulación de sangre”, indica. Además permite que en casos muy concretos con MELD muy altos, que están en la Unidades de Cuidados Intensivos esperando un trasplante, se puede determinar de mejor forma cuándo un donante calza mejor que otro para ese paciente en particular.
En un país donde se necesitan aún 1.300 órganos para cubrir todos los trasplantes y hasta la fecha sólo se han recibido 140; además, con una población cada vez más añosa y que presenta enfermedades de base como la obesidad, este índice puede hacer una gran diferencia. «Nos permite entender que este tipo de personas sí pueden donar en determinados casos, y que su hígado asignado de acuerdo a BAR, vaya a un receptor con buenas probabilidades de éxito; también cuando los receptores están muy graves y el score de MELD nos lleva a pensar que estas personas tienen pocas posibilidades, con el BAR se pude conseguir un órgano más apropiado para su situación», indica el cirujano.
De alguna forma este score permite predecir e incluso seleccionar la mejor compatibilidad entre el donante y el receptor. «Lo interesante es que si bien este método fue creado en Suiza, esta es la primera vez que es validado en un país latinoamericano. De hecho nos hemos convertido en el primer país que presenta datos propios», agrega.
En el estudio original el corte de los pacientes se establece en el rango de 18, sin embargo en la evaluación del equipo UC, este dato cambia. «Acá si el score es superior a 15, la probabilidad de éxito de un trasplante es inferior al 50% y si es inferior, la posibilidad de llegar a buen puerto es superior al 75%», explica el doctor Martínez. Este índice se está utilizando en forma prospectiva en los últimos 3 meses en el Hospital Clínico de la UC. Nos parece un recurso útil, porque no es engorroso, ya que a través de una plataforma web los médicos pueden vaciar los datos y de acuerdo a ello aceptar o no un donante para determinado receptor, no en base a apreciaciones subjetivas, sino en base a un cálculo matemático.
A partir de ahora la idea de nuestro equipo de trasplante hepático al cual pertenece el doctor Martínez, es poder transmitir la efectividad de este score a otros centros de salud del país. «Creemos que utilizando este índice podemos hacer un real aporte», finaliza.